César García Álvarez: “León es mi omphalos, el lugar en el que nací y del que nunca he querido irme”

Foto del investigador y profesor de Historia del Arte en la ULE, César García Álvarez. // Astorga Redacción

Manuel Cuenya

Investigador y profesor de Historia del Arte en la ULE, César García Álvarez es autor de libros como 'Iconografía fantástica y simbolismo en el Renacimiento', 'El simbolismo del grutesco renacentista', 'El laberinto del alma', 'Gaudí, símbolos del éxtasis' o 'Pulchra'.

'Iconografía fantástica y simbolismo en el Renacimiento' es su tesis doctoral, tal como la defendió, asegura César, cuya primera parte, que contiene una teoría de la simbología icónica, está sin publicar. Y le gustaría transformarla para darla a conocer al público.

En cuanto a 'El simbolismo del grutesco renacentista' se corresponde, según él, con la segunda parte de la tesis, dedicada a mostrar cómo los grutescos renacentistas son legibles de modo coherente como símbolos que expresan los valores propios de la cultura de su tiempo, concretamente el neoplatonismo.

“Creo que la tesis sigue siendo plenamente válida, pero hoy cambiaría muchos aspectos del texto, desde el propio título hasta parte de su contenido”, sostiene el profesor César García, cuyo libro 'El laberinto del alma' fue publicado primera vez en 2003, gracias al resultado de muchos años de investigación y reflexión sobre la iconografía presente en las enjutas de las capillas de la catedral leonesa, que le permitieron a su autor proponer la existencia de diferentes niveles de significado, convirtiéndolas en expresión de las concepciones propias del siglo XIII, “desde la muerte, el apocalipsis, la nueva naturaleza del purgatorio, el arsmoriendi, el bestiario simbólico, las fiestas paganizantes navideñas, el solsticio de invierno, la alquimia, la astrología, hasta la pervivencia de rituales mistéricos de la Antigüedad, sobre todo los propios del mitraísmo, que convierten a la catedral leonesa en la más rica y compleja de todo el gótico desde el punto de vista de la simbología”.

Cuenta César que en 2021, gracias al interés y apoyo de Héctor Escobar, publicó una nueva edición de 'El laberinto del alma. Iconografía, geometría y simbolismo en la catedral de León',“con añadidos y refuerzos de mi tesis, especialmente en lo relativo a las claves geométricas de la construcción de la catedral, en una edición magnífica realizada por Miguel Riera”.

Por su parte, 'Gaudí, símbolos del éxtasis', editado por Siruela, es un ensayo sobre el proceso creativo gaudiniano y el papel que, a juicio de su autor, juega en él el símbolo, entendido como síntesis mediadora entre la naturaleza, la geometría, la imaginación y el espíritu, “forjados por la tensión entre el sufrimiento y el éxtasis, que permitieron al arquitecto catalán alumbrar una relación totalmente nueva entre la estructura arquitectónica y la forma, que funde la materia con el sentido de un modo que va mucho más allá, no sólo del Modernismo, sino de cualquier otra estética anterior o posterior, y que está en la base de la originalidad y radicalidad de su obra”.

En 'Gaudí, símbolos de éxtasis' su autor propone lecturas simbólicas nuevas de buena parte de las obras de Gaudí, desde la Casa Batlló hasta el Parque Güell o la Sagrada Familia, reforzando su interpretación de la Casa Botines como un dragón, tanto en su fusión de formas draconianas en la puerta, tejado, rejas, torres, etcétera, como en la presencia de la constelación de Draco en su planta trapezoidal, y las múltiples implicaciones simbólicas que de ello se deduce.

Respecto a su libro 'Pulchra', César García considera quese trata de un libro único, “una joya editorial nacida nuevamente del entusiasmo de Héctor Escobar y la labor de Miguel Riera, que, con una selección de algunas de las mejores fotografías que Manuel Martín dedicó a la catedral, y textos míos, aspira a ser un homenaje a la eterna belleza de la catedral leonesa, que ambos amamos con tanta intensidad”.

Lástima que Manuel Martín se muriera –nos recuerda César– y no pudiera ver el libro finalizado, no obstante, sí llegó a ver una parte importante del resultado final de este libro, que es, según César, una síntesis de su fascinante creación fotográfica, y una declaración de amor a la catedral leonesa.

