Tònia Passola: “Gamoneda es el más longevo y reconocido patriarca de las actuales letras leonesas”

La catedrática de lengua y literatura y poeta Tònia Passola.

Manuel Cuenya

Conocí a la catedrática de lengua y literatura y poeta Tònia Passola en el Encuentro Literario que hicimos en Noceda del Bierzo en agosto de 2013. En ese encuentro también estuvo presente el poeta y artista Gustavo Vega, su compañero, a quien he tenido el gusto de entrevistar para esta misma sección de la Fragua literaria leonesa.

Si bien Tònia nació en Barcelona, se siente asimismo leonesa, porque León es, en su opinión, su segunda ciudad. Y desde sus veintiún años ha formado parte de su vida, “también en ella he ido creciendo hasta el día de hoy”, señala. “León me ofreció no solamente a mi nueva familia, la de mi pareja, Gustavo Vega Mansilla, sino que me descubrió un mundo que para mí era extranjero y como todo lo foráneo, atractivo y enriquecedor: ”¿No ves / Que no soy de tu país, /Amor?“, para decirlo con este verso del primer poema de 'El silencio', libro de Agustín Delgado”, agrega Tònia, que se muestra fascinada con las canciones leonesas y sus costumbres ancestrales así como con su espíritu gozoso y anárquico.

“Desde aquel 1973 que la pisé por primera vez ha cambiado, como todas las ciudades del estado español. Rincones con sabor a cecina y vino añejo, algunos que ya no llegué a conocer como las casas con soportales del barrio de Santa Ana. Cuando Gustavo Vega me llevó hasta allí la decepción inundó su rostro ante la presencia de su recién estrenada destrucción. También recuerdo subir las escaleras déco de los almacenes Pallarés, hoy Museo de León, para comprar alguna herramienta en sus estantes de ferretería. E ir a la casa de los Botines donde, por cierto, el dentista Llamazares me extrajo inesperadamente una de mis muelas. Y no hablo de la riqueza arquitectónica que siempre recibe con su sonrisa llena de memoria. Acercarnos hasta la catedral, después de un día de trabajo, ya sea verano o invierno, forma parte ya de mi cotidianidad leonesa”, rememora con cariño la creadora de libros como 'Cel rebel' y 'Sensualitat del silenci', que vieron la luz gracias a los premios que recibiera.

“Quizás sin ellos todavía mis libros no existirían. O quizás sí. No me gusta dar consejos, y me lo digo a mi misma: nunca te fíes de los premios. Alegría al recibirlos, mucha. Pero la poesía continua respirando siempre sin ellos. Comparto plenamente lo que decía Virginia Woolf: 'No hay necesidad de apresurarse, no hay necesidad de brillar. No hay necesidad de ser nadie más que uno mismo'”, expresa Tònia Passola, contenta de que algunos de sus poemas hayan sido traducidos a diversas lenguas como el griego, macedonio, albanés, árabe, chino, entre otras, traducciones que han surgido, según ella, de los encuentros y festivales, de las amistades nacidas en estos momentos maravillosos en los que hay ganas de conocerse e intercambiar poesía.

Recuerda que, pocos años después de su llegada a León, las revistas 'Cuadernos leoneses de poesía' (1977-1979 y 1981) y 'Alcance' (1978) eran las que llevan la antorcha poética.

“'Alcance', dirigida por Gaspar Moisés Gómez, que con mirada azul nunca se cansaba de regalar su poética amistad, es en donde -en el número dos del verano de 1978- se incluyó mi poema -de forma bilingüe- 'A sorbos las amapolas, los sonidos, los cuerpos', siendo la primera vez que un poema mío veía la luz en una revista. De esto ya hace años. De mi generación, Julio Llamazares (1955) con su poesía me invita a los lares de su niñez: ”Nuestro abandono es grande como la existencia,/ profundo como el sabor de las frutas machacadas“, dice en 'La lentitud de los bueyes'. Poeta con sabor rural, a tierra patria, con versos como estos de 'Memoria de la nieve': ”La noche nos golpea y caminamos hacia el país de las / leyendas olvidadas y los árboles de hielo“ o ”Nieva impecablemente sobre los páramos de mi memoria“. Añadiría todos sus versos porque, con su nevada calidez, Llamazares me transporta a los paisajes leoneses arropados con la niebla de la nostalgia”, afirma Tònia Passola, que destaca 'Luna de lobos' y 'La Fuente de la Edad' de Luis Mateo Díaz como dos novelas homenaje tejidas con las sinestesias de los paisajes que los vieron nacer y crecer.

Tònia reivindica asimismo la figura y la obra de Gamoneda, “el más longevo y reconocido patriarca de las actuales letras leonesas. Con él, 'arden los significados' porque, como en este verso suyo, entre el caudal de imágenes poéticas, siendo apolíneo y dionisíaco, renace siempre con su revolucionaria juventud”. Respecto al poeta Juan Carlos Mestre (1957) dice que le atrae por su traspasada cotidianidad, “por su torrencial imaginación impregnada de místico surrealismo: 'Bienaventurado el pájaro cuyo canto despierta el corazón de una madre en las ramas de la tristeza'”.

