Mari Paz Martínez: “Poeta no es el que publica, sino el que escribe poesía”

Mari Paz Martínez. Foto: Flor Méndez Villagrá

Manuel Cuenya

Se pudre con tufo a derroche este mundo

En un orbe de conciencia despeñada.

Se reparten en el infierno pan y mantas

Mientras juega Dios, en su oficina, a la petanca.

Pretendemos la quimera de una tierra diferente

Renunciando a este viejo globo por galbana,

Que evitamos cobardes, mirara de frente,

Sin enfrentar la ocasión de enjuagarle la cara.

Representamos el hacer de un pasado desairado,

Abrasador de verdes agros y arroyos cristalinos,

Ofensor de cielos claros y reinos arbolados;

Defensores ignorantes de algún sueño envenenado.

(Mari Paz Martínez Alonso, 'Este mundo', incluido en 'De musgo y piedra')

Autora del poemario 'De musgo y piedra', Mari Paz Martínez Alonso siente que su pueblo y la comarca maragata han sido el principio de su inspiración, “con todo lo que eso representa, con sus cargas y sus reconocimientos, a veces en igual medida y otras visiblemente perturbadoras”.

En cualquier caso, es el espacio donde se reencuentra y comparte sus experiencias, según ella, adonde regresan siempre algunas de las personas más importantes de su vida: sus amigos. “Este pequeño rincón del mundo, esta rancia comarca maragata es el lugar donde siento que mi corazón palpita con más fuerza, unas veces de alegría y otras de desasosiego, pero que me da cuanto necesito para continuar mis pasos”, se expresa Mari Paz, cuyo poema 'Esta Tierra' ahonda en esta misma idea: “...me niego a cruzar la puerta/ Que me aleje de estas congojas”, porque a buen seguro esta poeta maragata ha encontrado su lugar en el mundo en Santa Colomba de Somoza, donde vive. Y cuando se encuentra este lugar en el mundo, como es su caso, ya no se está dispuesto a abandonarlo, salvo de un modo temporal.

Editado por Marciano Sonoro, cuyos responsables son los artistas Jesús Palmero y Cristina Pimentel, 'De musgo y piedra' es, en palabras de su creadora, un poemario que nació de unas circunstancias muy especiales. “Este poemario nace a partir de una etapa personal muy dura en la que apartaba mis miedos plasmándolos sobre el papel”, señala ella, que ha estructurado el libro en tres partes, en las que se muestran los pasos de su vida y los engranajes que la mueven.

Cuenta que la primera parte del poemario, 'Paisajes que me riman', habla de su pueblo, de la tierra maragata y también de esos lugares que le han tocado el corazón. En este apartado aborda la soledad y el abandono que sufren las zonas rurales. Asimismo, se centra en sus estaciones y sus gentes y también en ella misma, en su paisaje interior, aparte del lugar de dónde procede, como nos enseña en su poema 'mi singular paisaje':

“...Recordaré siempre de dónde procedo

Con todo lo digno y ruin en mi equipaje...“

La segunda parte del poemario, 'Los muros que nos apresan', nos invita a despertarnos, a mirar a los ojos, de frente, nuestra realidad, que por momentos se revela cruel, a reflexionar acerca de lo que somos los seres humanos como raza, como colectivo, aunque también nos habla de sus propias frustraciones y errores.

En la bilis se atesora

Un recelo exacerbado

Que me hiela la sangre

Y alimenta el naufragio

De un talento que

en vano me está esperando“.

(De su poema 'Fracaso')

'Vida, muerte y otras cruzadas' es la tercera y última parte del poemario y la más íntima, en su opinión, en la que expresa sus sentimientos acerca de la amistad, del amor y de la muerte, la muerte como “sombra que acecha cercana durante toda la creación del poemario”.

Este pequeño rincón del mundo, esta rancia comarca maragata es el lugar donde siento que mi corazón palpita con más fuerza, unas veces de alegría y otras de desasosiego, pero que me da cuanto necesito para continuar mis pasos

La muerte como gran tema, puesto que a todos y todas nos afecta, aunque alguna gente, qué curioso, pareciera vivir como si fuera eterna. “Escribo sobre la muerte, sobre su aceptación cuando los caminos se nos cierran y sobre luchar contra ella mientras aún está viva la llama de la esperanza. Hablo abiertamente del cáncer, enfermedad que sufro desde hace casi cinco años y de la violencia con la que me ha arrinconado obligándome a enfrentar las muertes de amigas en mí misma situación y a evaluar la mía propia en cada recaída. Por eso, escribo poemas como 'Mujer de las mil batallas', 'Versus recidiva' o 'Ex Nihilo'. Cierro el poemario aceptando un posible final que espero llegue dentro de muchos años con un poema titulado 'Cuando la muerte me toque':

...Cuando la muerte me toque

en mi lecho la estaré esperando

libre y vacía de adornos vanos,

me encontrará dócil, descansando.

