Chary Martínez: “La literatura debe ‘remover por dentro’, la mente y el cuerpo”

Chary Martínez

Manuel Cuenya

“Lo que quedaba de Nathaniel seguía colgando como un murciélago de una de las vigas, emitiendo un zumbido semejante al que haría un avispero en plena acción, mientras la puerta de la casa, que aún permanecía abierta (tal y como Muriel la había dejado), vomitaba nieve mezclada con aire al interior de la misma.

El olor que desprendía la 'cosa' en la que se había convertido Nathaniel era asqueroso. La sala de estar quedó inundada de ese hedor en apenas un suspiro a pesar de todo la cantidad de temporal cargado de aire helado que seguía entrando en la salita proveniente del zaguán. El fuego en la chimenea tan pronto se alzaba con el viento como se encogía, dudando entre extinguirse o permanecer activo; terminó por apagarse. Estaba tan cansado como los Collins, agotado como la casa que había alimentado con su calor...“

(Chary Martínez, 'Sombras. Un cuento corto en invierno')

Apasionada de la literatura fantástica, la ponferradina Chary Martínez es autora de historias impregnadas de fantasía, magia y aventura, como 'La región escondida', 'El encendedor de estrellas' o bien 'Sombras. Un cuento corto de invierno'.

Cuenta que 'La región escondida' se desarrolla en la región de Rarbalak, oculta tras un espejo de pie antiguo, donde no existen los días y la Luna rige la vida de los lugareños; hábiles (y un poco lunáticos) inventores. “Cuando una noche la Luna desaparece misteriosamente del cielo nocturno, el protagonista, Otto, un niño huérfano de diez años, abandonará la casa de su tutor (un inventor chiflado) para embarcarse en toda una aventura en busca de respuestas. En su camino se encontrará con una niña, Amy, que vive en la espesura de un bosque junto a su abuela Norka, una bruja muy particular. Juntos intentarán encontrar la solución al enigma mientras sobrevuelan toda la región dentro de la embrujada casa de Amy que tiene el don de poder volar”.

En 'El encendedor de estrellas', cuya trama se desarrolla a lo largo y ancho de Brenswick, país mágico y sorprendente, en el que el protagonista, el joven Mirsad Milob, es un encendedor de estrellas, también nos ofrece buenas dosis de fantasía, misterio y aventura, además de personajes variopintos y extraños como faunos, duendes, brujas.... una gata habladora, un 'homúnculo' espía, un fantasma que cree que sigue vivo, un elaborador de tiempo o un oscuro mago, que desea adueñarse del espíritu de fuego de las ancianas. En este extraordinario país, “cuando las personas mueren se convierten en molestos fantasmas por lo que los encendedores se dedican a transformarlos en titilantes y bonitas estrellas que colocan sobre el tejado de la casa de los que se van, brillando así, sobre los tejados de las casas como recordatorios de los que partieron”.

En cuanto a 'Sombras. Un cuento corto de invierno', su obra más reciente hasta ahora, la propia creadora destaca que se trata de una historia sobrecogedora, inquietante y llena de misterio, que procura miedo, con giros y sucesos inesperados que atraparán al lector/a desde el principio al final. Un libro, con inspiración dickensiana, más tenebroso que sus volúmenes anteriores.

La escritura creativa sirve (para mí y para todo el mundo) para enriquecer el vocabulario, aumentar la concentración, rebajar el estrés o mejorar nuestra escucha y nuestro pensamiento crítico

“En esta ocasión, la trama comienza en un pueblecito inglés, en pleno agosto de 1898, cuando una misteriosa sombra con forma humana, muy alta y sin rostro, atraviesa la calle principal de la aldea entre las exclamaciones de asombro de los lugareños que nunca habían visto nada semejante. Sin decir una sola palabra, la sombra se aleja por el horizonte para no regresar jamás. Nadie sabe de dónde ha salido ni por qué cruzó Corgan, pero a partir de entonces nada será como antes”.

Y a partir de ahí comenzarán a ocurrir toda clase de sucesos extraños y malignos, como un temporal de nieve y viento que caerá incansable sobre el lugar y traerá un invierno sin precedentes en pleno verano y noches interminables –aclara Chary Martínez–. “La desaparición del viejo médico del pueblo, justo cuando varios niños enferman aquejados de altas fiebres, será el pistoletazo de salida para todo lo que vendrá después. La pequeña Lucy, la protagonista, una niña que tiene sueños premonitorios y que soñó con la sombra antes de que ésta apareciese, verá como todo su pequeño mundo se desmorona, puesto que la maldición acecha en todas partes e irá infestando a todo aquel que se le antoje. Lucy Collins vivirá los terribles acontecimientos acompañada de su inseparable muñeca de trapo, la señorita Maud, que en realidad, no es una simple muñeca, tal y como ella creía...”, afirma su autora, convencida de que el género fantástico, a pesar de que tiene muchos adeptos fieles, y no sólo entre los más jóvenes, “aunque se tiende a encasillar esta literatura como juvenil”, no es tan valorado como otros dentro de la Literatura.

