Álvarez Barthe: “Sáenz de la Calzada aplicó una revolucionaria reforma pedagógica para el progreso de los leoneses”

Adolfo Álvarez Barthe

Manuel Cuenya

Artista reconocido, no sólo en el ámbito provincial (la Fundación Vela Zanetti de León le dedicó en 2002 una exposición antológica de su obra bajo el título 'El Teatro de la Memoria'. Y el Instituto Leonés de Cultura organizó en 2010 una exposición retrospectiva de su obra con el título de 'Pervivencias'), sino nacional, incluso internacional, pues ha realizado más de 30 exposiciones individuales a lo largo y ancho de la geografía española. Y más de 60 exposiciones colectivas, entre las cuales podríamos destacar algunas en países como Italia y Bélgica, Adolfo Álvarez Barthe ha hecho su incursión asimismo en el ámbito de las letras, dedicándole un ensayo biográfico al ilustre leonés Luis Sáenz de la Calzada, quien fuera toda una eminencia, doctor en Medicina, biólogo, profesor universitario, actor, poeta, además de pintor (como el propio Adolfo Álvarez Barthe), actor o poeta. En realidad, Barthe asegura compartir el mismo imaginario que Sáenz de la Calzada, “compartimos el mismo imaginario. Un imaginario que incluye símbolos y literatura”.

Un hombre renacentista, Sáenz de la Calzada, en el que se aunaba tanto el saber científico como el artístico, que tuvo la ocasión de conocer, en la Residencia de Estudiantes de Madrid, a los pintores Moreno Villa y Benjamín Palencia, entre otros. Y a un genio como Lorca, con quien llegaría a trabajar. Pues acabaría enrolado como actor en La Barraca, la compañía teatral que creara el autor de 'Yerma', lo que le permitiría recorrer España. Para luego incorporarse al teatro nacional de la mano de Luis Escobar.

La Residencia de Estudiantes de Madrid, situada en la llamada “colina de los chopos” (según la propia definición del poeta Juan Ramón Jiménez), fue un centro puntero, vanguardista, donde coincidieran la flor y la nata de la intelectualidad española de la época, entre ellos los ya mencionados Moreno Villa, Benjamín Palencia, Lorca y Sáenz de la Calzada, además de Dalí o Buñuel: dos de los más grandes artistas del siglo XX.

En la mítica Residencia de Estudiantes llegaron a dictar conferencias personalidades de relevancia internacional como Einstein, Marie Curie, Le Corbusier, Chesterton o Louis Aragon.

Una figura interesantísima, la de Sáenz de la Calzada, que Adolfo Álvarez Barthe nos acerca de un modo exhaustivo en su libro editado por Eolas bajo la batuta del artista y editor Héctor Escobar, que está apostando fuerte por la literatura leonesa actual.

Agradecemos este trabajo y la labor que ha hecho Álvarez Barthe por mostrarnos a una de las personalidades más relevantes de la cultura leonesa del siglo XX que, aunque relativamente conocido, él le ha dado la relevancia que se merece. Con lo cual, aparte de su excelente faceta como pintor, le dedicamos este espacio literario. Pues este creador leonés también ha ilustrado algunos textos como 'El lenguaje de los pájaros', del poeta místico musulmán persa Farid al Din Attar.

El polifacético de la Calzada también representó la absoluta y necesaria vinculación de la ciudad (y la provincia) de León con lo mejor que se había reunido en Madrid

Sáenz de la Calzada, gran talento leonés

Cuenta Álvarez Barthe que Sáenz de la Calzada representa el talento de un gran hombre que proviene de la enorme influencia que la Institución Libre de Enseñanza tuvo en nuestra amada provincia leonesa.

“El polifacético de la Calzada también representó la absoluta y necesaria vinculación de la ciudad (y la provincia) de León con lo mejor que se había reunido en Madrid”, afirma Álvarez Barthe, que se siente satisfecho con haber escrito y publicado este ensayo porque de este modo salda una deuda con un gran leonés. Y a la vez se siente deudor, como leonés, de uno de los periodos más importantes de nuestra historia: “el único que aplicó una revolucionaria reforma pedagógica para el progreso de los leoneses”, agrega este artista leonés, al que le interesó mucho establecer un marco histórico riguroso porque, ciertamente, la historia de la España contemporánea –aclara él– influye muy poderosamente sobre Sáenz de la Calzada. “También me interesó mucho retratar la recepción de las primeras vanguardias europeas en la ciudad de Madrid y cómo todo eso es trasladado a León”, apunta este pintor ilustrado, o filósofo-poeta, que interpreta la realidad, en opinión de Luis García, desde un enfoque intelectualizado, tamizado por la cultura clásica mediterránea.

No en vano, Álvarez Barthe ha vivido durante muchos años en ciudades del Mediterráneo. “Años que marcan las primeras impresiones, las que verdaderamente cuentan. Después, en el recuerdo y en el estudio, he procesado todas mis experiencias para realizar mi pintura”, expone Barthe, que en la actualidad vive en León, su ciudad natal, su lugar de trabajo, “la ciudad en la que disfruto de la compañía de algunos (pocos ya) familiares y amigos, y del clima y el cielo que prefiero... Me siento muy orgulloso de pensar que el mejor pintor vivo que conozco sea un leonés: José de León”, reconoce Barthe, al que le entusiasma sobre todo la poesía de Antonio Manilla y de Ana Isabel Conejo (poeta a quien hemos tenido la ocasión de entrevistar en esta misma sección).

Soy católico. Pintando al temple puedo reproducir, con una emulsión, la casi infinita cantidad de capas de color transparente del cielo y de la carne del ser que amamos, que, a su vez, es una emulsión ¿Carne salvada, redimida?

“Pintor de fuerte carga simbólica, con audacia compositiva, que invita a comprender que existe la trascendencia... puente hacia lo clásico, finura metafísica en el discurso, pervivencias, alma de ilustrador, de esteta, de poeta, de teólogo, de actor, de historiador teleobjetivo...”. Así lo definió el poeta y narrador leonés Luis Artigue.

“Sí, claro, soy católico. Pintando al temple puedo reproducir, con una emulsión, la casi infinita cantidad de capas de color transparente del cielo y de la carne del ser que amamos, que, a su vez, es una emulsión ¿Carne salvada, redimida?”, se expresa este “artista figurativo, con su paleta como de pintor griego y su perfeccionismo”, al que le gustan escritores tan diversos, a la vez que interesantes, como Homero, Dante, Ariosto, Cervantes, los moralistas franceses, Stendhal, Tolstoi, Nietzsche, Proust, Thomas Mann o Simone Weil.

Entre sus próximos proyectos literarios, confiesa que le han encargado un segundo libro sobre Sáenz de la Calzada, en esta ocasión centrado exclusivamente en un análisis pictórico de su obra.

Entrevista breve a Adolfo Álvarez Barthe

“Me creo un contemplador pasmado y alegre”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

'La Divina Comedia' de Dante

Un personaje imprescindible en la literatura (o una persona en la vida).

Mis padres y el stendhaliano Fabrizio del Dongo.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Cuando hablo de literatura no lo hago más que de sus logros.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Me creo un contemplador pasmado y alegre.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La bondad.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

En un mundo cambiante la política actual no cambia. La sociedad sí cambia y supongo que encontrará caminos para gobernarse.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Comer, cenar e incluso desayunar con familiares y amigos.

¿Por qué escribes?

Porque me lo piden. No lo haría si no fuera así.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

No.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

La tradición.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Nunca.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Creo en todo lo que no es mundo.

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