La Junta veta la campanadas, cabalgatas, carreras y conciertos pero permite más visitas a residencias, belenes o misas

El vicepresidente, portavoz y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, Francisco Igea, y la consejera de Sanidad, Verónica Casado, comparecen en rueda de prensa telemática posterior al Consejo de Gobierno. / Rubén Cacho / ICAL

Mientras la Junta aún deshoja la margarita de si, debido a aumento de positivos de coronavirus, en Castilla y León se reducirán por debajo de 10 los posibles comensales en las cenas y comidas de las principales fechas navideñas, o se habrá aún más recorte horario, o cierres o no de algunos sectores o provincias, de momento el Gobierno autonómico ha avanzado algunas restricciones más genéricas de cara a la Navidad y un buen número de recomendaciones para que “los ciudadanos sean mejor que sus gobernantes”, resumió el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea.

Entre las principales restricciones, la Junta exige a los ayuntamientos que controlen e impidan todo tipo de posibles aglomeraciones, remarcando la prohibición de celebrar ningún tipo de cabalgata ni concierto de Navidad que no sea estática, al 50% de aforo si es en un recinto cerrado o con amplias distancias si fuera en el exterior.

Una alternativa que no cabrá en las posibles celebración pública de las campanadas de fin de año, instando a las policías locales a sancionarlas si se producen aunque en esa noche haya amplitud inicialmente hasta las 1.30 horas. También Igea detalló que se prohíben en Castilla y León, como ya se había dicho a nivel nacional, todas las celebraciones deportivas el tipo de la carrera de San Silvestre.

Nada de cenas en restaurantes en Nochebuena y Nochevieja

Además, especificaron que en esas noches centrales del 24 y 31 de diciembre, aunque la movilidad se amplíe más allá de las 22.00 horas, se impondrá ese límite de las diez de la noche para la apertura de bares y restaurantes, así como de hoteles, lo que imposibilitará cenas en esas noches principales de Nochebuena y Nochevieja. Igea llegó a preguntarse con dureza “¿cuántas cañas, cuántas cenas, cuántas chorradas hay que hacer para que muera una persona”.

Sin embargo, en otro orden de cosas, la Junta avanzó que sí se permitirán -salvo cambios de última hora- los belenes estáticos o vivientes “siempre en recintos acotados” y con garantías de espacio, y con estancia de un máximo de 15 minutos.

Igualmente, se admitirán celebraciones especiales de carácter religioso, como por ejemplo la tradicional Misa del Gallo, siempre que cumplan las restricciones de horario nocturno, es decir, en Nochebuena por ejemplo hasta las 1.30 horas de regreso a los hogares como máximo. En estas celebraciones, eso sí, se prohíben cantos y coros y se recomienda el uso de música grabada en tal caso.

Más flexibilidad en las residencias de mayores

También Francisco Igea anunció una “flexibilización” de las condiciones de visitas a los mayores en las residencias, admitiéndose ahora la visita de hasta dos familiares, con dos horas como máximo de estancia. En aquellos centros donde sea costumbre de realizar comidas y cenas de fiesta con ancianos y familiares, sólo podrán acudir dos comensales por persona mayor y siempre que garantice tener una prueba de detección de la Covid negativa.

El Gobierno autonómico, que por boca del propio Igea criticó con dureza al central por no imponer restricciones y dejar las decisiones en manos de las autonomías, a su vez dijo que “en 24 o 48 horas” habrá otras decisiones concretas que anunciará en persona el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.

Es decir, que se sigue sin conocer detalles sobre reducir o no el número de comensales en Nochebuena o Nochevieja, rebajar horarios o sectores de apertura, modificar fechas de cierres perimetrales o restringir los viajes en determinados momentos tanto de familiares como allegados.

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