Cómo resistir contra viento y marea
El Baloncesto León seguirá vivo en 2.012. Tal afirmación parece sencilla si se hace ahora, pero durante todo 2.011 el equipo leonés ha sobrevolado sobre los problemas económicos. Viendo la trayectoria deportiva del equipo, no solo en este último año, podría parecer que no han existido. Pero lo cierto es que el equipo presidido por Joaquín Rodríguez hace filigranas para reunir una plantilla compensada cada campaña.
Cuando comenzó este año al que le quedan dos telediarios, los de Javier de Grado marchaban cuartos clasificados después de un buen arranque de temporada, 11 victorias y cinco derrotas. El resto de la temporada regular fue placentero y el equipo leonés concluyó quinto clasificado, lo que les aseguraba el factor cancha a favor por lo menos en la primera ronda, donde esperaba el Leche Río Breogán. Pero los de De Grado solo fueron capaces de ganar el primer partido, cayendo en los tres siguientes -uno de ellos en León-, lo que supuso decir adiós a la lucha por el ascenso a la ACB -en realidad una quimera, pues los problemas económicos hubieran supuesto un gran escollo, si es que se hubiera conseguido llegar a pagar el canon-. Baloncesto León decía adiós a la temporada como el único equipo en play-off que no aprovechaba el factor cancha a favor.
Con el final del curso llegaba el tiempo para la 'magia' de Joaquín Rodríguez desde los despachos. El presidente es de sobra conocido por su habilidad para sacar el mayor rendimiento al poco dinero de que dispone y realizar fichajes que compensen el equipo. Pero esta vez tras conservar prácticamente el mismo juego exterior hubo serios problemas para firmar interiores de garantías. Así se contrató al rookie americano JT Durley, un jugador con mucho potencial pero grandes carencias defensivas; al veterano falso cuatro Lucho Fernández y al norteamericano trabajador Chris Mortellaro, que procedía de la LEB-Plata donde aunque no destacó especialmente se ganó la fama de cumplidor. Posiblemente este haya sido el peor fichaje este curso. No por calidad del jugador, que aunque no la tiene cumple siempre y realiza bien el trabajo sucio; si no más bien porque no es el complemente que necesitaba JT Durley.
Con un juego interior muy novedoso y pocos días de entrenamiento llegó la competición y Baloncesto León se dio de bruces con la realidad, el equipo esta vez iba a ser muy cortito. Hasta la fecha los problemas deportivos están a la orden del día y el equipo no acaba de carburar. Muchas expectativas se pusieron en la aportación del alero italo-argentino Franco Rocchia, que se perdió prácticamente todo el 2.011 por una lesión en su hombro, pero que todavía no ha podido aportar por haberse resentido de la operación de principios de año, quedará esperar si el jugador es capaz de rendir durante lo que queda de campeonato con los importantes dolores que sufre constantemente, de hecho volverá a operar en cuanto sea incapaz de jugar o se acabe la competición. Los de De Grado marchan sextos por la cola con seis victorias y nueve derrotas, después de una racha de cuatro partidos perdidos y el próximo 30 de diciembre cerrarán el año jugando contra el Clínicas Rincón Axarquía, colista de la LEB-Oro con solo una victoria.
El 2.012 se presenta como un nuevo desafío para el equipo, tanto en los despachos como en el parquet. Más si cabe tras la noticia de que el 'cerebro' del equipo Juanjo Bernabé, deberá estar parado durante las primeras siete semanas del año. Durante lo que resta de curso se peleará por evitar el descenso y llegar al verano con la intención de luchar contra la crisis y permitir a León seguir disfrutando de baloncesto. Entre las decisiones importantes que se han de tomar en el nuevo curso está la renovación de Franco Rocchia. El alero italo-argentino termina contrato y ya se le planteó una oferta que el jugador desestimó con buen criterio antes de recaer de su operación en el hombro. Con el nuevo panorama el jugador estaría dispuesto a renovar a la baja, pero Joaquín Rodríguez deberá valorar si es lo conveniente para el equipo por los continuos problemas de lesiones del jugador y si lo que se le ofrece es su verdadero valor de mercado, hasta la fecha, es el integrante de la plantilla con mejor sueldo.
Del descenso ni hablamos, pues la triste noticia de la desaparición del Baloncesto León no entra en los planes de ninguno de sus aficionados.