Javi Morán y CarloSolito, música en Sueros a orillas del Tuerto

Javi Morán y CarloSolito

Abel Aparicio

No suele ser habitual que dos amigos, músicos, prolonguen al amistad durante tantos años, y esos tantos años abarcan desde párvulos hasta día de hoy. Javi Morán y Carlos Huerta (CarloSolito) son parte de la excepción que confirma esa regla. “Ambos apostamos por la autogestión, entendemos que la música es del pueblo y que nadie te debe moldear, aunque todo tiene un precio, estamos esperando la oferta definitiva”, bromea Javi entre risas. Morán recuerda un reportaje sobre el músico Fermín Muguruza en el que dejaba un mensaje claro: “la música debe ser un puñetazo, no un entretenimiento”. Lo que queda claro después de mantener una larga conversación con ellos es que la ausencia de egos allana el terreno para esta amistad musical. “Somos personas tranquilas y sin egos. Nuestros enfados los dejamos para otros asuntos”, explica Huerta.

Después de esta introducción, vayamos al principio. Carlos y Javi estudiaron juntos en un colegio de Astorga. Carlos se fue a vivir unos años a Marruecos y a su vuelta vieron que su amistas seguía igual, mantenida durante años mediante lo que ellos llamaron Cartas Marruecas. Fue de nuevo en Astorga, en un concierto al que asistieron en las fiestas de 2001, cuando ambos se miraron y dijeron, “tenemos que hacer algo así nosotros”. Dicho y hecho, al poco fundaron el grupo Punto y Aparte, un grupo en el hacían versiones y a la vez surgieron sus primeros temas propios. Años más tarde sus caminos se volvieron a separar, Javi se fue a Madrid y Carlos tuvo León como campamento base. Hasta que en el año 2015 ambos ofrecieron un concierto en el Alantre, bar que por entonces frecuentaba Carlos en la capital berciana.

En su haber tienen una buena cosecha de discos, en los que suele ser habitual que uno colabore en los del otro. Un velero a la deriva, Hay que seguir cantando y El ocaso de los ciervos en la balanza de CarloSolito y Ser o no ser y Pisando las mismas calles en la de Javi Morán. Ante la pregunta de por qué eligieron el acordeón y la guitarra entre toda la paleta de instrumentos, Carlos responde que “yo me decanté por el piano, me parece un instrumento muy expresivo, pero como desplazar un piano no es nada fácil, me decanté por el acordeón, que algo de similitud tienen”, a lo que añade que “los acordeonistas que veía por la calle me llamaron mucho la atención, tanto, que realicé un viaje por Europa usando el mío como escudo transporte”, matiza. Por su parte, Javi explica que “al ver al guitarrista de Deep Purple me dije, yo quiero tocar como ese tío”, comenta con una leve sonrisa.

¿Y por qué el título de este artículo?, porque hoy tocan en el Pisón de Sueros de Cepeda, un pueblo que llegó a contar con ayuntamiento propio, cárcel y que a día de hoy disfruta, junto a Brañuelas, de los únicos colegios que quedan abiertos en esta silenciosa comarca. El Pisón, que al contrario que pasara con el Batán del Val de San Lorenzo, gestión de la Junta de Castilla y León mediante, mantiene su nombre en llionés. “El leonés es un bien inmaterial, pero que por la —negativa— connotación política que algunos pretenden darle, parece que da miedo hablarlo”, remarca Huerta, para rematar indicando que “si se cae la torre de una iglesia, el pueblo se siente triste, abatido, pues lo mismo debería ocurrir con el leonés, que lo estamos perdiendo y es algo nuestro”, insiste Javi. Cierto es que ambos en sus conciertos cantan en leonés varias de sus canciones, para conseguir “visibilizar esta lengua y que sea vista con normalidad”, añaden ambos.

Volviendo al tema del pisón y el río Tuerto, como se puede leer en el Catastro de Ensenada:

El lino es empleado en la producción de aceite de linaza y paños de lino. Para ello cuentan al menos con molino-batán en Fontoria, La Carrera y Sueros, llamados molino pisón.

Para el servicio de los pueblos que baña tiene puentes de madera en la mayor parte de ellos, los cuales suelen rehabilitarse todos los años por ser de ligera e imperfecta construcción, de los más notables es el de Sueros, que facilita el paso del camino de herradura de León al Bierzo.

Los incendios que están asolando el país, sobre todo el oeste peninsular, no pasan desapercibidos para estos dos maragatos, y es que esto les viene de lejos, como dejaron claro con una de sus canciones más conocidas, Pero todavía existen héroes. Bomberos forestales: la leyenda. “La semana pasada vi que el 40% de los incendios forestales se produjeron en León y en Castilla. La gente está enfadada, pero los incendios se apagan en invierno y se debieron apagar en febrero”, señala CarloSolito con indignación.

Ante la pregunta de qué grupo o músico se inspiran y marca su estilo, Morán señala sin dudar que Víctor Jara, Javier Krahe y Los Suaves. Por su parte Huerta destaca a Charles Aznavour, Georges Moustaki y Édit Piaff.

Rematando la conversación, estos músicos desvelaron que quizá esta noche den a conocer alguna canción de su próximo disco, Eolos. Y es que como decía Carlos Huerta en su penúltimo disco, Hay que seguir cantando, que resuciten los poetas, que sus letras sean las balas secretas con las que combatir. Bridemos por ellos, por Javi Morán y por CarloSolito. Que suene la música al borde de las frescas aguas del Tuerto.

Etiquetas
stats