León es, innegablemente, uno de los lugares de España con mayor y mejor número de escritores en cualquier género. En lo relativo a la Historia del Arte, próximamente verá la luz un gran proyecto relacionado con León, elaborado por el Área de Historia del Arte de la Universidad de León, que intentará hacer justicia al riquísimo patrimonio artístico que atesora la provincia leonesa

León como ciudad histórica, estética, cultural y simbólica desconcertante

Tal es la pasión de César García por su ciudad natal, que siente un amor inmenso y una fascinación grande por la misma. “León es mi omphalos, el lugar en el que nací, crecí, y del que nunca he querido irme, el sitio al que siempre he regresado... con el deseo de desvelar los inagotables secretos y tesoros que encierra. Nacer en un lugar quizá sea azaroso, pero el genius loci marca con una huella indeleble a quien resulta sensible a su hechizo. León es una ciudad de una densidad histórica, estética, cultural y simbólica desconcertante, gran parte de cuyo legado y sentido todavía aguarda ser desvelado y difundido, y esa es una de las tareas que siento como esenciales de mi vida y obra”, expone el profesor universitario de Historia del Arte César García Álvarez, cuyos seis libros publicados hasta ahora derivan directamente de sus investigaciones y de su docencia.

“Mis estudios sobre simbología, tanto de la catedral, como de la obra de Gaudí o del simbolismo renacentista, han nacido de la extrema singularidad, originalidad y profundidad de las grandes obras artísticas creadas en la ciudad, cuyo número y complejidad realmente son desconcertantes”, añade él, cuya actitud hacia la literatura, y hacia cualquier campo creativo, es abierta, universalista, aceptablemente desprejuiciada.

“En cualquier caso, León es, innegablemente, uno de los lugares de España con mayor y mejor número de escritores en cualquier género. En lo relativo a la Historia del Arte, próximamente verá la luz un gran proyecto relacionado con León, elaborado por el Área de Historia del Arte de la Universidad de León, que intentará hacer justicia al riquísimo patrimonio artístico que atesora la provincia leonesa”, afirma César García, que, si bien es docente, nunca ha aspirado a escribir de modo academicista, sino más bien a amoldar su escritura a lo que considera la naturaleza última de cada proyecto. “Por ejemplo, mi libro 'Pulchra' contiene algo de histórico y artístico, algo de literario y poético, algo de ensayístico, algo de biográfico, algo de filosófico y teológico, algo de científico, pero sin ser en realidad nada de todo ello. La escritura de cada texto emana para mí de su sentido profundo particular”, aclara él, que siempre está trabajando en varios proyectos a la vez. Y en estos momentos, además de trabajar en varios artículos, también está con un libro sobre Botines, otro sobre la obra de Ignacio Gómez de Liaño, otro sobre nuevos aspectos simbólicos de la catedral, otro sobre la relación entre música y belleza, incluso con varios libros que nacerán del archivo fotográfico de Manuel Marín, que se irán publicando con el paso de los años, el primero dedicado a una selección de las mejores fotografías relacionadas con la Semana Santa leonesa. Y por supuesto piensa realizar el gran proyecto de su vida, una novela, que resumirá todo supensamiento y visión del mundo.

Cree que tanto la pandemia como la actual guerra han pillado en parte desprevenida a gran parte de un mundo que, creyendo superficial y erróneamente el “fin de la Historia”, consideraba inevitable el progreso hacia la riqueza, la paz y la salud, olvidando lo irreductible que es parte de la realidad a la razón y a nuestros deseos, y obviando la naturaleza cíclica de la realidad natural y humana.

