El 'bipartidismo' regresaría a León según los sondeos para las Elecciones Generales

Jornada de votaciones elecciones generales 28A 3

Jesús María López de Uribe

Vuelve la campaña electoral a los comicios legislativos, pero no las encuestas electorales para la provincia de León. Ningún medio de León ha encargado una para la repetición de los comicios del 28 de abril el próximo domingo, y sólo se han encargado de informar sobre la del CIS de Tezanos y de 'republicar' el único sondeo encargado en clave autonómica con una proyección de las nueve provincias conforman la Comunidad.

En esta tesitura, se da la paradoja de que mientras el 28A había una gran incertidumbre sobre el reparto de representantes en el Senado y el Congreso en la provincia de León, para este 10 de noviembre no la hay tanto pero sí resulta más difícil asegurar qué va a ocurrir en el de votos, porque no casi no hay datos 'de aquí' que puedan dar pistas fiables de cómo se comportarán los votantes.

En resumen, lo más normal, en una circunscripción como la leonesa con cuatro diputados a elegir en el Congreso, es que los dos partidos mayoritarios se repartan dos cada uno. Sólo quedaría saber si la recuperación del PP, añadido a que la presentación de la UPL reste votos al PSOE, podría ser suficiente para superar a los socialistas. En abril el PSOE sacó 94.834 votos y el PP 68.138 y parece bastante improbable, aunque perdiendo 5.000 votos el PSOE y recuperando 22.000 el PP se pondría por delante; lo cual es bastante importante para el resultado del Senado, ya que es tradición que el ganador se lleve tres actas y el segundo, una.

Ciudadanos lo tiene mal para conservar su diputado

Lo único que parece más o menos claro —aunque eso ya se verá en la noche electoral del domingo que viene, que es la 'encuesta' electoral fiable al cien por cien—, es que Ciudadanos se desploma. En el caso de León repetiría la misma situación que en 2016: que el diputado en el Congreso les duró medio año. Es decir, que como en la repetición electoral anterior el votante leonés dará la espalda a la formación de Albert Rivera. Y no, que la provincia pasara de 5 a 4 diputados de las de 2015 a las de 2016 no les habría salvado entonces.

Tampoco es algo que no descuadre con los sondeos electorales en España, que les dan un resultado nefasto (en Castilla y León todos predicen que van a pasar de ocho diputados a cero). En el caso provincial, Cs en León sacaron 50.612 votos el 28A con lo cual hay que preguntarse cuántos de ellos perderán y a qué partido irán. La horquilla va entre mínimo el 20% (10.000) y máximo el 50% (25.000). Los sondeos predicen que pueden perder hasta un 40% de votos en España, lo que les dejaría en León con unos 30.000 votos.

En el primer caso si el PP supera los 80.000 votos —necesita 13.000 más, cosa que no sería nada rara ya que su resultado en las últimas elecciones fue el peor de su historia electoral en la provincia—, los de Rivera ya perderían el diputado. Y es que la lucha por el cuarto escaño en el Congreso (el tercero en el número del reparto en realidad) se puede calcular dividiendo por dos el resultado del segundo partido en las elecciones. El ganador, siempre que tenga una gran diferencia con el tercero, sacará dos siempre (el primero y el cuarto en el reparto por el Sistema D'Hondt) y es el segundo el que se la juega con el que viene justo detrás: si el tercero saca más de la mitad sus de votos, le arrebata el acta número dos.

Vox tiene posibilidades de conseguir escaño

Y es aquí donde está la 'pomada', ya que el CIS de Tezanos da por hecho de que los partidos detrás del PP no podrán llegar a la mitad de los votos de los populares o los socialistas, pero la encuesta de 'El Norte de Castilla' le concede esa posibilidad a Vox, que sacó 33.449 votos hace seis meses. De todas maneras, aunque son pocos datos para asegurarlo, la tendencia de los sondeos es de ascenso, con lo que si hay un partido ahora mismo con posibilidades de conseguirlo, sería el de Abascal, pero todo depende de cómo se comporten los votantes de Casado en la provincia.

