Alberto González Llamas, autor de 'Los días del carbón más brillante': “Las mujeres fueron las verdaderas heroínas”

Alberto González Llamas es autor del libro 'Los días del carbón más brillante'. // Luis Álvarez

Luis Álvarez

El autor Alberto González Llamas, conocido por su trayectoria como sindicalista minero en Comisiones Obreras, se adentra de nuevo en terreno literario con su libro de relatos 'Los días del carbón más brillante'.

Ahora que a las cuencas mineras nos dejado totalmente abandonadas a nuestra suerte, por gobiernos e instituciones, creo que es necesario hacer memoria de la dignidad, los sacrificios, las pasiones, el trabajo, la vida en definitiva de nuestras gentes, las de antes y las de ahora

Para saber algo más en torno al autor y su obra, hable con él en Villablino esta semana. La conversación con Alberto para mí es fácil, pues nos conocemos desde hace años, hemos compartido similares trayectorias vitales, laborales y de espacio territorial. Somos coetáneos en edad, por lo que nuestros recuerdos de vida se entremezclan y complementan.

Aunque ya ha dejado atrás su vida laboral y su implicación sindical en CCOO, como decían los viejos de antes “lo que bien se aprende, tarde se olvida” y Alberto es fiel a nuestros dichos y le queda ese poso reivindicativo, de decir lo que piensa, exigir atención y respeto para sus convecinos.

Esa fue su primera presentación explicando el porqué de esta incursión literaria como autor novel, tan solo ha realizado antes un estudio y recopilación de la toponimia de su pueblo Villaseca, editada en 2020. “Porque ahora que a las cuencas mineras nos dejado totalmente abandonadas a nuestra suerte, por gobiernos e instituciones, creo que es necesario hacer memoria de la dignidad, los sacrificios, las pasiones, el trabajo, la vida en definitiva de nuestras gentes, las de antes y las de ahora”.

Por ese alzar la voz y tratar que la memoria, olvidadiza cuando se quiere, de unos tiempos difíciles no se pierda. En los 62 relatos que componen el libro se cuentan esas vivencias. Porque son más textos de vida, de la sociedad que vivió y de sus formas, de sus sueños, pasiones e ilusiones, que cuentos simplemente mineros.

Y siguiendo con el asunto de la memoria, se le escapa un comentario poco halagüeño para el recuerdo social y político español. Ahora dice “no se acuerdan o no quieren acordarse que, gracias a las gentes de las cuencas y su trabajo, España entró en la modernidad y la industrialización, el carbón alimentó ferrocarriles, fundiciones y altos hornos, empresas, calefacciones y después durante casi medio siglo fue la principal fuente para la producción de energía eléctrica, que trajo progreso y bienestar”. Por eso apostilla “somos más acreedores a una compensación y reconocimiento, que no al abandono y el olvido”.

El contenido de los textos

Los relatos, asegura, tienen una parte autobiográfica, especialmente “los de los tiempos de infancia, son recuerdos propios novelados, como si estuviesen aderezados con algo de imaginación”. Y luego prosiguiendo con el razonamiento reflexiona así: “La verdad es que casi todo es autobiográfico, pues usas un hecho vivido, visto, oído, leído, soñado, una persona o personas, una ilusión y sobre esa base construyes el relato usando la imaginación y en ocasiones quizá enredándolo en exceso”.

Porque sus cuentos están centrados en un territorio muy concreto las cuencas del oeste leonés. Las de Bembibre, Fabero-Sil y Laciana recrean las vidas de sus gentes, sus oficios no mineros, sus tipos peculiares, sus niños, sus mitos, sus leyendas y exageraciones, sus costumbres, y están centrados principalmente en los hombres y las mujeres de esos territorios.

Aquí me recuerda que, para él, “las mujeres son las verdaderas heroínas de aquellos años”, de la expansión del carbón con el importante incremento de población de las cuencas, porque hacía falta mano de obra y mayor producción, porque existía demanda.

Compartimos ideas en cuanto al papel de la mujer en aquellos años, no solo era esposa y atendía las labores de casa, era madre, educadora, economista y trabajadora incansable, “cuando las comodidades actuales de hoy en cualquier hogar no existían”. Por eso se reprocha y cree que es una labor que le queda pendiente, “el no haberles dedicado a esas imponentes mujeres de aquellos años más espacio y relevancia en los relatos”.

Traemos después la conversación al tiempo actual y compartimos una visión social de nuestra tierra, que rompe mitos y estereotipos. Creemos que esas vivencias y esas experiencias vividas desde niños con las mujeres de nuestro entorno han provocado que hoy en estas cuencas los hombres hayan adoptado una actitud por lo general poco o nada machista, y hoy son mayoritariamente las mujeres las que emprenden.

Leyendo los relatos de Alberto, podemos sentirnos identificarnos con algunos de los personajes, porque lo hemos vivido similar o lo hemos escuchado, La mina está presente, más como un decorado que crea el ambiente del conjunto, que como elemento y objetivo principal de los relatos.

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