Entonces,

enjugaré esa lágrima que me comprende

y la llevaré conmigo eternamente“, escribe esta poeta y narradora, cuyos versos y relatos están concebidos con el propósito de saciar su creatividad, habida cuenta de que, a su juicio, la escritura es una muy buena herramienta para el desarrollo intelectual y el conocimiento personal, porque presta un espacio para el pensamiento reflexivo y es buena para buscar el conocimiento de uno mismo a diversos niveles.

La escritura como herramienta para el desarrollo intelectual y el crecimiento personal

“Como autora creo que ayuda a desarrollar la empatía, mejorar el lenguaje, la imaginación y la creatividad amén de mejorar la capacidad para ordenar una narración. Creo que los beneficios de entrenar la escritura creativa son ilimitados. Para los lectores resulta además un elemento de relajación y entretenimiento que ofrece una gran variedad de estilos y de textos de gran singularidad”, apunta Mari Paz, que se muestra satisfecha de que Marciano Sonoro haya creído en su obra, al igual que lo ha hecho con otros autores de la comarca maragata, como es el caso de los artistas astorganos Javi Morán o Carlos Huerta, El Solito Trovador.

Ocurrió que siempre fui una frágil chiquilla

Viviendo otra vida a través del relato,

Oculta siempre tras las páginas de algún libro

Que capítulo a capítulo me han cobijado.

Eran mis héroes salidos de un cuento,

Aquellos que con su bondad campechana

Rescatan a la niña perdida del lobo

Que la acecha con amenazadora mirada.

Se recrea mi mundo a través de palabras

Que alimentan mi mente, de insaciable apetito.

Se aloja mi identidad en el párrafo escrito

entre palabras que bailan al son de mi prosa.

Y se evidencia que sólo leer me motiva

A descubrir nuevos mundos en este viaje.

Y me concede cada obra vivir otra vida

Eludiendo la mía cuando me falla el coraje.

Puede lastimarme hoy el mundo si quiere

Con su juego azaroso de caminos dispares

Que yo me siento a salvo en Macondo

Con su soledad de cien años vividos en una tarde.

(Mari Paz Martínez Alonso, 'A salvo en Macondo', incluido en 'De musgo y piedra')

“Somos en síntesis una pequeña gran familia de marcianos a los que también nos gusta colaborar de vez en cuando en los distintos proyectos que se van desarrollando. Jesús Palmero y Cristina Pimentel tienen un gran amor por la literatura y la música, así como por el arte en general que quieren expresar a través de su editorial mostrando los talentos que se encuentran, sobre todo, en la comarca y también fuera de ella. Me siento enormemente agradecida de que apostaran por mí y me permitieran, también a mí, hacerlo”, aclara esta poeta, que está haciendo incursiones en el ámbito de la narrativa, sobre todo en el relato corto, algo que le parece difícil, porque le obliga “a sintetizar mucho la historia que se va a contar y la pone en peligro corriendo el riesgo de crear una historia demasiado plana o excesivamente enmarañada”.

Reconoce que, cuando escribe narrativa, se apoya mucho en su faceta poética, con lo cual trata de llevar a la prosa algo que originariamente podría estar escrito en verso, manteniendo así la fuerza del relato. “Escuché decir una vez que un relato es bueno cuando se consigue atrapar al lector con las dos primeras líneas y no dejarlo ir en las dos últimas”, sintetiza Mari Paz, quien se define como buena lectora y clásica en lo referente a la poesía, porque para poder escribir, según ella, “uno primero tiene que leer, activar las emociones derivadas de historias, poemas o cualquier otro tipo de obras”.

Sus referentes en la poesía son los versos de Pablo Neruda, Miguel Hernández y García Lorca, aunque también confiesa haber hallado una gran fuente de inspiración en poetas más modestos e incluso desconocidos para muchos, “pues poeta no es el que publica, si no el que escribe poesía. Por ello siento una gran admiración por los versos de Rafael López y Molina, poeta afincado en Astorga, Javier Redondo (uno de mis últimos descubrimientos) o Santiago A. López Navia, amén de Richard García Nye, el poeta y prologuista de mi libro 'De musgo y piedra'”.

