Tomás Álvarez: “La escritura es la salvación de la memoria”

Tomás Álvarez

Manuel Cuenya

Periodista, escritor, fundador del portal Guiarte.com, viajero, profesor, dinamizador cultural, apasionado de 'El Quijote' desde niño y admirador de la poesía de Eugenio de Nora, Tomás Álvarez es un renacentista, un hombre sabio, que ve el mundo con la sensibilidad de quien lo ha recorrido y ha sabido penetrar en sus entrañas. Y aunque ahora ya está jubilado del periodismo, él sigue activo y componiendo artículos y ensayos como su reciente libro 'Cosas de la bucólica. Gastronomía en El Quijote', que, en palabras de su propio autor, el cual se siente orgullo de esta obra, “no sólo ayuda a conocer la gastronomía del Quijote (absolutamente malinterpretada por muchos de los escritores, que la ven como un simple recetario manchego), sino que es un atrio por el que acceder a la gastronomía y la sociedad hispana del siglo XVI”.

El poeta, narrador y profesor de Filosofía Eloy Rubio, en una entrevista a Tomás Álvarez en 'Astorga Redacción', escribe que 'Cosas de la bucólica...' es una joyita, una pequeña obra de arte.

Un libro para comérselo, escribe la periodista de EFE Belén Molleda a propósito de este ensayo, porque la belleza será comestible o no será, como nos dijera el genio surrealista Dalí.

Un volumen que nos invita a leer o releer la gran obra cervantina, prologado por el periodista, escritor y académico Luis María Ansón, que nos habla de cultura y gastronomía; ilustrado, de un modo digamos moderno y expresivo, por el pintor leonés Sendo, cuyos cuadros le hacen recordar a Tomás Álvarez las obras de Francis Bacon. Y editado, con esmero, por Juan Manuel Martínez Valdueza, que es también escritor.

'Cosas de la bucólica. Gastronomía en El Quijote' no sólo ayuda a conocer la gastronomía del Quijote, sino que es un atrio por el que acceder a la gastronomía y la sociedad hispana del siglo XVI'

Tomás, que ha escrito mucho y bien, desde novelas y cuentos hasta libros relacionados con viajes, historia o comunicación, como por ejemplo 'Vendedores de imagen' (Editorial Paidós, 1998) –un libro que tuviera en su momento un notable impacto-, no quiere parar aún. Desea continuar explorando, divirtiéndose, tomando iniciativas en el ámbito del ensayo, de la narrativa... Tanto es así que cree que su obra es una parte mínima de la que piensa dejar, “si las Parcas me dan tiempo”, señala con afán realista este creador cepedano, que siente -incluso con dolor- que es parte de este espacio, encontrando en su lugar natal (donde vive en la actualidad) “la belleza de la naturaleza, la pureza del aire, la belleza del color de la retama, la nitidez de la luz y una tranquilidad que invita a conocer, a vivir y a luchar cada día”.

Cuenta que León tiene una pléyade de gentes que escriben y lo hacen bien. “Y no es casual. Nuestra gente es austera y callada (cazurra) pero también sabe relatar. El filandón es un ejemplo. Los austeros labriegos de La Cepeda, o de cualquier comarca, al terminar la jornada tenían tiempo para hablar al amor de la lumbre, pasando de unos a otros historias, romances o técnicas de trabajo... Además estamos en una sociedad igualitaria. El concejo de los pueblos era un ágora en el que no había aristocracia sino la voz de cada uno, una voz de igual valor. Lo mismo ocurría y ocurre en el filandón... y ese igualitarismo generó en nosotros valor para comunicar, para atrevernos a hablar y a escribir...”.

Después de vivir durante casi toda su vida en otros lugares (véase por ejemplo en Argentina), regresó a su tierra, a León, “una tierra que está siendo maltratada por los gobernantes, una tierra que sufre y que padece un proceso de laminación de su identidad... y eso nos hace que estemos dispuestos a elevar nuestra voz y oficiar como testigos. Y esto me lleva a recordar a un poeta formidable y muy nuestro, Eugenio de Nora, que en un momento dramático hizo un libro testimonial importantísimo, 'Pueblo cautivo', en el que dice: '...Y entre tantos oficios yo soy aquel que mira, aquel de quien se pide que atestigüe y declare'”, afirma el autor de 'El corazón del Camino', convencido de que uno de los motivos de la decadencia social de nuestro tiempo es la “contaminación comunicativa” exterior que hace al individuo un juguete de los sistemas de formación de la Opinión Pública.

“Este, inconscientemente, se siente obligado a emigrar, consumir... y a adoptar formas ajenas de pensamiento. De ese modo, nacemos en un lugar y el propio sistema se encarga de llevarnos a los grandes centros de consumo para sacarnos el máximo provecho como productores y consumidores... para beneficio de una oligarquía cada vez más poderosa. Ese es el grave problema de la degradación del ciudadano al simple papel de consumidor de productos e ideas... En este panorama, siempre admiré a aquellos que son consecuentes con sus gentes y con el destino de su sociedad. He tenido la suerte de conocer a personajes en los que descubrí la fidelidad a su sociedad (Ernesto Sábato fue para mí un ejemplo)”, reflexiona Tomás, quien, como periodista, trabajara en diferentes medios, llegando a ser Director del Diario Mediterráneo y responsable de la dirección de Relaciones Exteriores de la Radiotelevisión Valenciana, o bien Director de EFE en Argentina, donde integrara a tres pesos pesados de las letras como Borges, Sábato y Claudio Sánchez Albornoz en el grupo de colaboradores literarios de la Agencia.