Además, habría que tener en cuenta a Unidas Podemos, que tuvo más votos que los de Abascal en León el 28A, con 34.794; y que, al parecer, se ha presentado a estas elecciones en León sin las disputas entre las dos formaciones principales que tanto la lastraban. Es más, en la provincia de León teóricamente no hay división de la izquierda, ya que no se presenta la formación Mas País de Errejón. ¿Cabe posibilidad de aumento de votos? Sí, pero no mucha porque por alguna razón el votante de IU no confía en los líderes de Podemos.

De todas maneras la regla siempre sigue siendo que para obtener diputado hay que sacar más de la mitad de votos que el segundo partido en la circunscripción de León de cuatro escaños; y que el primero no te triplique, cosa que no parece nada probable en estos comicios del 10N. Hablaríamos de más de 120.000 votos, cosa que no ha vuelto a sacar ninguno desde los 151.000 del PP en 2011 (y 99.000 del PSOE) y los resultados socialistas con la última legislatura de Zapatero en 2008 (166.000 y 144.000 del PP).

Eso sí, no hay que olvidar que el conjunto de los sondeos encargados para estas elecciones del 10 de noviembre, el resultado general, salvo uno, es que el reparto será a dos entre socialistas y populares en la circunscripción leonesa.

La incógnita del voto leonesista

Y aquí entra la incógnita de la Unión del Pueblo Leonés. Lo tiene difícil, pero en León el sentimiento leonesista siempre descabalga todos los números. En las anteriores elecciones autonómicas, cuando todas las encuestas la daban por muerta, consiguió el apoyo de 26.705 personas, aumentando un 46% de votos (consiguieron 8.342 más) en las autonómicas, quedándose muy cerca de un segundo representante en las Cortes.

Su mejor resultado fue el de Generales del 2000, cuando el anterior líder leonesista José María Rodríguez de Francisco consiguió 41.690 votos. Y éste no ha sido el mejor resultado de la formación leonesista. En las autonómicas de 1999 consiguieron 53.791 votos y en las de 2003 llegaron a su máximo, superando los sesenta mil por 331 votos. Si el PP no pasara el próximo domingo de 81.000 votos y la UPL sacara más que en los comicios del 2000 (y no le superaran ni Vox ni UP y el PSOE no obtuviera 123.000), lo tendría hecho.

De todas maneras, el ascenso que necesitarían los leonesistas sería de más de un 56% sobre su mejor resultado en más de una década; lo cual parece improbable, pero no imposible porque tendría que 'robar' 15.000 votos a los demás partidos (a una media de tres mil por cada uno de ellos, contando a Vox que es antiautonomías).

¿Pero cuáles serían los partidos de los que más podría 'rascar' la UPL? Los 'perjudicados' podrían ser los partidos de izquierdas como el PSOE y Unidas Podemos, ya que sus apoyos son más dados a tolerar los movimientos autonómicos (e incluso más allá). UP tiene, además, que luchar contra su propio descenso a los infiernos tras unos resultados autonómicos tan nefastos (pasó de 10 a 2 procuradores, uno de ellos conseguido de milagro en el recuento en la Junta Electoral y por menos de 20 votos de diferencia con Cs), que indicaron claramente que muchos leonesistas les 'prestaron' el voto a las Cortes en 2015. El PP se podría ver menos perjudicado, y los que pareciera que no serían tanto Ciudadanos como Vox. Los primeros por lo poco dados a la querencia por lo diferente y los segundos porque están directamente en contra del Estado Autonómico (no necesariamente por la autonomía de León en concreto, sino por todas).

Con esta circunstancia parece bastante difícil que la UPL 'pesque' 10.000 votos a la izquierda y 5.000 al PP que va en ascenso; porque es complicado que 'pille' más en las otras dos opciones. Pero hasta el domingo no se sabrá cuál será la influencia del voto leonesista, que, si daña al PP, puede darle paso a Vox si es que éste sube siete u ocho mil votos.

