Herrera guarda en secreto su futuro y López y Villarrubia ahondan en sus diferencias

El presidente de la Junta y del PP de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, guarda en secreto si será candidato de nuevo en la cita de 2015, aunque al inicio de esta legislatura afirmó que éste sería su último mandato. En las filas socialistas, Óscar López, portavoz del grupo en las Cortes, y Julio Villarrubia, secretario general del partido, han ahondado sus diferencias a lo largo de este año, por los pactos de uno y otro con el Ejecutivo y por la fallida moción de censura en Ponferrada, y ya ni siquiera ocultan en público la falta de sintonía. El pulso se solventará en primarias, en caso de que ambos concurran, incógnita que se desvelará en 2014.

En los últimos meses de este año, Herrera ha modulado sus mensajes sobre la sucesión. “Será una decisión colegiada, compartida e informada por ojos que tengan una visión diferente de la realidad y de las posibles soluciones para intentar acertar”, afirmó en unas declaraciones en septiembre, al poco de llegar de las vacaciones, posición que no compartió el consejero de la Presidencia y presidente del Comité Electoral, José Antonio de Santiago-Juárez, para quien la decisión, primero, debe ser personal.

“Ni está decidido ni existe debate”, respondió en otra entrevista en noviembre, en relación a si será candidato de nuevo. Esa aseveración llegó precedida del mensaje que lanzó en el Comité Autonómico de arranque del curso político: “Uno puede convertirse en estatua de sal no sólo por mirar atrás, sino por mirar adelante a destiempo”. La lapidaria frase se interpretó en clave de dormir un debate que no toca ahora, dado que él aun no ha dicho que hará, y es el momento de cumplir el programa comprometido y de trabajar para salir de la crisis, llamada que hace en todas sus intervenciones.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, llamó en un “lapsus” presidente autonómico a Alfonso Fernández Mañueco, secretario autonómico y alcalde de Salamanca, el pasado mes de mayo durante su intervención en la interparlamentaria del partido en la ciudad charra. Para unos fue un despiste de la 'número dos' popular, para otros había algo más y la delató el subconsciente. Pero la anécdota dio lugar a los rumores, aunque el afectado recalca, de todas las formas posibles, que “no toca” hablar de la sucesión de Herrera.

Los escasos cargos que han hablado en público cuando se les ha preguntado por la prensa dicen que Herrera es y sigue siendo el mejor candidato a la Presidencia de la Junta en 2015, como afirmó el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano. La misma opinión mantienen otros dirigentes en privado, por la experiencia, estabilidad que representa el jefe del Ejecutivo y ante unos resultados electorales a la baja por las políticas de recortes aplicadas.

“No es que no toque hablar de ello, es que ni siquiera es tiempo”, afirmó en una entrevista reciente el consejero de la Presidencia, cuando se le preguntó por la sucesión de Herrera. De Santiago-Juárez insistió en que los ciudadanos “no piden esas cosas”, aunque reconoció que el presidente es “el mejor candidato” del PP a la Presidencia de la Junta en 2015. “No se puede perder ni un minuto” en ese debate, recalcó, para añadir que la decisión corresponde al presidente y que “no está en eso”.

Pugna socialista

En las filas socialistas, las diferencias entre Óscar López y Julio Villarrubia han traspasado la sede autonómica y llegaron a la Conferencia Política celebrada en noviembre en Madrid. En ese foro, el más importante del partido desde el Congreso de Sevilla, en ningún momento se pudo captar la imagen de López y Villarrubia en pasillos, ni en ningún otro lugar. El primero no estuvo en la 'foto de familia' de la delegación del PSCyL. “Algunos (socialistas de la Comunidad) tenían unas agendas muy intensas”, ironizó López en una entrevista televisiva.