'Pulchra' es un libro único, una joya editorial nacida nuevamente del entusiasmo de Héctor Escobar y la labor de Miguel Riera, que, con una selección de algunas de las mejores fotografías que Manuel Martín dedicó a la catedral, y textos míos, aspira a ser un homenaje a la eterna belleza de la catedral leonesa, que ambos amamos con tanta intensidad

“La fulminante expansión del virus, unida a la sobreexposición mediática, la sobreinformación y la desinformación, tan íntimamente unidas, ha provocado profundas alteraciones de todo orden, cuyo impacto apenas atisbamos todavía a vislumbrar. Por su parte, la reaparición del fantasma de una guerra nuclear supone otra expresión intensa del regreso de la Historia, en parte porque su impacto se refuerza por olvidar o ignorar los numerosos conflictos bélicos que siempre existen en el planeta, en parte porque no logramos todavía encajar en los modelos que conocemos el comportamiento de Putin y el significado de esta guerra, que tiene algo de invasión totalitaria, algo de delirio napoleónico, algo de locura nacionalista, algo de guerra civil, algo de nazi, algo de comunista, pero que, sobre todo, ha supuesto, como toda guerra, que sólo fascina a quien no la vive, muerte, destrucción y sufrimiento, quizá propios del permanente solve et coagula alquímico que parece regir el universo, pero que nos han inundado de dolor y congoja”.

Entrevista breve a César García Álvarez

“La memoria, como sabían los griegos, es la madre de las musas, del arte, del conocimiento, de la humanidad”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Algunos libros, como 'La Divina Comedia' o la 'Biblia', los releo constantemente. Otros los he leído en gran número de ocasiones, como 'El nombre de la rosa' y las restantes novelas de Umberto Eco, 'El retrato de Dorian Gray', las novelas de Robert Graves, la 'Odisea', 'El Quijote' o 'El señor de los anillos', y quiero leer por tercera vez 'En busca del tiempo perdido'.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Mis seres queridos, y yo mismo, porque si desaparezco no podría hacer ni escribir nada más. A los demás ejemplos literarios, creativos o vitales los he defraudado demasiado como para citarlos.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Las infinitas pseudonovelas históricas hijas de 'Los pilares de la Tierra'.

Un rasgo que defina tu personalidad.

La inquietud.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

El equilibrio armónico entre sus diversas virtudes.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Los lamentos por la miseria de la vida y la degradación de la vida social se remontan hasta el antiguo Egipto, y en toda época, cuando se analiza de cerca y detenidamente, existen suficientes tensiones, contradicciones y grietas que desmienten la visión monolítica que brinda la distancia y la perspectiva histórica. Nuestro tiempo no es una excepción, y mientras lo vivimos, disfrutamos lo que podemos individualmente, y nos quejamos amargamente de la totalidad. Aun así, es obvio que la política se encuentra profundamente degradada, polarizada, infantilizada e ideologizada, y como la ideología consiste en poseer las respuestas antes de las preguntas, todo el mundo se cree sabio, lo cual es muy gratificante, aunque todos seamos unos ignorantes en casi todo, excepto en las pequeñas parcelas que cultivamos. Este infantilismo ideológico partidista provoca que los problemas no se abordan con el deseo de conocerlos profundamente para poder solucionarlos, sino que se apliquen etiquetas vacuas, como derecha, zquierda, o progreso, que sirven como estímulos reflejos para que los votantes acudan dóciles a sus partidos-iglesia. El pensamiento crítico, aunque más extendido que nunca, queda aplastado por la inmensidad de las banalidades que circulan por los medios y las redes sociales, y el resultado es, en términos platónicos, el triunfo absoluto de la opinión en unos tiempos que poseen todos los medios para alcanzar el conocimiento, e incluso la sabiduría.

