Ana Flecha: “Gran parte de lo que soy, de mi forma de expresarme y ver el mundo tiene mucho que ver con León y su alfoz”

Ana Flecha.

Manuel Cuenya

Licenciada en Traducción e Interpretación por la Universidad de Salamanca, Ana Flecha Marco es asimismo autora de 'Dos novelitas nórdicas' (Mr. Griffin, colección Mrs. Danvers, 2020) y 'La niña búho y el fantástico viaje en balde' (Eolas & Menoslobos, 2020).

“'Dos novelitas nórdicas' es el relato de la supervivencia de la memoria individual y colectiva en una isla amenazada por el aumento del nivel del mar debido al Cambio Climático... una novela sobre la desaparición y la huella, sobre los anhelos y miedos que guardamos en relación a nuestra propia extinción como individuos y como colectividad”, escribe la poeta y narradora Susana Barragués: https://www.ileon.com/cultura/069676/susana-barragues-la-poesia-es-el-ultimo-recurso-para-romper-las-estructuras-automaticas-del-pensamiento-y-dar-alas-a-la-imaginacion

Para su creadora el año pasado, que probablemente haya sido el peor año de la historia reciente para publicar un libro, según ella, ha logrado que se editen no sólo estas obras, sino traducir libros. Con lo cual ha sido un año fructífero desde el punto de vista de la creación.

“El primero son dos novelas cortas, como indica el título, y ambas tienen Noruega como escenario. El segundo es un álbum ilustrado que tenía en un cajón y que Eolas y Menoslobos se han atrevido a editar. Es un poco de risa y bastante de aventuras. Mr. Griffin y Eolas editan con esmero y entusiasmo y eso se nota en la calidad de lo que publican”, señala su propia creadora, feliz con los resultados tanto de un libro como de otro.

Cabe recordar que el responsable de la editorial leonesa Mr. Griffin es el poeta Yago Ferreiro: https://www.ileon.com/cultura/039920/el-invento-del-cinematografo-es-el-que-mas-ha-cambiado-la-forma-de-pensar-y-de-imaginar-el-mundo-hasta-la-llegada-de-internet

Por su parte, la editorial Eolas corre a cargo del polifacético Héctor Escobar, bien conocido en los ámbitos culturales y artísticos de León.

Tanto Ferreiro como Escobar apostaron por la joven y talentosa Ana Flecha, que estudió Traducción e Interpretación porque quería ser traductora e hizo un máster en Edición porque quería hacer libros.

Ana Flecha es una de tantas personas, dedicadas al mundo de la cultura, que decidió, siendo una adolescente irse fuera de España, tal vez en busca de un mejor porvenir.

“A Noruega me fui con 17 años. Allí estudié el bachillerato, hice muchísimos amigos que aún conservo, aprendí un idioma que es mi principal herramienta de trabajo, viví experiencias insólitas que ahora me parecen normales y corrientes y que forman parte de mis recuerdos más preciados. Tanto me gustó Noruega que volví a vivir allí años después”, rememora ella, que también ha tenido la ocasión de vivir en países como Francia y Alemania, que le resultan definitivos en su formación.

Cuenta que París fue la primera ciudad grande en la que vivió, donde aprendió a orientarse, a perderse por callejuelas y volverse a encontrar, a utilizar el sistema de transporte público sin un letrero en la cara que dijera que era de provincias y que todo le parecía tremendamente exótico.

“En Berlín fui consciente por primera vez del peso que tiene la historia en los lugares donde suceden las cosas. Esto se debe en parte a que la historia reciente de Alemania es por todos conocida, pero también en parte a que Alemania se esfuerza para que así sea, para que nadie olvide lo que ocurrió hace no tantos años. En Berlín me enfrenté por primera vez a la frustrante tarea de buscar trabajo sin experiencia y aprendí a manejarme en una ciudad inmensa y, aunque interesantísima, terriblemente hostil”, comenta Ana, quien, aunque lleva más de media vida fuera de León, su ciudad, siempre vuelve a su lugar de nacimiento, que se le antoja muy cercano.