La dirección federal, cuyo número tres es Óscar López, no quería que las primarias monopolizarán la conferencia. Según la valoración realizada después, se consiguió. Sin embargo, los delegados de Palencia, provincia de Villarrubia, llevaron una enmienda para que las primarias a la Presidencia del Gobierno se convocaran en cuatro meses. La propuesta, en línea con la posición del madrileño Tomás Gómez, fue tumbada, pero disgustó al secretario de Organización y a otros dirigentes del partido, que se preguntaron por su objetivo, más cuando ambos dirigentes apoyan a Rubalcaba.

Sin embargo, el camino de los desencuentros se inició antes. El acuerdo de Julio Villarubia de octubre de 2012 con el presidente de la Junta sobre el modelo territorial no fue del agrado de López, es más no fue informado, al menos así lo dijo él en la prensa. En junio, el portavoz socialista pactó con Herrera y el PP la propuesta de resolución que cerró el consenso para la aprobación de la ley de Ordenación, Servicios y Gobierno en el Territorio. Villarrubia fue en esa ocasión quien se sintió agraviado. En una ejecutiva en julio, se ratificó el acuerdo y se cerraron filas, pero el secretario general rechazó que se votara.

Moción Ponferrada

Las diferencias subieron de tono en el caso Ponferrada. Los concejales socialistas bercianos acordaron la presentación de una moción de censura, junto a la formación de Ismael Álvarez, exregidor de la ciudad, para desbancar de la Alcaldía al popular Carlos López Riesco y sentar al socialista Samuel Folgueral. La iniciativa contó con el apoyo de López, mientras que Villarrubia se enteró a 'toro pasado'. La presión nacional por el acuerdo con un condenado por acoso sexual a una concejal de su equipo motivó la intervención de Alfredo Pérez Rubalcaba y de Villarrubia para dar marcha atrás.

El segundo se reunió en Valladolid con los firmantes de la moción para pedirles que desistierán, sin conseguir el mandato del secretario general federal, Alfredo Pérez Rubalcaba. La misma consigna llevó a Villarrubia a Ponferrada. Al final, Folgueral es alcalde, pero fuera de las filas socialistas, igual que el resto de ediles. El PSOE no tiene representación ahora en la séptima ciudad de Castilla y León. La fustrada moción de censura pasó factura a López, algunos pidieron su dimisión.

En la sede socialista se celebró una tensa ejecutiva autonómica que se zanjó con un cierre de filas por el “error colectivo” en la gestión de la moción de censura de Ponferrada y de apoyo a López como secretario de Organización y como portavoz del grupo en las Cortes. En la reunión no se pidió la dimisión de López, como días antes se había reclamado desde Burgos o León por algunos dirigentes. El 'número tres' ya había asumido el error como personal en una comparecencia en Ferraz, la sede federal del PSOE, en la que puso su cargo a disposición de Rubalcaba.

Aunque en esa ejecutiva autonómica se trató de calmar los ánimos y rebajar la tensión, como explicaron algunos de sus cargos, Villarrubia sí amenazó a López, en la intervención con la que cerró una reunión de casi cinco horas de duración, con cesarlo como portavoz en las Cortes si cometía una deslealtad más, según trascendió unos días después.

La crisis en las filas socialistas ha tenido un último escenario en Valladolid a raíz de unas declaraciones en un programa televisivo de Juan José Zancada. El portavoz en la Diputación y número cuatro de la ejecutiva autonómica cuestionó la oposición al alcalde Javier León de la Riva, que lidera Óscar Puente. Éste lanzó un ultimátum y pidió su dimisión por entender que hubo falta de lealtad. Al final Zancada se disculpó y Puente lo aceptó, pero el secretario provincial, Javier Izquierdo, pidió perdón a militantes y simpatizantes por un “espectáculo nada edificante”. Rubalcaba y Villarrubia tuvieron que intervenir para zanjar la trifulca.

Óscar López ha expresado su compromiso con Castilla y León, cuando se le ha preguntado si será candidato a la Junta en 2015, como ya lo fuera en 2011. Para Julio Villarrubia, es un debate que ni “toca” ni es el “momento” de abrirlo, aunque personas de su entorno más cercano opinan que no se entendería que el secretario general no fuera candidato. Las primarias para 2014, como en el ámbito estatal, despejarán la duda.