Por su parte, la confusión entre información y conocimiento, o el desprecio de la memoria, son otros dos factores sumamente dañinos. La información es el ingrediente del conocimiento, pero no el conocimiento mismo, que nace del nexo, la reflexión, el juicio, el contraste, la duda... tener mil bibliotecas en Internet no sirve de nada, si esa información no se convierte en conocimiento, y este en sabiduría. Del mismo modo, el desprecio de la memoria, mal identificada con la memorización mecánica, está provocando un gravísimo daño intelectual y cultural, puesto que sin memoria carecemos de identidad, recuerdos, conocimientos y habilidades. Siempre se cita mal la frase de Santayana, precisamente porque citarla no es comprenderla, que afirma que “los pueblos que olvidan su Historia están condenados a repetirla”, es decir, que si olvidamos las guerras mundiales las repetiremos necesariamente. Esto es una idiotez, porque lo que se olvida no se puede repetir, precisamente porque Santayana se refería al olvido de los procesos que permiten, por ejemplo, fabricar una rueda o crear libros. Cuando olvidamos lo que sabemos, como saben amargamente los enfermos de Alzheimer o sus familiares, lo que queda es la nada, no la repetición de lo vivido. La memoria, como sabían los griegos, es la madre de las musas, del arte, del conocimiento, de la humanidad, y debemos, como ellos hicieron, convertirla en un arte, en una técnica viva que nos permita hacernos poseedores de lo que sabemos y aprendemos, y gracias a ella recuperar otras artes olvidadas, como la oratoria o la retórica, el buen hablar, que ha sido deliberadamente borrado de la formación académica para mantener a los alumnos en un estado de ignorancia y falsa rebeldía. De nada sirven las nuevas tecnologías si no dominamos las antiguas, y por encima de todas ellas, el pensamiento y el lenguaje.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

La contemplación, la música, el cine, la lectura, el arte, los viajes. Estar en paz. Estar con mis seres queridos y con mi hijo.

¿Por qué escribes?

Por necesidad, para que afloren las estrellas y agujeros negros de mi mundo interior.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Sólo uso Instagram, porque la primera vez que fui a escribir algo en Twitter ya había alguien insultándome antes de publicar el post. En mi cuenta, @Cesargaral1, publico todos los días retos relacionados con el arte y el conocimiento, que me obligan a escribir la solución en los caracteres que caben en uno o dos estados de WhatsApp. Ello me impele a ser tan conciso, ameno, riguroso y didáctico como sea posible, y supone un ejercicio diario que siempre espero que agrade a quienes siguen los retos, los cuales, por cierto, comencé a realizar hace ya tres años para una alumna excepcional, Camino Jiménez, la única con parálisis cerebral que ha obtenido el Grado en Historia del Arte en España, y prácticamente en Europa. En mi cuenta, además, rindo homenaje a aquellos fallecidos a los que agradezco que aportaran algo enriquecedor a mi vida, bien sean músicos, cineastas o escritores, entre otras categorías, y también información sobre mis actividades, además de algún meme de cosecha propia y alguna fotografía en la que no salga ni yo ni lo que estoy haciendo o comiendo..

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Una gran parte de lo que nos influye lo hace de manera inconsciente, puesto que somos el resultado de todo lo que hemos sentido, pensado y vivido, y que no sólo comprende la escritura, sino también, en mi caso, el arte, la música o el cine, entre otros estímulos. Por otra parte, cada escritor recuerda aquellos autores que le deslumbraron como un faro y un modelo cuya altura intenta alcanzar. En mi caso es una larga nómina, que comprende a autores para mí esenciales, tan diferentes como Platón, Dante, Umberto Eco, Robert Graves, Proust, Oscar Wilde o Ignacio Gómez de Liaño, y sin embargo es más que posible que mi modo de escribir no evoque ninguna de esas influencias, para mí decisivas, a ningún lector. Ahora bien, tan influyentes como ellos me resulta la música de Bach, Beethoven, Monteverdi, el canto llano, Wagner, Berlioz, la polifonía medieval o renacentista, Puccini, Mozart, Mahler o tantos otros compositores clásicos, así como la de Franco Battiato, Mike Oldfield, Vangelis, Jean Michel Jarre, Wim Mertens, Michael Nyman u otras decenas de músicos, bajo el hechizo de cuya música afloran en mí ideas, sensaciones, intuiciones y sentimientos que acaban casi traduciéndose solos a palabras.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Lo cierto es que no sigo blogs literarios. Leo las columnas de Savater, Félix de Azúa, Sergio del Molino, Arturo Pérez Reverte, Andrés Ibáñez o Juan Manuel de Prada, y no porque esté necesariamente de acuerdo con ellos, sino por el talento que exhiben. Siempre he tenido intención de crear una página web, pero tengo tantas ocupaciones que hasta tengo deudas con el Banco del Tiempo, de modo que es un proyecto siempre aplazado.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

El palíndromo latino que se atribuye a GuyDebord: “In girumimusnocte et consumimurigni” (“Damos vueltas en la noche y somos consumidos por el fuego”).

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