Desde aquel 1973 que la pisé por primera vez ha cambiado, como todas las ciudades del estado español. Rincones con sabor a cecina y vino añejo, algunos que ya no llegué a conocer como las casas con soportales del barrio de Santa Ana. Cuando Gustavo Vega me llevó hasta allí la decepción inundó su rostro ante la presencia de su recién estrenada destrucción. También recuerdo subir las escaleras déco de los almacenes Pallarés, hoy Museo de León, para comprar alguna herramienta en sus estantes de ferretería. E ir a la casa de los Botines donde, por cierto, el dentista Llamazares me extrajo inesperadamente una de mis muelas. Y no hablo de la riqueza arquitectónica que siempre recibe con su sonrisa llena de memoria. Acercarnos hasta la catedral, después de un día de trabajo, ya sea verano o invierno, forma parte ya de mi cotidianidad leonesa

Raigambre literaria leonesa

En este su repaso por la poesía leonesa, menciona a Ángeles Basanta (1960), “que desde el Bembibre de la niñez escribe su libertad con la espiritualidad de crepúsculos y amaneceres y que, con inteligente melancolía, es experta en Poesía de la Inexperiencia... A Eloísa Otero (1962) la descubrí en Barcelona con 'Ellas tienen la palabra' (1997), interesante antología, ya que apareció en un momento donde la voz poética de las mujeres era poco conocida. ”He de jugar a crecer chispas hacia dentro“ escribe en 'La Fuente dormida' (1982), su primer libro, entrañable por estar impreso con grafía de máquina, la de las máquinas que acompañaron nuestros primeros escritos. Eloísa hace honor a su nombre literario y a este verso, porque silenciosa y secreta, generosa, va al grano, y con su creatividad no para de cuidar y organizar actos poéticos en León. Su importante presencia en 'Tam Tam Press', revista digital leonesa, son una muestra de ello”.

Poetas del setenta

Entusiasta de la poesía leonesa, Tònia, convencida de que León es tierra de poetas, hace referencia a las poetas Ana Isabel Conejo y Julia Conejo Alonso, “dos hermanas que con la creatividad de sus genes muestran la veraz grandeza de la poesía, su potente fragilidad”; “Luis Artigue (1974) que, con promiscua genialidad, sabe ”Vivir autónomamente/ interpretando nuestra ruta vital / de un modo gozoso e imaginativo“; ”Nuria Antón, con estos versos de 'Cárcel': “la vida es un jersey tejido por la agujas del tiempo”, libro en donde me escribió: 'En el sonido de un abrazo y en la luz del encuentro'“; ”Rafael Saravia (1978), que de pequeño llegó a León, enraizado a su paisaje escribe: 'Los soñadores reúnen barro para el deseo futuro'. Saravia, con infatigable generosidad, abre horizontes poéticos en estas tierras en las que hasta el adobe sueña. Y Felipe Zapico (1960), con quien he coincidido en algunos encuentros, que con irreverente ternura tira la piedra y nunca esconde la mano... Me olvido de muchos“, afirma Tònia, que le dedica unas palabras al poeta pluridisciplinar Gustavo Vega Mansilla, ya que, gracias a él, ha recorrido y descubierto la tierra leonesa, incluido su querido Bierzo natal, habida cuenta de que Gustavo Vega nació en Villaverde de los Cestos, en el Bierzo Alto.

Recorrido por las revistas señeras leonesas

Cuenta Tònia que en la posguerra sopló el aire regenerador de las revistas 'Espadaña' (1944-1951) y 'Claraboya' (1963-1968). “'Espadaña', con la rebeldía apacible de Eugenio de Nora, la generosa y sabia inteligencia de Antonio González de Lama que, con su talante socrático, influyó a toda una generación y Crémer, que no dejó de escribir hasta el día que dejó este mundo. Gracias a ellos en León se divulgó la poesía española más brillante de la postguerra. Sin dejar, a la vez, de dar a conocer la poesía extranjera”.

Por su parte, 'Claraboya' se estrenó con el entusiasmo, según Tònia, de los grandes poetas Agustín Delgado, Luis Mateo Díez, Ángel Fierro y José Antonio Llamas, que contaron con la colaboración de los veteranos Antonio González de Lama, Gamoneda, Pereira o Gaspar Moisés Gómez. “He pasado por la biblioteca para dar una ojeada a sus tres encuadernados volúmenes. Una maravilla cada revista. Una celebración poética que, en el recorrido de sus doce primeros números, acompañada por la fuerza sutil de los dibujos trazados en tinta negra corroboran una vez más el 'Ut pintura poesis' horaciano”, evoca Tònia a la vez que siente que la vida está llena de coincidencias, que le hacen sonreír. “Entre la constelación de poetas como Gamoneda o Gaspar Moisés Gómez... han aparecido Vicente Aleixandre, José Agustín Goytisolo, Vázquez Montalbán, Joaquín Marco, José Batlló, Josefa Contijoch y Pere Gimferrer. Todos ellos vivían y los dos últimos viven, todavía, en Barcelona. A Josefa Contijoch me ha sorprendido encontrarla en León, en los números diez (1965) y quince (1967) de 'Claraboya'. Vecina de página de la 'beat generation' escribe: 'hemos de promover la aurora, / hemos de provocar la vida'. Con Josefa organizamos cada año durante la Semana de la Poesía de Barcelona unos recitales para homenajear a Felícia Fuster, una de las grandes poetas en lengua catalana... En la última etapa de 'Claraboya' se incluye también poesía catalana y gallega. En enero y febrero de 1967 se anuncia la edición bilingüe de 'Vacances pagades' de Pere Quart y la de 'Sinera' de Salvador Espriu, libros editados también por 'El Bardo' en 1966. Mientras que en los números dieciséis y diecisiete de 1967, Basilio Losada, incluye en bilingüe a los poetas en lengua gallega. La revista se despide con la 'Joven poesía cubana' en su último número de enero, febrero de1968”.

