María del Roxo: “En El Bierzo, en Babia, en Laciana me siento como en casa”

María del Roxo

Manuel Cuenya

'Registradora de rostros“, porque se fija en esos rostros que le gustaría grabar para la eternidad, habida cuenta de que los rostros son, en su opinión, el reflejo del alma y a ella le encantaría atrapar un alma, ”curioseadora de vidas“ y ”anotadora de historias“, así es como le gusta definirse a María del Roxo.

“No quiero que suene a falsa modestia, pero ni me considero escritora porque escriba, ni fotógrafa porque haga fotos, ni pintora porque pinte... Más que crear, me gusta recoger y dar forma a las vidas ajenas. Eso me encanta”, aclara esta artista políglota, capaz de hablar varios idiomas, incluso el holandés, a resultas de su estancia hace años en Países Bajos, esta viajera y ciudadana del mundo que en la actualidad prefiere descubrir lo cercano, porque está convencida de que hay muchos rincones sin explorar en su entorno más o menos inmediato.

Es por esto que ha dedicado tiempo y esfuerzo en recorrer y conocer su tierra y aun otras tierras próximas, que bien pudieran ser “otros mundos y realidades paralelas”, sobre los que ha escrito y publicado, como Oviedo, Cangas de Narcea, Somiedo, Allande o bien Ibias, su cuna, su casa, su lugar de referencia, su mapa afectivo, el rincón más suroccidental y remoto de Asturias, de donde es originaria su familia paterna, “El Lejano Oeste”, como a ella le gusta decir, “Lejano Oeste en todos los sentidos, un lugar abandonado de la mano de Dios y de los gobiernos, un lugar mágico y recóndito, ”salvaje“ en lo mejor que este término encierra, una especie de reino del olvido”, donde pasaba los veranos con sus abuelos.

Ni me considero escritora porque escriba, ni fotógrafa porque haga fotos, ni pintora porque pinte... Más que crear, me gusta recoger y dar forma a las vidas ajenas. Eso me encanta

El mítico Lejano Oeste

“Detrás de 'aquella montaña' sabíamos que estaba León, y detrás de 'aquella otra' estaba Galicia. Ambos territorios estaban más cercanos que el resto de Asturias. A León se iba a por embutidos y a por vino, y a León se iban los ibienses a trabajar a las minas. Ponferrada era la metrópoli, lo más 'cool' de la época”, recuerda María, cuyo apellido artístico, “del Roxo”, es el nombre con el que se conoce su centenaria casona en el pueblo de Villaoril.

“Roxo hace referencia a una persona con la tez blanca y el pelo y los ojos claros. Vamos, justo lo contrario de mi aspecto, en el que ganan los rasgos oscuros de alguna 'mora de la morería' que se hubiera dejado deslumbrar por tan apuesto caballero norteño”, apostilla con humor esta bloguera, que puso en marcha su bitácora: el-lejano-oeste.blogspot.com.es para documentar una realidad y una historia que se estaba perdiendo a pasos agigantados. “Cientos de entradas y varios años de trabajo después, estoy orgullosa de pensar que hemos logrado poner a Ibias en el mapa. Si ahora buscas Ibias en Google, te aparecen casi 800.000 referencias. Cuando yo empecé, el buscador me respondía: Quizás quiere decir 'Ibiza'”, ironiza esta asturiana de nacimiento, cuyos orígenes, por el lado materno, son gallegos, si bien con León tiene la afinidad de la cercanía, de las costumbres, de muchísimos amigos.

“En El Bierzo, en Babia, en Laciana me siento como en casa. Soy de las que piensan que una unión Asturias-León nos beneficiaría a ambas regiones”, señala esta autora y coautora de diversos libros de viajes, entre otros, 'Maragatería y Astorga', que incluye diez rutas a pie por esta singular comarca leonesa, una tierra a la que se siente unida de un modo ancestral.

“Siento una fuerza especial en sus colores, en sus paisajes, en sus gentes”, precisa esta narradora, fotógrafa y pintora, que recuerda como si fuera hoy la primera vez que hiciera el Camino de Santiago y el trayecto entre Astorga y Manjarín como una especie de “despertar”, como si volviera a un lugar muy querido.

“Esa misma sensación la he vuelto a experimentar haciendo el libro. Hay algo fascinante en ese territorio tan despoblado, tan desolado, tan explotado por los romanos... Creo que pocas veces he disfrutado tanto haciendo el trabajo de campo”, especifica con entusiasmo María, que confiesa haberse lanzado a La Maragatería -en compañía de su compañero del alma, el también narrador y editor Alberto Álvarez Ruiz-, un poco a tumba abierta y por una corazonada.

En cuanto a la narrativa leonesa actual, María sigue con especial interés a Emilio Gancedo, “sus 'Palabras Mayores' me ha parecido una obra extraordinaria”, y a Julio Llamazares, quedándose sobre todo con sus algunas de sus primeras obras, como 'El río del olvido' y 'La lluvia amarilla', que deberían ser de lectura obligada, según ella.

Asimismo, siente admiración por Julio Álvarez Rubio, que le parece un referente en literatura de viajes. “Más que escritor es un hombre del Renacimiento, que sabe de todo y que es capaz de integrarlo en su escritura, pero además —y esto es lo fundamental— es un hombre cercano y generoso y su compañía es todo un privilegio”.

Entre los autores leoneses, por los que María siente devoción, también se encuentra el bembibrense Casimiro Martinferre, “que tiene un talento especial para escribir sobre su territorio... su obra nos ha enamorado a Alberto y a mí. Y no solo la literaria, con sus pinceladas de humor socarrón, sus fotos en blanco y negro son magníficas y sus reproducciones en acuarela de las pinturas rupestres me dan una envidia tremenda. Es un artista integral... Seguro que me dejo a muchos en el tintero...”, concreta María, quien, en colaboración con Alberto Álvarez Ruiz, dirige la editorial Calecha, una plataforma que les ha permitido, tanto a ella como a su compañero, poder publicar aquello que escriben sin tener que recurrir a otros editores o intermediarios.

