Completado el estudio sobre los 781 kilómetros de canales de agua que sirvieron para sacar oro de Las Médulas

Imagen de un canal romano en la comarca de Cabrera.

Agencia ICAL

El proyecto ‘La zona arqueológica de Las Médulas y su red hidráulica’, impulsado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic), completó la reconstrucción de 781 kilómetros de canales en el entorno de la antigua mina de oro romana. El estudio constata que sólo un 30% de la red puede reconocerse sobre el terreno, mientras que el resto está oculta o ha sido erosionado y se ha perdido.

Coordinada por los investigadores del Instituto de Historia del Csic Javier Sánchez-Palencia y Almudena Orejas y subvencionada por la Junta con 110.000 euros, la investigación analiza el impacto que la explotación minera romana supuso en la transformación del territorio. Según las dataciones radiocarbónicas llevadas a cabo en los canales, la explotación minera tuvo lugar en los siglos I y II después de Cristo. Se trata de las primeras dataciones directas de estructuras mineras, ya que hasta ahora la cronología se basaba en la de los asentamientos relacionados con la mina.

De la red hidráulica, se han identificado un total de 32 canales, 15 por la vertiente meridional, 15 por la septentrional y dos entre ambas. En total suman 781 kilómetros de recorrido reconstruido, aunque sólo 272 de ellos, repartidos en 673 tramos, son visibles en la actualidad.

Además, se estudiaron los 39 grandes depósitos que aún se conservan, en los que se embalsaba el agua usada para la explotación minera. Los depósitos de mayor capacidad son generalmente los empleados en las cortas de minado o ‘ruinae montium’, como el de La Horta (D39), con una capacidad de 16 a 18 mil metros cúbicos.

Entre las novedades surgidas del estudio, destaca que, por primera vez, se ha establecido un desarrollo detallado de las fases por las que pasaron los tres sectores de la mina. En el caso del sector de Las Valiñas, el más grande, se han identificado hasta 28 fases. En las últimas se llevaron a cabo un total de 42 cortas de minado o ‘ruinae montium’.

También se han diferenciado claramente los diversos canales de evacuación que condujeron el material estéril extraído y lavado hasta los seis grandes conos de deyección o colas de lavado, como el de Chaos de Maseiros, el más grande y que dio lugar a la formación del Lago de Carucedo.

Además, está en curso un estudio secuencial del registro medioambiental que permitirá conocer de forma bastante precisa la evolución de la vegetación y de las condiciones ambientales de la zona durante el periodo de explotación de la mina. Este proyecto de investigación pretende servir de base a una redefinición del Bien de Interés Cultural (BIC) de Las Médulas, como paisaje cultural representativo de otras zonas del mundo romano.

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