Ángel Lago: “Soraya hacía que cualquier asunto pareciera fácil”

jura soraya sáenz de santamaría

J. M. López

La persona que se ha convertido en la columna vertebral del recién nombrado nuevo gobierno de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, comenzó su periplo profesional en León tras una carrera muy brillante y a renglón seguido de aprobar las oposiciones de Abogada del Estado, que culminó con igual brillo. Su primer destino, con 27 años, fue la delegación provincial del MEC en Léon, ya que Sanidad y Educación fueron las dos últimas competencias transferidas, en 2001.

Durante la primera temporada vivió en el Hotel Quindós hasta que decidió irse a vivir sola a un piso “que le ayudé a buscar y que finalmente encontramos en la Gran Vía de San Marcos”, tal y como ha recordado para ileon.com Ángel Lago el primer jefe de Soraya, de la que recuerda en varias ocasiones de la entrevista como “una mujer con una capacidad de trabajo impresionante, que desde el primer momento se puso a disposición de todos nosotros, tan amable como prudente, una excelente compañera”.

A lo largo de los dos años que permaneció en la capital leonesa, Soraya Sáenz de Santamaría defendió varios casos de calado, como la negativa de parte de los profesores de la ESO a vigilar a los alumnos durante el tiempo del recreo. Fue un litigio con bastante repercusión mediática que la nueva, y única, vicepresidenta del Gobierno de Rajoy defendió con ahínco y finalmente resolvió en positivo, ya que el dictamen final del contencioso administrativo entablado daba la razón a la tesis de la Dirección Provincial del MEC.

Ángel Lago recuerda, con mucho cariño, sobre todo a una compañera de la que destaca, amén de su capacidad de trabajo -que enuncia en tantas ocasiones como puede-, su capacidad casi innata para resolver con sencillez cualquier asunto; “Es de esas personas que hace que parezca sencillo cualquier asunto que acomete o resuelve, y eso que en la mayoría de los casos de sencillo no tenía nada”.

Su paso por León fue muy discreto y de esa época mantiene contacto con varias amigas, a las que ve con la frecuencia que su trabajo le permite.

El Rey y Soraya

Llegados a este punto, Ángel Lago quiso recordar una anécdota del verano de 1998 cuyos protagonistas fueron don Juan Carlos, Soraya Sáenz y el propio Ángel. Con motivo de la anual entrega de despachos en la Academia de Suboficiales del Ejercito del Aire, en la Virgen del Camino a principios del mes de julio, Ángel Lago se acercó a don Juan Carlos, a quien conocía desde hacía años, para presentarle a Soraya Sáenz como la nueva Abogada del Estado de la Dirección provincial del MEC. Al mismo tiempo Ángel Lago le recordó al rey que había recibido a toda la promoción de Soraya hacía 20 días y que entonces no se atrevieron a plantearle un problema que había surgido entre unas plazas de la Abogacía del Estado y otras de la Judicatura.

A esta cuestión le respondió don Juan Carlos dándole pequeños golpes en su barriga con el dedo índice, a la vez que señalaba, al compás de los ligeros toques en la tripa de Ángel Lago, que se acordaba perfectamente de ellas, pero que durante la visita al Palacio de la Zarzuela ninguna se atrevió a decirle nada y que como nada sabía, nada pudo hacer. “Y esto que te digo es muy cierto como tan cierto que no lo sabe nadie más”, añadió Ángel Lago a la vez que con su propio dedo índice repetía la operación en su barriga, a modo de recordatorio.

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