Periodismo y literatura: comunicación a través del lenguaje

Reconoce el creador de 'Las delicias del Tuerto' que fue un regalo haber compartido charlas con el historiador y político Sánchez Albornoz, con quien “hablaba de Historia de España (y del León medieval); con Sábato sentía la angustia de la Argentina doliente por la dictadura; y a través de Borges escuchaba conversaciones de Virgilio. Eran tres genios absolutamente dispares y tuve el honor de conocerlos de forma intensa, muy personal. Alguna vez escribiré más extenso sobre ellos”, recuerda el periodista y narrador Tomás, para quien no existe frontera entre periodismo y literatura porque ambas disciplinas son la misma materia: “comunicación a través del lenguaje”. Y añade: “El periodismo tiene un sentido más temporal... pero no necesariamente pierde la calidad formativa, informativa y estilística. Una buena crónica o un buen reportaje puede ser un buen texto literario. Mi último libro, por ejemplo, relativo a la gastronomía cervantina, estoy seguro de que es una pieza literaria, sin dejar de ser un inmenso reportaje sobre la comida en tiempos del Quijote. No deja de ser a la par literatura y periodismo”.

León es una tierra que está siendo maltratada por los gobernantes, una tierra que sufre y que padece un proceso de laminación de su identidad... y eso nos hace que estemos dispuestos a elevar nuestra voz y oficiar como testigos

Cree que la práctica del Periodismo nos da valentía. “Estamos, día tras día, conociendo directamente a los líderes del país, sabiendo sus valores y sus inmensas debilidades. Y el conocimiento de ese entorno nos genera por un lado inquietud, al ver las debilidades de esos a los que la 'masa' cree seres superiores, y a la par confianza, sabiendo que somos capaces de abordar todo tipo de cuestiones como cualquier otro ser humano”.

En este sentido, la escritura, en su opinión, ya sea a través del periodismo o la literatura, sirve para participar activamente en nuestra sociedad, para informar, para entretener, para ayudar... “Somos seres sociales y lo somos de una forma especial a través de la escritura. Y además vivimos un momento crucial de cambio, y es necesario ejercer como testigos. Alguna vez escribí que la escritura es la salvación de la memoria”, sostiene Tomás, quien confiesa haber dedicado más tiempo al ensayo que a otro tipo de lecturas, aunque eso no sea óbice para que también encuentre placer en todo tipo de libros. “Por ejemplo, el 'Anábasis' de Jenofonte me pareció un libro extraordinario para estudiar los distintos tipos de liderazgo, o 'La Ilíada' me parece magnífica para acercarme a la historia y sociedad griega...”, expone este gran viajero, que cuenta con su propio portal de viajes, arte y naturaleza, guiarte.com.

“El viaje es la mejor universidad porque nos ayuda a mirarnos a nosotros mismos con otros ojos, nos quita subjetividad, amplia nuestra visión del mundo y de la sociedad... Y me gusta aprovecharlos para disfrutar y ampliar conocimientos... es una razón por la cual siempre los preparo con antelación”, asegura este dinamizador cultural, uno de los impulsores de 'Versos a Oliegos', “un maravilloso reencuentro entre la gente y su propia cuna. Hoy, merced a Versos a Oliegos, los cepedanos amamos más conscientemente a nuestra tierra y estamos orgullosos de ella”.

En estos momentos, aparte de la promoción y presentación de su libro 'Cosas de la bucólica...' -en Madrid recientemente, en compañía del académico de la Lengua y escritor Merino-, quiere publicar una novela histórica sobre la época de Fernando I.

El concejo de los pueblos era un ágora en el que no había aristocracia sino la voz de cada uno, una voz de igual valor

Asimismo, le gustaría publicar un trabajo relativo al Camino de Santiago, que forma parte, según él, de un proyecto más amplio y que espera dé fruto a medio plazo.

Entrevista breve a Tomás Álvarez

“La sociedad es cada vez más un rebaño de consumidores”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

El Quijote.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

El maestro.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Antonio Gala siempre me resultó insoportable.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Construir, poner en marcha...

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La honradez.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Desprecio a los políticos obcecados en resistir en la poltrona.

La sociedad es cada vez más un rebaño de consumidores.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

La frescura del noticiario del Wyoming.

¿Por qué escribes?

Para aportar algo.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

A veces hay mucha calidad literaria y artística en las redes.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

La mente es un inmenso embalse en el que albergamos conocimiento y fantasía. Basta con extraer el flujo con la espita adecuada.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Aprende a ser libre.

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