La inversión en obra pública se podría duplicar este año hasta los 1.500 millones y generar unos 10.000 empleos
La inversión en obra pública marcará este año un hito en la recuperación económica. Las previsiones apuntan a una cifra récord de 1.500 millones en Castilla y León, más del doble que hace un año. Las políticas de austeridad y la falta de recursos obligaron a las administraciones a paralizar numerosos proyectos. Sin embargo, algunos comenzarán a salir de los cajones a lo largo de 2014, un ejercicio preelectoral en que el sector de la construcción podría crear unos 10.000 empleos.
“Mejor de lo previsto”, así se presenta el año para el presidente de la Cámara de Contratistas de Castilla y León, Enrique Pascual, quien se mostró “optimista” con la evolución de la inversión pública, que este año está creciendo como “la espuma”, si bien rechazó la “euforia”, aunque no escondió que supondrá un cambio de ciclo para la construcción. “La economía va a notar el tirón del sector”, dijo, por el “efecto contagio” que tienen las obras en infraestructuras.
En ese sentido, Pascual explicó que en términos de volumen de obra pública, este ejercicio será similar a 2010, cuando salieron a concurso 1.671 millones. Aquel año, como 2014, fue previo a las elecciones autonómicas, locales y generales y coincidió con un periodo de leve recuperación económica. El presidente de los contratistas señaló que desde 2009, cuando se licitaron 4.567 millones, el sector lo ha pasado “muy mal”. “Nos hemos sentido bastante solos. Algunos han tenido que poner su patrimonio personal para salir adelante y lo han perdido”, añadió.
Asimismo, Pascual se mostró convencido de que se superarán los 1.500 millones de licitación en Castilla y León, una cifra no vista desde cuatro años, llegando incluso a los 1.600 o 1.800. Indicó que este año las administraciones han adelantado las publicaciones de los concursos públicos. De hecho en el primer trimestre, la obra pública licitada se disparó hasta los 510 millones, un 422 por ciento más que en el mismo periodo de 2013, cuando la cifra fue de 97,8 millones.
Por tanto, entre enero y marzo, el conjunto de las administraciones licitaron casi el mismo importe que durante 2012 o 2013, cuando buscaron adjudicatario para 557 y 650 millones, respectivamente. Por este motivo, la Cámara de Contratistas considera que el año dejará mucha carga de trabajo a las constructoras ya que en su opinión cuando se acercan el final de los mandatos las administraciones “afinan más”, por lo que se adjudicará a su juicio el 80 por ciento, frente al 60 de media.
No obstante, el crecimiento de este año supone solo la confirmación de los 'brotes verdes', que germinaron en 2013, y el primer paso para la recuperación. El presidente de la Cámara de contratistas insistió en que el sector necesita una inversión anual en Castilla y León de 3.500 millones para recuperar el terreno perdido durante los años de crisis económica. “Hay margen de crecimiento en los próximos años”, dijo Enrique Pascual, quien reconoció que será complicado alcanzar los más de 4.000 millones de hace un lustro.
Planificación
Por otra parte, Enrique Pascual reconoció que la planificación de las inversiones que realizan las administraciones central, autonómica y local no suele cumplirse en un 40 por ciento por la complejidad del proceso administrativo -informes ambientales, alegaciones y ocupaciones de terrenos-. De hecho, los presupuestos públicos recogía para 2013 una inversión de 1.013 millones, de los que se licitaron 650 millones y se adjudicaron 413. Para este ejercicio, la previsión se eleva hasta los 2.013 millones, de los que 1.388 corresponden al Estado, 274 a la Junta de Castilla y León y 350 a las entidades locales.
El presidente de los contratistas sostuvo que la administración estatal es la “más cumplidora” por la experiencia que atesora en los procesos de contratación. Las diferencias entre lo presupuestado y la inversión que se materializa provoca desajustes en las empresas, que este año ya están preparadas para atender un mayor volumen de obras. Por ello, señaló que el sector podría crear este año unos 10.000 puestos de trabajo, dejando la cifra total de empleos en los 80.000, lo que a su juicio tirará de la economía.
Al respecto, insistió en que la recuperación no llegará al país sin la construcción. Aseguró que en España ya se ha producido el esperado cambio de modelo productivo, puesto que el sector sólo representa ya el diez por ciento, mientras en Francia supone el 12. Sostuvo que la especulación inmobiliaria ha generado “confusión” ya que a su juicio su actividad es necesaria puesto que señaló que los hospitales se queda “obsoletos”, las carreteras se “estropean” y las infraestructuras hidráulicas se deben mejorar. Además, destacó la importancia de la regeneración urbana y la eficiencia energética.
Bajas temerarias
“Milagros no se pueden hacer”, dijo Enrique Pascual en relación a las ofertas que algunas empresas presentan con bajas consideradas “temerarias” puesto que plantean presupuestos hasta un 50 por ciento inferior a la licitación. Aseguró que la Cámara ha tratado este asunto con el Ministerio de Fomento y la Junta para que no sólo tengan en cuenta la oferta económica, si bien señaló que esta problemática la debe resolver el propio mercado. Por ello, abogó por la concentración para evitar que algunas constructoras se hagan con contratos que luego no pueden ejecutar.
Recalcó que en España el precio del metro cuadrado de las infraestructuras es inferior al de Europa, a pesar de la polémica surgida en torno a los sobrecostes en la ampliación del Canal de Panamá. Además, destacó el buen comportamiento del exterior, si bien señaló que de momento es sólo un “entretenimiento”, aunque defendió la necesidad de que las empresas se posicionen en nuevos mercados. “La construcción viaja mal”, agregó al tiempo que reconoció que las empresas que se han asentado fuera es difícil que regresen.
Finalmente, Pascual concluyó que el buen comportamiento del mercado interior y exterior no permitirá la reapertura de alguna de las 5.600 empresas que ha perdido el sector desde 2009. Explicó que su núcleo es el capital humano, que aseguró se tarda muchos años en formar. “Once jugadores no es equipo”, remachó al tiempo que lamentó el cierre de importantes firmas de Castilla y León con una “buena” solvencia técnica.
