ANÁLISIS

Elecciones en el Colegio de Economistas de León: entre ser, estar y aparentar

María Díez y Javier Cepedano, aspirantes al decanato del Colegio de Economistas de León.

Las luchas y batallas de poder habituales de las sociedades civilizadas se suelen hacer mediante las urnas. Y unas veces estas se convocan por estamentos, y la batalla electoral cercana de más interés en León son las elecciones que este martes, 7 de febrero, va a celebrar el Colegio de Economistas de León.

Medio millar de economistas están llamados a la cita con las urnas para elegir al sucesor de la hasta ahora decana, Nuria González Rabanal. Y la cita ha excitado sobremanera el ‘quién es quién’ de León por ser una carrera entre dos perfiles muy distintos: el del hasta ahora presidente de los empresarios de la FELE, Javier Cepedano, y el de la ejecutiva de la empresa Soltra, María Díez Revilla.

Javier Cepedano es un nombre que no ha parado de salir en la foto desde que se hizo con la presidencia de la patronal empresarial FELE. Aspira a presidir a los economistas leoneses en un momento de salida del cargo, que ha ocupado desde que en la crisis del 2008 el constructor Nacho Tejera dimitiera por los problemas de gestión de Agelco y Lagunair, entre otros. Desde entonces ha sido el perfecto portavoz de la principal asociación de los empresarios leoneses pero el ‘clan constructor’ quiere volver al poder y planean colocar a Juan María Vallejo como nuevo presidente de la FELE, quien fuera mano derecha del empresario condenado por corrupto José Luis Ulibarri antes de volar solo con su empresa Geoxa.

Cepedano se mantiene además en el cargo de Presidente del Consejo Social de la Universidad de León, un puesto nombrado por la Junta de Castilla y León en el que sigue gracias a la renovación de los de todas las universidades públicas realizado recientemente.  El PP mantuvo todos los nombres para evitar injerencias de Vox y su permanencia en el cargo durante tantos años, viene de la época del rector José Ángel Hermida, se debe a que la Junta eliminó la limitación de mandatos para que Ignacio Sánchez Galán, el presidente de Iberdrola, haya seguido en la Universidad de Salamanca. Precisamente esa renovación automática que hizo la Junta de Castilla y León ha dejado con silla en el Consejo Social de la ULE a alguna ‘reconocida’ economista que hace más de 2 años que no asiste a las reuniones, pero que sigue figurando.

Porque en el fondo lo que muchos buscan en estos puestos es el figurar, ya que al poder a veces es más aparentar que ostentarlo. El Colegio de Economistas de León tiene importantes retos, como ser una entidad que tenga relevancia pública en el análisis de la situación socioeconómica de la provincia de León, en decadencia desde hace décadas. Lo que parece es que nadie en las instituciones leonesas sabe leer la página el Instituto Nacional de Estadística para sacar conclusiones sobre demografía y economía y dar soluciones. La labor del Colegio, como hace muy adecuadamente el Colegio de Economistas de Valladolid, debe ser ofrecer un análisis serio de su materia, y la de la sociedad la de exigir a quienes tienen el poder que den soluciones a los problemas encontrados. El fracaso de la Mesa por León pone de manifiesto la necesidad de contar con analítica de calidad e independiente que ponga a los políticos contra el espejo de sus propias contradicciones e incapacidades.

Ante el perfil del clásico Cepedeno se presenta uno nuevo, el de la ejecutiva de Soltra María Díez Revilla, la empresa-fundación controlada por las familias que fueron dueñas del gigante cervecero Modelo. Una candidatura que se presenta como “plural e independiente” y que aspira a un colegio “con mayor presencia institucional y comprometido con su acción externa” Más allá del talento evidente que hay en ambas candidaturas, se confrontan dos modelos, el de siempre y el de algo nuevo, y ahí cada uno tiene que elegir sus preferencias. Si la candidatura de Díez Revilla consiguiera el cargo se mantendría además un nombre femenino entre la estructura de poder leonesa, que tiene tanta falta de representatividad en ese sentido, y a las fotos de los medios de comunicación de cualquier día me remito.

Las elecciones del Colegio de Economistas de León son en el fondo quizás una sencilla explicación de cómo funciona y evoluciona la sociedad, de la querencia por ‘estar en el cotarro’ y de la falta de autocrítica que necesitamos. Estas entidades pueden tener un gran impacto social si trabajan, como se ha demostrado que se puede hacer, con todos los matices necesarios, los colegios profesionales integrados en ColproLeón. La provincia necesita, sin duda, compromiso más allá de apariencias en el lugar donde cada uno pueda aportar. 

PD: Por si alguien tiene interés:

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