Otra grata coincidencia, para Tònia, ha sido descubrir que la buena amistad entre José Batlló, editor de 'El Bardo', con Ángel Fierro y José Antonio Llamas, hizo no solo que Batlló mandase algunos de sus poemas a 'Claraboya', sino que en 1971 Luis Mateo Díez publicase en su editorial el libro 'Equipo Claraboya: Teoría y poemas', en donde cuenta que la revista reúne a: 'un grupo de poetas que pretenden renovar la lírica de su entorno'.

“Precisamente en 'El Bardo', donde Amelia Romero sigue con la colección, ha publicado en 2021 mi libro 'Salto al espejo'”, añade Tònia, que reivindica el Ágora “como el pan de cada día”, que acoge a toda aquella persona que le apetezca compartir poesía cada último viernes de mes en el pequeño anfiteatro la plaza San Marcos. Y estuvo, como público, en el décimo Encuentro Poético en San Miguel de la Escalada, que con el título de 'El Silencio y la Luz', entre otros, recitó Gustavo Vega.

En estos momentos, Tònia tiene previsto publicar dos libros, uno en catalán-francés y otro en catalán-español, aparte de algún libro más. “Este 2022 promete ser fructífero”, agradecida por esta fragua.

Entre la constelación de poetas como Gamoneda o Gaspar Moisés Gómez... han aparecido Vicente Aleixandre, José Agustín Goytisolo, Vázquez Montalbán, Joaquín Marco, José Batlló, Josefa Contijoch y Pere Gimferrer. Todos ellos vivían y los dos últimos viven, todavía, en Barcelona.

Cree que la pandemia es un aviso a la volubilidad del ser humano. “Un aviso más, sobre todo a nuestra sociedad, tan consentida de consumo y bienestar. Espero que esta amenaza sirva, entre otras cosas, para mejorar el sistema sanitario. La sociedad cambiará después de esta pandemia, como ocurrió con el 11-S. Y ojalá no sirva definitivamente para entorpecer todavía más los largos trámites de control a la hora de comunicarnos”, especifica, deudora de escritores que transmiten un profundo conocimiento de la condición humana como Shakespeare, Hölderlin, Novalis, Charlotte y Emily Brontë, Baudelaire, Tolstoi, Virginia Woolf, Kafka, Georg Trakl, Pessoa, Nabokov, Djuna Barnes, García Lorca, Marguerite Youcernar, Octavio Paz, Carson McCullers, Clarice Linspector, Silvia Plath y Alejandra Pizarnik.

Entrevista breve a Tònia Passola

“Escribo porque es mi manera de dialogar con la vida, de reencontrarme a mí misma”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

¡Muchos! 'Solitud' de Víctor Catalá, por decirte uno.

Un personaje imprescindible en la literatura (o una persona en la vida).

Mi padre. Sé que sonará a complejo de Edipo. Pero sí, mi padre. Por su entusiasmo creador hasta el final de sus días. Por dinamizar el alma lingüística y cultural de mi tierra tan herida durante el franquismo.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Vargas Llosa, como persona, por su prepotencia.

Un rasgo que defina tu personalidad.

El entusiasmo.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La bondad inteligente.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Aborrezco la política que nos rodea. Solo falta ver cómo sus dirigentes se ponen constantemente los unos a los otros palos a las ruedas y cómo hacen que la sociedad comulgue, gracias a sus tejemanejes, constantemente con ruedas de molino.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Una de las acepciones etimológicas de la palabra 'divertir' viene del latín divertere y significa “dar giro en dirección opuesta, alejarse, entretenerse, recrear”. Pues bien, alejarme de la cotidianidad es lo que más me divierte, Y a la vez me engrandece.

¿Por qué escribes?

Porqué es mi manera de dialogar con la vida, de reencontrarme a mí misma.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Para ejercitar mi estilo no, pero me ayudan a difundir la obra y a contactar con otros autores.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Soy muy heterodoxa, de muchas fuentes literarias y filosóficas a la vez.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No. Pero veo desordenadamente, de vez en cuando, algunos blogs. No hace ni un año que entré en Facebook y ya me lleva su tiempo meterme en él. Imposible seguir los blogs de tantos estimados amigos escritores. Para mi imposible y desaconsejable porque me absorbe mucho tiempo.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Hay que ver para conocer.

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