Creer es cuestión de fe, querer requiere decisión

Mucho me temo a estas alturas de la película defensiva de lo leonés, que, fuera del ámbito leonesista y dentro de éste el plenamente reivindicativo, no hay conciencia clara de que salirnos del ente autonómico no sólo es una opción, sino una clara necesidad, y con pleno derecho constitucional. Razón fundamental: estamos anulados como pueblo. Se silencia que fuimos un reino: y que esto, históricamente, no prescribe. Pero tal cosa Matías Llorente, por ejemplo, ni lo entiende ni le preocupa, pero a UPL que le arropó SÍ, otra cosa es que no vea claro el sendero.

Me permito llamar sendero por ejemplo al informe IAL. Donde, conocidos los antecedentes, se señalan caminos para, bien pertrechados, poder acometer el viaje de salida, el Lexit que más que esperanza, cada vez se parece más a un suspiro de impotencia de quienes lo desean antes de que se oxiden los goznes. No es la primera vez que cito el sugestivo informe, y que trato de ponerlo pareado con la actividad UPL. No sé si es el mejor, en el supuesto de que haya otros, pero sí conocido y perfectamente asumible

Algo más que como inciso, coloco aquí, que, días atrás en las redes, vi un anuncio interesante, iban a presentar el informe aludido en la sede de UPL. Pues bien, si lo hicieron, no se publicó el encuentro, o no pude ver el resultado, y mira que lo intenté. No sólo me interesaba si había tenido lugar, sino, y es lo relevante, qué tipo de acogida había tenido y si habían ido más allá de presentación escueta. En la distancia, lo único que me han ofrecido, gentes sin implicación en el tema, es que eran las juventudes leonesistas las que promovían el encuentro.

La impotencia ciudadana para revertir el centralismo castellano y la dimanada anulación leonesa, es día a día más manifiesta, condición indispensable, el colaboracionismo ingrato de algunos políticos de León. Sé que no es fácil calar en la sociedad, llevar a la ciudadanía mensajes, y que éstos se vayan captando, que se hagan virales, como ahora se dice. El esfuerzo pedagógico de UPL, per se, me parece insuficiente, y con entidad propia no veo evolución hacia ello, si acaso ramalazos. Lo digo en letra impresa porque me duele y el silencio en nada ayuda. Echo en falta línea clara de actuación y equipos en permanente liza.

Sentimiento leonés amenazado

Hablamos de cultivar un sentimiento, el de ser leoneses, más amenazado que el urogallo en nuestros montes; y el canto: “contentos de ser de aquí”, nos lleva más a las lágrimas de dolor que a las de un templado rescoldo de alegría. Un sentimiento en peligro incluso de ser cultivado incluso interiormente de forma personal, y no digamos colectivamente por las nuevas generaciones, ante el empuje adoctrinador del ente autonómico, haciéndolas creer en el fundido castellanoleonés. Totalmente insufrible.

Culturalmente hay empuje vivificador, si bien no hay demasiada compenetración entre asociaciones, pero todos tienen conciencia clara de la diferenciación leonesa. En cómo abordarlo está la clave. Cada una parece ser la mejor, cuando se expone, que no es siempre.

Además del empeño cultural, de enorme calado, sin duda, tenemos el tema socioeconómico o si se prefiere económico, que parece más contundente, a ser posible conjugándolo desde la triprovincialidad que nos une en región, y no sabemos defender. Éste puede ser un punto de partida, pero quién lo promueve. El pueblo tiene, en el mejor de los casos, la fuerza de la masa, pero es un motor que necesita carburante, y provistos de él, alguien o algunos, que en plan dirigente procedan a la ignición para la puesta en marcha; esto es, papeles en mano, un plan definido y decisión de ir a por ello.

¡¡¡No veo el día!!!