En todo caso, cree que no se trata de “Literatura menor”, como muchos se empeñan en asegurar, sino todo lo contrario, “puesto que hay grandísimos autores reconocidos mundialmente, de mucho nivel y con grandes dotes narrativas que atrapan a lectores (entre los que me incluyo) de todas las edades”. Y en concreto se siente devota del género gótico y de terror, donde no haya sangre ni violencia explícita “pero si una llamada a nuestros miedos más arcaicos”.

Aparte de clásicos, dentro de la literatura inglesa, como Dickens, Conan Doyle, Agatha Christie, Oscar Wilde, C.S. Lewis, Jane Austen, Virginia Woolf, Ken Follett, H.G. Wells, J.K. Rowling, Neil Gaiman, Philip Pullman, etc., le entusiasma Susan Hill.

“También me gustan mucho los autores americanos: Shirley Jackson y Edgar Allan Poe. Y el japonés Murakami. Todos y cada uno de ellos han dejado huella en mí. Por eso los releo una y otra vez. Vuelvo a ellos de manera recurrente. Creo que la literatura debe 'remover por dentro', la mente y el cuerpo. Debe hacer sentir cosas, emocionar, obligarte a pensar, a cambiar de opinión, debe no dejar indiferente al lector... en definitiva, la literatura debería hacernos 'sentir vivos', además de libres”.

Me gustan mucho los autores americanos: Shirley Jackson y Edgar Allan Poe. Y el japonés Murakami

La escritura creativa como bálsamo espiritual

En este sentido, cree que la escritura creativa, como autora, funciona como un canalizador de sus emociones y un bálsamo para su alma, y, como lectora, representa entretenimiento, evasión y una forma de aprendizaje constante, puesto que se considera autodidacta.

La escritura creativa sirve, en definitiva “(para mí y para todo el mundo), entre otras muchas cosas: para enriquecer el vocabulario, aumentar la concentración, rebajar el estrés, mejorar nuestra escucha y nuestro pensamiento crítico, para empatizar, etc.”, sostiene Chary Martínez, que se autodefine como una persona extremadamente sensible, emocional, que empatiza muy fácilmente con todo lo que ocurre a su alrededor.

“Soy muy susceptible a todo lo que percibo. Y si un libro, un autor, toca mi alma, inevitablemente me marcará”, apostilla esta creadora ponferradina, orgullosa de su ciudad, donde vive, donde ha crecido, “un 'bonito puntito' en el mundo y la capital de una comarca preciosa; el Bierzo”.

Gracias al imponente castillo de los templarios, emblema de la ciudad, con el que soñaba de niña imaginando toda clase de aventuras (por ejemplo, que era una guerrera que vivía en su interior vigilando desde lo alto de una torre a los inminentes enemigos que vendrían a adueñarse de la ciudad), Chary Martínez cree que fue lo que determinó su afición por la literatura fantástica. Y acabara escribiendo ella misma libros donde existe algún castillo, torre o similar, “así que veo el mundo a través de la literatura e influencia por mi tierra 'imaginando' la manera en la que los personajes de ficción reaccionarían ante las vivencias de mi vida cotidiana y viceversa; como enfrentaría yo sus situaciones, sus encrucijadas... Ayuda también el que yo sea una soñadora. Siempre estoy en las nubes”, se muestra Chary, cuya vocación por la lectura, por la literatura, surge en su infancia.

Recuerda que creció en el seno de una familia numerosa, lo que le hacía buscar la manera de estar a solas consigo misma en infinidad de ocasiones con el objetivo de poder leer. La lectura como un pasaporte que le permitía viajar desde su habitación hasta otros mundos, otras realidades...

“Mi insaciable curiosidad y mi imaginación necesitaban los libros para ir en busca de respuestas y de diversión. No tardé mucho tiempo en darme cuenta, mientras me sumergía entre las páginas de los libros, que quería escribir, contar mis propias historias, crear, narrar... Fantaseé mucho tiempo con la idea de plasmar en papel todo lo que en mi cabeza tomaba forma y se acumulaba como una infinita montaña de imaginación, lista para salir de mi mente. Siempre he sido una soñadora”.

