Luis Grau: “Aún creo en lo que hago, que no es poco estímulo”

Fotografía de Luis Grau.

Manuel Cuenya

Nacido en Valladolid, el historiador del arte y arqueólogo Luis Grau lleva más de media vida en León al frente de su museo. Y aunque ha publicado varios libros no se considera autor, ni leonés, ni de ningún otro sitio, pues no cree que el gentilicio aporte nada al hecho de escribir, “salvo, en ocasiones, para esclarecer unas referencias, pero no los temas ni la forma de contarlos, que es lo sustancial”, aclara el director del Museo provincial de la ciudad de León, al que le dedica un libro, cuya experiencia a lo largo de más de tres décadas es positiva, pues sigue conservando, a su juicio, algo de aquella ingenuidad, pese a tanto. “Aún creo en lo que hago, que no es poco estímulo”, apunta Luis Grau, que ha publicado al menos una decena de libros, entre ellos, el reciente 'El cristal y las sombras', editado por Menoslobos y/o Mr. Griffin.

“Un libro compuesto a lo largo de muchos años de labor profesional y reflexiones personales que he pretendido despojar de algunos lugares comunes y liberar de la jerga del gremio”, comenta su creador, al que le gustan los museos desde siempre y por ese motivo ha intentado, sin ánimo de aleccionar a nadie o comprometerlo de antemano, su opinión sencilla y directa.

“Una de las pocas ventajas de escribir sobre lo que uno lleva tanto tiempo haciendo es que ha de reconocer el grano en la paja a la primera”, señala Luis, que reconoce la excelente labor de los sellos editoriales que han publicado su volumen. “No conozco una opción mejor y me extrañaría que existiese. Publicar en ese sello (o sellos) garantiza que cualquier libro sea un libro que da gusto tener, sostener y ojear”, matiza Luis, que no se tiene por vanidoso en el sentido de que no cree que escriba 'literatura creativa', que, por lo demás, considera una redundancia, lo cual suscribimos. Pues suponemos que la literatura ya es de antemano creativa. Bueno, depende de qué literatura hablemos, por supuesto. O de qué escritura, que sí qué podría ser creativa, o mejor dicho constructiva, dependiendo asimismo de quién la escriba. No obstante, Luis considera que la lectura es una actividad más noble que la escritura, o dicho de otro modo, la lectura es una actividad más activa que la escritura, por decirlo en palabras de Umbral. En este sentido, Grau reivindica a autores que él califica como formativos, “aquellos con que descubres la lectura, tal vez por orden cronológico sean Verne, Delibes, Cervantes, los del llamado boom latinoamericano... nada extravagante. Los lees y quieres hacerlo así, como cuando veías a Maradona jugar al fútbol. Luego sale lo que sale”, detalla este columnista de opinión, que lleva trece años publicando semanalmente en la prensa, en diversas cabeceras, “siempre bajo dos condiciones: hablar con plena libertad y de lo que quiera”, porque el resto de normas se las impone él, que considera una enorme responsabilidad publicar, por respeto al lector y a mí mismo.

Aquellos con que descubres la lectura, tal vez por orden cronológico sean Verne, Delibes, Cervantes, los del llamado boom latinoamericano... nada extravagante. Los lees y quieres hacerlo así, como cuando veías a Maradona jugar al fútbol. Luego sale lo que sale

El columnismo como disciplina

“El columnismo somete a una disciplina que me falta en otros momentos en que siempre encuentro cosa mejor que hacer que escribir. Pero también obliga e impone límites, lo que no tiene nada de literario”, apostilla con escepticismo Luis, que precisamente está preparando un libro con una selección de artículos periodísticos de su etapa actual en 'La Nueva Crónica', con el título de la serie 'Las razones del polizón' que espera, él que se define como alguien que escribe, que pronto vea la luz. Pues en la provincia de León hay muchos escritores y también gente que escribe, según él, que no se incluye ni entre los primeros ni casi entre los segundos. “Quiero suponer que el tiempo ponderará a quienes más lo merezcan, como suele. Que el personal le demos a la tecla siempre es mejor que estar por ahí delinquiendo, según decían aquellos sabios; es una actividad que no suele hacer daño, acaso a quien la practica y a algún incauto”, explica él, al que le resulta interesante la efervescencia editorial y la calidad de algunos editores “en un lugar tan pequeño y en momentos en que el libro parecía tan herido de muerte, otra vez. Que pueda convertirse en un objeto de artesanía lo devuelve a sus principios y uno suele regenerarse de esa forma”, especifica Grau, sensible a la pandemia que estamos viviendo. Y sobre todo a sus consecuencias, que “ya se están viendo, pero difieren de las que pronosticaron los buenazos de balcón y el Dúo dinámico: los negacionistas y la ultraderecha prosperan, las mentiras se propagan como opiniones acreditadas y las consecuencias las pagan los de siempre, ya las están pagando”, porque “los pobres son más pobres, los países del tercer mundo son más explotados, crecen la desigualdad y la injusticia, prolifera el populismo, etc.”.

Asimismo, le llama la atención el deterioro de la propia conciencia y el sentido común en este sálvese quien pueda: “ya no avergüenza decir que se simpatiza con el fascismo, ni que está antes la propiedad privada que la vida de la gente, ni que las vacunas han de salvar el turismo antes que a países donde aún no se ha puesto ni una... Esta pandemia en lugar de hacernos mejores -¿cómo podría?- nos ha mostrado más desvergonzados y egoístas, quizás porque lo éramos y en las catástrofes se aprecia mejor”, expone con lucidez el autor del volumen 'San Marcos'.

Ya no avergüenza decir que se simpatiza con el fascismo, ni que está antes la propiedad privada que la vida de la gente, ni que las vacunas han de salvar el turismo antes que a países donde aún no se ha puesto ni una... Esta pandemia en lugar de hacernos mejores -¿cómo podría?- nos ha mostrado más desvergonzados y egoístas, quizás porque lo éramos y en las catástrofes se aprecia mejor

Entrevista breve a Luis Grau

“No conozco más herramienta literaria que leer, actividad por otra parte mucho más noble que la escritura”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

'El ingenioso hidalgo'... Es un tópico, pero los tópicos no arraigan en vano. Es un libro que nunca se acaba.

Un personaje imprescindible en la literatura (o una persona en la vida).

Lo acabo de contestar. En la vida también es fácil de adivinar.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Para qué darles notoriedad.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Independencia. Y, sin embargo, me gusta depender de quien depende de mí. En esa contradicción paso mis días.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La cortesía. Ser amable es el principio de casi todo.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política, ausente. La sociedad, irascible. Quizás ambas cosas están relacionadas. No se atiende a razones, porque las razones no caben en pocos caracteres.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

El sentido del humor, obviamente. Y la ironía.

¿Por qué escribes?

Para explicarme (en el doble sentido de la expresión).

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Supongo que todo vale, el estilo no hace ascos, pero no creo tener tanto de eso como para ejercitarlo en ese gimnasio: aunque tenga carné apenas lo frecuento.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Si tuviera sabría al menos a qué atenerme.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Lleno un blog con mis columnas de opinión en prensa (http://minuevacronica.blogspot.com/). Tuve otros en anteriores cabeceras y etapas. No conozco más herramienta literaria que leer, actividad por otra parte mucho más noble que la escritura. Y aunque el formato cuente, el lugar donde se lee no debería desmerecer el texto.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

El mundo no merece ser resumido.

Etiquetas
stats