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Granada se queda fuera de los fondos europeos para su proyecto de renaturalizar el río Genil

El río Genil discurre sobre un lecho de cemento desde 1995

Álvaro López

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El río Genil, a su paso por Granada capital, seguirá circulando como hasta la fecha. Su curso no cambiará ni tampoco el entorno por el que baja. Será así porque la Unión Europea ha dejado fuera de sus fondos para la recuperación Next Generation al proyecto que presentó en primavera el Ayuntamiento granadino para “renaturalizar” 1,4 kilómetros del cauce de este arroyo a su paso por el casco urbano. La iniciativa, que requería de 4,7 millones de euros de ayudas europeas, no ha convencido y de paso ha servido para que los ecologistas insistan en que hay alternativas más baratas que sí renaturalizarían el arroyo.

El proyecto de reconvertir al río Genil en un cauce más natural, alejado de la estampa árida y sin zonas verdes que se puede apreciar hoy cuando se camina por el casco urbano de Granada, fue presentado el pasado mes de marzo, pero no ha convencido a Europa. Dado que dependía de los fondos comunitarios para la recuperación tras la pandemia de la Covid-19, el Ayuntamiento de Granada no podrá acometer el proyecto en los términos en los que se había planteado, salvo que decida concurrir de nuevo al nuevo plazo de ayudas que se abre en octubre. Al respecto, desde el Consistorio aseguran que seguirán “buscando fondos para la actuación”.

Poco optimismo

El problema es que la nota otorgada por la Unión Europea a la iniciativa, tal y como fue presentada, no deja margen para el optimismo. Según fuentes informadas, con una puntuación de 51 sobre 100, el plan para renaturalizar el río Genil se ha quedado lejos de otras ideas similares, como la que ha planteado el Ayuntamiento de Loja precisamente para el mismo río y que sí ha logrado el beneplácito europeo, con una puntuación por encima de los 80 puntos. Por eso, los ecologistas censuran la actitud del Ayuntamiento de Granada a la hora de presentar la renaturalización sin tener en cuenta que en realidad no se trata de un “proyecto verde”.

Las líneas maestras de la renaturalización que proponía el Consistorio pasaban por cambiar la imagen del cauce con la instalación de senderos en los márgenes, con vegetación baja y una reducción del tramo central del arroyo para que el agua discurriera por él. Argumentando que la estructura de hormigón actual no se podía cambiar, además de colocar los senderos, pretendían instalar escaleras y pasarelas para mejorar la accesibilidad a las personas con movilidad reducida, con el fin de acercar el río a los ciudadanos. Asimismo, para facilitar el curso del agua, se proponía la eliminación de seis de las compuertas que hay en la actualidad en el tramo de 1,42 kilómetros por los que discurre el arroyo entre Puente Verde y la conexión con el Camino de Ronda.

La opción ecologista

Tras el rechazo de la Unión Europea, los ecologistas van a movilizarse para que el Consistorio replantee su idea y tome en consideración propuestas como la que ellos mismos tienen elaborada desde hace varios años. Esta organización verde propone desde 2019 llevar a cabo una remodelación del cauce similar a la que se ha hecho en Madrid con el río Manzanares. Los buenos resultados en la capital de España, que han permitido el regreso de una imagen verde del arroyo, con la aparición de flora y fauna que estaba perdida, hacen que Ecologistas en Acción lo tome como referencia. Por eso, la idea básica pasa por eliminar todo el suelo de cemento que hay en la actualidad y las compuertas que impiden el curso natural del río, incluyendo la última, situada justo en la entrada de la Vega de Granada, que queda estancada con los problemas que eso genera. En teoría, no sería recomendable eliminarla por este motivo y por razones de seguridad para evitar crecidas del caudal, pero los ecologistas sí apuestan por su eliminación.

En el proyecto de 2019, al que ha tenido acceso este medio y que es el que vuelven a poner encima de la mesa, esta última compuerta se elimina y se coloca una acequia para que el agua que necesitan los regadíos pueda seguir circulando. Además, con la eliminación del cemento del suelo, este queda sustituido por tierra que permitiría la plantación de árboles y todo tipo de flora que acabaría atrayendo a la fauna que desapareció del arroyo en la capital cuando en 1995 el cauce se convirtió en un río cementado que apenas transporta agua durante todo el año. Con la propuesta de Ecologistas en Acción se recuperaría el verde, el propio cauce se estrecharía de forma natural, permitiendo que el agua discurriera de una forma más uniforme y con una apariencia más estética.

Un proyecto más barato

El otro punto que defienden desde esta organización para que el Ayuntamiento de Granada tenga en cuenta su proyecto, y no el presentado a la Unión Europea, es que la inversión necesaria apenas supera los 700.000 euros por los 4,7 millones de euros que ha solicitado el Consistorio. La propuesta oficial, en contraposición con la ecologista, pretende la instalación de senderos junto al río, rebajando la parte central del cauce para obligar al agua a que pase por esa zona, pero sin eliminar el cemento y disponiendo en los márgenes vegetación sustentada en tierras sueltas y grava. Esto, según este colectivo, impediría hablar de renaturalización porque sería difícil que la flora y la fauna se instalaran de forma natural por la propia acción del río.

Javier Egea, portavoz de los ecologistas, denuncia que con el proyecto del Consistorio “no se renaturalizaba nada”. “La propuesta del Ayuntamiento era dejar todo el cemento como estaba, meter un par de senderos de cemento, rebajar el centro y dejar también el cemento, sin arbolitos y con la excusa de que la Confederación no quería, ponían jardineras para que estuviese verde”. Un plan que consideran pobre para hablar de recuperar el entorno natural del Genil, sobre todo si se tiene en cuenta que la inversión les resulta “desproporcionada”. A pesar de que han ofrecido su proyecto al Ayuntamiento, aseguran que aún no les han recibido para poder debatirlo. Aunque confían en que, como se prevé que haya una nueva tanda de ayudas europeas, dé tiempo a presentarlo. “No obstante, si proponen lo mismo va a ser rechazado”, entiende Egea.

De todos modos, los ecologistas no están solos en su petición de que se recupere el río Genil de otra forma. Unidas Podemos lleva meses advirtiendo de que la propuesta oficial no casaba con la idea de hablar de un pulmón verde gracias al arroyo. La coalición de izquierdas apuesta decididamente por el proyecto de Ecologistas en Acción por ser una iniciativa “sencilla y barata” y al mismo tiempo permitir que se retire el cemento “para que la sedimentación del propio río renaturalice por sí sola”. Por otra parte, en el Partido Popular critica que el equipo de Gobierno municipal haya sido “incapaz” de presentar un “proyecto común que Europa asuma, comprenda y valide”. “Es una pena que Granada se quede sin fondos europeos para algo fundamental”. Mientras, fuentes oficiales del Ayuntamiento se excusan argumentando que el rechazo de los fondos europeos se ha producido de forma generalizada en este tipo de planes de renaturalización: “Las ciudades competimos, se han presentado 230 proyectos para ríos y se han aprobado subvencionar 37 solo”.

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