Veo el mundo a través de la literatura e influencia por mi tierra 'imaginando' la manera en la que los personajes de ficción reaccionarían ante las vivencias de mi vida cotidiana y viceversa

Siendo una pre-adolescente, en el colegio, empezó a concursar en certámenes literarios. Y hasta ganó un accésit a nivel nacional y varios diplomas como finalista en otros muchos concursos. Desafortunadamente, estuvo durante años sin escribir, a causa de sus obligaciones laborales y familiares, pero ha vuelto a retomar la escritura con fuerza y ánimo. Lamenta, en todo caso, que la literatura en la provincia de León, donde existe mucha calidad y autores magníficos, no cuente con más apoyos y ayudas por parte de las instituciones. “Y con más visibilidad; que nos ayuden a llegar a mucha más gente a través de colegios e institutos para, asimismo, incentivar la lectura”, precisa Chary, que en estos momentos empieza a trabajar en el borrador de la que será la segunda parte de 'Sombras. Un cuento corto de Invierno', que titulará 'Ciudad Gris'. “Además, quiero presentarme a algún concurso literario porque me apetece muchísimo ya que hace tiempo que no lo hago. Quizá me presente con un relato corto de terror gótico”.

Entrevista breve a Chary Martínez

“La sociedad cada vez tiene menos valores, menos humanidad, más individualidad, y menor empatía hacia el dolor ajeno”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Me vienen muchos a la cabeza, releo muchos, pero voy a nombrar (dejando la literatura inglesa aparte) 'Aranmanoth', de la gran Ana María Matute. Casualmente estos días volví a releer este cuento mágico.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Si te refieres a personaje como a “una persona que sobresale por sus cualidades en la literatura”, diré sin dudar, Charles Dickens. Imprescindible. Pero si tu pregunta va por un personaje literario de un libro, diré, 'El Principito', de Saint-Exupéry (Y en la vida, Marie Curie y/o Frida Kahlo. Si no hubieran existido habría que inventarlas).

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Creo que no he leído a nadie insoportable. Ese es un adjetivo demasiado duro. Pero sí que he tenido que dejar algún libro sin acabar porque a mí, al menos, me resultaba pesado de leer. Por ejemplo: 'La letra escarlata', de Nathaniel Hawthorne.

Un rasgo que defina tu personalidad.

¿Solo uno...? Imaginativa.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La bondad.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Vivimos tiempos difíciles. Y por desgracia se puede aplicar tanto a la política como a la sociedad. Creo que la sociedad cada vez tiene menos valores, menos humanidad, más individualidad, y menor empatía hacia el dolor ajeno; es muy triste. Y en cuanto a la política, no puedo dejar de calificarla como 'nefasta', sorda, e inmune a los problemas reales de los ciudadanos. Los que mandan en el país viven aferrados a sus cargos (y a sus sillones) para enriquecerse y no para servir al pueblo como debería ser, y lo que es peor, amparados por una sociedad que mira para otro lado o no hace lo suficiente para cambiar esto. Mucha gente cree que con votar cumplen y no es así, señores. Y algunos ya ni eso. Me enferma esta situación; me enfurece. Corrupción, desempleo, injusticia social, laboral, discriminación, desigualdades, pobreza, fraude fiscal, ley mordaza, desahucios, etc. ¿Qué más tienen que hacernos 'los de arriba' para que reaccionemos? Es una locura. La política tiene que ser 'por y para el pueblo' y jamás debería ser usada como vil medio para que los políticos llenen sus bolsillos. Y cito para terminar una frase del brillante Sir George Bernard Shaw: “Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo...

y por los mismos motivos.“ (¡Chapeau! Me quito el sombrero).

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Escribir, leer y escuchar música. No podría vivir sin estas tres cosas. Aunque también me divierten la jardinería y la restauración de pequeños muebles u objetos.

¿Por qué escribes?

Por puro placer, para expresar mis emociones y canalizar mi imaginación. Porque necesito hacerlo como el aire que respiro. Y sobre todo, porque me debía a mí misma cumplir mi sueño: escribir y que me lean.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

En mi caso no utilizo las redes sociales para ejercitar mi estilo literario, así que diré que no.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Sobre todo mi imaginación. Soy incapaz de refrenarla. También me ayuda mucho leer, leer y leer.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Es una de mis asignaturas pendientes. Escribir en un blog. Pero de momento me da mucha pereza. Quizás en un futuro.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Vive y deja vivir.

Etiquetas
stats