En Berlín fui consciente por primera vez del peso que tiene la historia en los lugares donde suceden las cosas. Esto se debe en parte a que la historia reciente de Alemania es por todos conocida, pero también en parte a que Alemania se esfuerza para que así sea, para que nadie olvide lo que ocurrió hace no tantos años. En Berlín me enfrenté por primera vez a la frustrante tarea de buscar trabajo sin experiencia y aprendí a manejarme en una ciudad inmensa y, aunque interesantísima, terriblemente hostil

León, tierra de los filandones y los cuentistas

“Gran parte de lo que soy, de mi forma de expresarme y de ver el mundo tiene mucho que ver con la ciudad y su alfoz, con el clima, el paisaje y el paisanaje que me rodearon durante tanto tiempo”, explica Ana, a la que le sigue sorprendiendo que exista tal cantidad de escritores, de escritoras, en la provincia leonesa, aunque si uno lo piensa, “no es de extrañar que en la tierra de los filandones abunden los narradores y, sobre todo, los cuentistas”, aclara ella, para quien los libros son una forma no sólo de conocimiento y de instrucción, sino de entretenimiento y de evasión.

“A veces parece que la literatura es una cosa elevadísima que está muy desligada de la vida cotidiana. En mi casa siempre ha habido libros... Y mis autores preferidos y los que más me han influido son los que he leído en mi infancia, con los que aprendí a leer y a los que más veces he vuelto. Entre ellos destacaría a Elvira Lindo, Roald Dahl, René Goscinny, Michael Ende o Consuelo Armijo”, añade esta traductora, que dedica la mayoría de su semana laboral a traducir, sobre todo narrativa y fundamentalmente del noruego. “De los títulos que he traducido recientemente destacaría tres con los que he disfrutado especialmente: 'Estado del malestar', de Nina Lykke (Gatopardo ediciones, 2020), 'Ane Mona y Hulda', de Jenny Jordahl (Errata Naturae, 2020) y 'Shhh!', de Magnhild Winsnes (Liana editorial, 2020)”, resalta Ana Flecha, que acostumbra a retocar los textos, en su opinión, hasta límites obsesivos.

En la actualidad, está traduciendo un par de libros. “Además, en unos meses, saldrá en Mrs. Danvers la reedición de 'Piso compartido', una novela corta que publiqué en 2018 y que se había agotado hace tiempo”, puntualiza, convencida de que de esta pandemia, que estamos sufriendo, no saldremos mejores de lo que éramos, aunque sí espera que salgamos lo mejor posible, “que no es poco”.

Mis autores preferidos y los que más me han influido son los que he leído en mi infancia, con los que aprendí a leer y a los que más veces he vuelto. Entre ellos destacaría a Elvira Lindo, Roald Dahl, René Goscinny, Michael Ende o Consuelo Armijo

Entrevista breve a Ana Flecha Marco

«Históricamente España es machista, prepotente, caciquista, ignorante, reaccionaria, meapilas, saqueadora, envidiosa, irresponsable, clasista, cegata, inmovilista, cateta, resignada, necia, conservadora, nacionalista, tonta. Pero yo soy de aquí».

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Ahora mismo no dejaría de leer todo lo que publica Ali Smith: https://es.wikipedia.org/wiki/Ali_Smith. Me apabulla su inteligencia y me enamoran sus personajes y su maestría con las palabras.

Un personaje imprescindible en la literatura (o una persona en la vida).

Tove Jansson y todas las criaturas que salieron de su privilegiado cerebro.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Los cínicos, los crueles, los que aprovechan su posición para hacer más difícil la vida de otras personas.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Listilla, cotilla, graciosilla. Son tres. Remitámonos al primer adjetivo.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La generosidad material y de espíritu.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Te respondo con una frase de la artista Dora García, que además sirve para casi todas las sociedades, no solo para la nuestra aunque, por suerte, no para todas las políticas: «Históricamente España es machista, prepotente, caciquista, ignorante, reaccionaria, meapilas, saqueadora, envidiosa, irresponsable, clasista, cegata, inmovilista, cateta, resignada, necia, conservadora, nacionalista, tonta. Pero yo soy de aquí».

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Hablar con gente que me cae bien y los karaokes.

¿Por qué escribes?

Escribo para poder contar cosas que requieren un ritmo más pausado que la conversación. También para explorar ideas que por su naturaleza voluble no tienen cabida en la vida cotidiana.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Entiendo que, como herramientas que son, pueden servir para eso, pero en mi caso diría que no especialmente.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Mi principal fuente a la hora de escribir (y de traducir y de entender la lengua) son las conversaciones ajenas que escucho con cuestionable disimulo.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Sigo con muchísimo entusiasmo los boletines que envía Carmen Pacheco: Ola en verano y Flecha durante el resto del año. Que el nombre de este último boletín sea también mi apellido es pura coincidencia.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Casi nada es para tanto.

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