Escribe Richard García Nye que “los poemas de Mari Paz transmiten la fuerza y la resistencia ante la adversidad que son las características de la autora, esa ira mezclada con miedo que supera a base de esfuerzo”.

En la narrativa, se muestra devota de Dulce Chacón con 'Cielos de barro', Donna Tartt y 'El Jilguero', García Márquez y sus 'Cien años de soledad', “al que le hago un guiño en mi poema 'A salvo en Macondo', José Saramago, que me conquistó entre otros con 'Caín' o 'La carretera', de Cormac McCarthy, en la que no dejo de pensar desde la noticia del nuevo juguete del jefe de estado Corea del Norte”.

Hablo abiertamente del cáncer, enfermedad que sufro desde hace casi cinco años y de la violencia con la que me ha arrinconado obligándome a enfrentar las muertes de amigas en mí misma situación y a evaluar la mía propia en cada recaída

Como buena leonesa, le resultan interesantes los espacios de reunión de escritores, poetas y artistas en general que se están creando y que poco a poco van abriendo sus puertas a los nuevos autores en León. Asimismo, le alegra ver cómo pequeñas editoriales “buscan entre nuestras lindes provincianas nuevos retos”, animando a que la literatura se expanda por todos los pueblos de la provincia leonesa, que no permanezca centralizada únicamente en los núcleos urbanos, “pues allá donde vaya siempre avivará nuevos talentos”, matiza esta dinamizadora cultural, implicada en vigorizar cualquier movimiento cultural dentro de un entorno rural y semi-despoblado. “No siempre se entiende la necesidad de traer a zonas en peligro de abandono nuevos retos, pero la razón para ello es que el arte está íntimamente ligado a la naturaleza y este entorno es idílico para ello. Dar a conocer nuestro pueblo en un entorno cultural ayuda a cimentar unas bases para que siga vibrando más allá del bullicio del verano. Yo soy sólo un pequeño engranaje dentro de este movimiento cultural que llevamos a cabo denominado INSITU Santa Colomba, pero creo que gracias a él nuestro municipio es descubierto cada año por más amantes de la naturaleza y la cultura”, apostilla convencida y valiente Mari Paz, que sigue escribiendo mientras ofrece recitales músico-poéticos, en compañía de su amigo el cantautor madrileño Moncho Otero, a los amantes de la poesía.

Entrevista breve a Mari Paz Martínez Alonso

“La sociedad debe despertar y buscar ser representada por dirigentes comprometidos con las necesidades del pueblo”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

'La conjura de los necios', de John Kennedy Toole.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Daniel Sempere de 'La sombra del viento', de Carlos Ruiz Zafón, porque es un niño cuyos incidentes los desata su pasión por los libros.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

'Las voces del Pamano', de Jaume Cabré.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Impaciente, pero un poco procrastinadora. Puntual y comprometida. Tardé demasiado tiempo en aprender a decir que no.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Si debo elegir sólo una, el carácter afable.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Creo que en política hemos perdido el rumbo. No creo que haya un solo partido en estos momentos que quiera dar al país lo que necesita. La integridad política está completamente devaluada y eso nos lleva a una total falta de dirección.

La sociedad actual está experimentando el antiguo sistema feudal donde la población era abrasada con impuestos mientras los señores dilapidaban fortunas. La sociedad debe despertar y buscar ser representada por dirigentes comprometidos con las necesidades del pueblo. Puede que eso aún no se haya inventado...

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Por supuesto el sentido del humor, la ironía bien llevada, las tertulias con los amigos donde nadie esconde sus extravagancias.

¿Por qué escribes?

Escribir, para mí, representa encontrarme conmigo misma. Significa desinhibirme y descubrirme tal y como soy sin miedo a las censuras. Liberar mis demonios y atarme a la vida a través de la tinta. A través de la escritura me comunico mucho mejor, explico con mayor claridad y me aventuro más a la hora de expresar sentimientos o emociones.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Sirven sin duda para traspasar fronteras. Mi estilo es el que es pero las redes sociales le ayudan a salir de mi entorno y a rendirse ante otros lectores y críticas.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Mis fuentes nacen de una relación pasional con la literatura. Trato de leer todo lo que puedo. Duermo siempre acompañada de un libro y nunca creo tener suficientes pero recurro mucho a los principales poetas en los que encuentro verdaderos maestros.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Escribo en un blog llamado 'Versos en Somoza' pero de momento no sigo ningún blog literario con especial entusiasmo aunque sí ojeo los que voy encontrando en la red de cuando en cuando.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Para vivir hay que aprender a morir.

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