Julio Álvarez Rubio, más que escritor es un hombre del Renacimiento, que sabe de todo y que es capaz de integrarlo en su escritura, pero además —y esto es lo fundamental— es un hombre cercano y generoso y su compañía es todo un privilegio.

Y en este mismo sentido han podido editar algunas obras de sus escritores leoneses preferidos, como 'Ancares', de Julio Álvarez, o 'Manuscrito de los brujos' de Casimiro Martinferre.

Aparte de estos autores, María se siente deudora del francés Saint-Exupéry, que fue uno de los primeros en dejarle huella. O bien Clarín, al que descubriera muy pronto, aunque reconoce que 'La Regenta' tuvo que releerla hace poco (no en vano vive en su querida Vetusta) para poder apreciarla en todos sus matices.

En la actualidad, María del Roxo, que siempre está maquinando algo, pues se define como una persona pragmática y disciplinada, sensible y resistente, no para de pintar y hacer fotos. En cuanto a la escritura, dice que no está escribiendo nada “publicable”. No obstante, la creadora de 'María, del acebo al cielo' tiene un par de ideas que le rondan por la cabeza desde hace tiempo y algún día empezará a darles forma. “Sin prisa. Cuando estén maduras”, concluye.

Entrevista breve a María del Roxo

“Percibo poco espíritu de sacrificio propio y mucha exigencia hacia los demás”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Cuando encuentro un libro que me gusta de verdad, siempre me lo leo por lo menos dos veces, y si es posible, en versión original. Uno de mis favoritos, desde luego, es 'La Conjura de los Necios'.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Bueno, eso son palabras mayores. Imprescindible me parece excesivo, pero uno de mis autores favoritos es Roald Dahl. Sus relatos cortos son sublimes y sus cuentos para niños son fantásticos hasta para los adultos. Nada de ñoñeces y muy divertidos.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Guau... No sé si atreverme a responder esto. En general siento mucho respeto por cualquier autor, aunque sus libros me hayan resultado un coñazo. Supongo que si digo 'Cien años de soledad' muchos se me tirarán a la yugular, pero dicho está. Me lo acabé de leer por pura cabezonería, pero no disfruté ni un ápice con él.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Soy una persona muy cumplidora. Si me comprometo a algo, lo hago caiga quien caiga.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

¿Una sola? Pues supongo que la amistad. No sé si vale porque engloba tantos requisitos y matices...

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política actual en este país es para echarse a llorar. Creo que nos faltan muchos años de democracia en España para intentar ser como nuestros vecinos del norte. Holanda, Suecia, Dinamarca, incluso Alemania, responden mucho más al modelo de país que me gustaría tener.

La sociedad somos todos, así que pontificar sobre los demás como si lo viéramos desde fuera no tiene mucho sentido. Todos tenemos arte y parte en el rumbo de este barco y echarle la culpa al timonel es lo más cómodo cuando las cosas no van bien. En general somos egoístas, vanidosos y hedonistas. Percibo poco espíritu de sacrificio propio y mucha exigencia hacia los demás. Pedimos derechos y no estamos dispuestos a hacer nuestros deberes.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

¿Divertir? No lo sé. Yo me río mucho por cualquier cosa. Si te refieres a qué es aquello con lo que más disfruto, pues, sin duda alguna, pintar. Es lo único que me hace perder la noción del tiempo y del espacio, que me relaja, me frustra y me satisface a partes iguales. Supongo que es lo que elegiría si solo pudiera dedicarme a una actividad.

¿Por qué escribes?

Escribir forma parte de mi vida. Desde pequeña llevo un diario. Escribo de todo y sobre todo, sin orden ni lógica, simplemente por el placer de hacerlo o por la necesidad de soltar lastre. Mucho de lo que escribo es autobiográfico, por eso no saldrá jamás a la luz.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Bueno, podría ser, pero yo no las utilizo para esto. Escribo como válvula de escape, o cuando me apetece soltar algo, pero no como ejercicio porque no sabría decir cuál es mi estilo literario o ni siquiera si tengo alguno.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Francamente, no lo sé. Soy muy ecléctica para la lectura y por mis manos pasa todo tipo de literatura. Si te digo que ahora mismo debo de tener una docena de libros empezados sobre la mesilla de noche... Desde Séneca con sus 'Cartas a Lucilio', a Álvaro Cunqueiro con 'Escola de Menciñeiros' (me encanta leer en gallego), pasando por Kapuscinski con 'The shadow of the sun', o Casimiro Martinferre con su 'Territorio'. Supongo que de todos queda algún poso. Últimamente estoy leyendo mucho de Svetlana Aleksiévich. Tiene un estilo muy peculiar e impactante de transmitir el dolor de las guerras o de los grandes desastres como Chernobyl. La autora da voz a los protagonistas, pero desaparece totalmente de la escena. Sus testimonios son conmovedores, trágicos y seductores a partes iguales. Me gusta mucho.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Seguía algún blog, pero últimamente la gente no escribe tanto como hace unos años. Nos hemos vuelto perezosos hasta para leer 'online' y gratis total. Sigo por las redes sociales a gente que escribe muy bien, pero no como fuente de inspiración, sino por el placer que me aportan, algunos de ellos por su frescura y otros por su buen hacer.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Es una frase de Roald Dahl: Los mayores tesoros se encuentran escondidos en los lugares más inesperados y solo aquellos que creen en la magia son capaces de encontrarlos.

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