La esquila del Lambrión Chupacandiles abre la Pasión ponferradina
El Lambrión Chupacandiles, una de las figuras más representativas de la Semana Santa de Ponferrada (León), no faltó tampoco este año a la tradición de pregonar por las calles de la capital berciana la proximidad de esta festividad, que este año tendrá un sabor muy especial después de que el pasado miércoles se declarara la Semana Santa de Ponferrada de interés turístico nacional. Acompañado por su inseparable campana, se dirigió desde la basílica de La Encina para recibir la bendición de su párroco.
Los orígenes de esta tradición se remontan al siglo XVII creada por la Hermandad de Jesús Nazareno y que es uno de los actos más significativos de la Semana Santa berciana. Según la tradición, este personaje se viste completamente de negro y se cubre el rosto para recorrer las calles de la ciudad acompasado al sonido de la campana que lo acompaña para llamar la atención de los fieles.
Desde hace más de un cuarto de siglo, siempre el mismo nombre ha ido atado al de esta figura creada por la Hermandad de Jesús Nazareno. Se trata de Vicente Parra, hijo y nieto de 'lambriones', quien esta vez difundió la llegada de la primera Semana Santa declarada de interés turístico nacional, como ocurre de manera habitual, ante la atenta mirada de muchos fieles y curiosos.