¿Y por dónde irán los resultados?

Con todo, sólo se puede apostar cuál será la horquilla de votos que conseguirán los partidos —al gusto del autor del análisis porque no hay datos fiables para asegurarlo— el domingo que viene. Por decir algo: 85.000-90.000 PSOE; 80.000 - 85.000 PP; 35.000-40.000 Vox; 30.000-35.000 Ciudadanos; 30.000-35.000 UP y 30.000-35.000 UPL.

A todo ésto habría que contar con el previsible aumento de la abstención, que puede ser de 10 puntos más según explicaba 'El Diario de León' en esta información (pasando del 75,92% de abril a un 66%). El problema para 'recolocar' un descenso de 29.000 votos (el 28A se contaron 293.712 papeletas en la provincia) en los resultados apostados en este análisis, es que no está nada claro a quién afecta. Por una parte el PP parece ir en ascenso, por otra los votantes más fieles según los sondeos parecen los de Unidas Podemos y Vox (este último también en ascenso). En teoría, los comicios suelen beneficiar a quien está en el Gobierno, en este caso el PSOE; aunque no parece que en esta cita sea el caso tras los sucesos de Cataluña.

Podría decirse que muchos votantes leoneses de Ciudadanos podrían ser los que acaparen esta subida de la abstención, pero no son suficientes para absorber siquiera un 50% de descenso (29.000 votos sería un 60%), con lo que es imposible saber cómo se repartirá el descenso de votos; más con la presencia leonesista en estos comicios. Lo dicho, hay al parecer más seguridad del resultado en escaños con el retorno del 'bipartidismo' en la circunscripción provincial que en el 28A, pero más incertidumbre que nunca sobre el comportamiento final del trasvase de votos.

El Senado, algo más ajustado

Según la previsión realizada, lo que sí quedaría más en el aire sería el resultado del Senado. Se eligen a cuatro senadores en listas abiertas. Es decir, cada votante puede elegir un máximo de tres candidatos y los cuatro con más votos son los que se sentarían en un escaño en la Cámara Alta.

Pero también pueden votar a dos, o a uno (el máximo es tres) y de cualquier partido. Es decir, que se puede dar el caso, y suena esta posibilidad en los mentideros, de que no todos los votantes de uno de los partidos mayoritarios marquen la casilla del cabeza de lista en la papeleta sepia, lo que podría hacer que sea el segundo de esa lista el que quedara en primer lugar.

Esto, en el caso de quedar en cuarta posición el segundo de esa lista, le permitiría dar la sorpresa en estas elecciones. Tradicionalmente la mayoría de votantes de PSOE y PP van con las papeletas desde casa, por lo que el primero en el Congreso tiende a sumar tres senadores y el segundo, uno. Vista la apuesta de este analista en la cantidad de votos que podrían sacar socialistas y populares en la urna de la papeleta blanca —en la que cabe una posibilidad de empate e incluso pequeño 'sorpasso' del PP (sobre los 85.000 votos)— cada apoyo a cada candidato va a contar como nunca. Aunque, sin arriesgar, lo normal es que queden por delante los socialistas (tres escaños) y segundos los populares (uno).

En resumen, y en lo importante que es el Congreso, lo que parece lógico es que el PP y el PSOE se lleven 2 diputados cada uno en la provincia de León; pero entra dentro de lo posible que Vox pueda arrebatarle uno al segundo partido (que debería ser el PP, aunque tenga pocas posibilidades de superar por poco al PSOE) y no se sabe qué efecto sobre los votantes, y los demás partidos, tendrá una candidatura leonesista que parecería un milagro que sacara diputado; aunque eso en la UPL no es nada que no lo pareciera desde siempre y tampoco en Ciudadanos, Unidas Podemos y el mismo Vox en esta cita electoral.

Porque por mucha lógica que se le ponga, el voto tiende a ser irracional; más cuando el hastío ha llegado a tal punto que los medios de León no han encargado una encuesta específica para el próximo domingo. Y hoy es el último día para publicarlas según la Ley Electoral.

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