Turienzo de los Caballeros recuerda con un monolito la histórica batalla de la Guerra de la Independencia
El Ayuntamiento de Santa Colomba y la Junta Vecinal de Turienzo de los Caballeros se colocaron este domingo sus mejores galas para el acto del 210 aniversario de la batalla que tuvo lugar en la localidad, en el mes de enero de 1808 y que fue clave para el inicio de la reconquista de España que en aquellos momentos vivía bajo el yugo francés.
Recreadores de León, Galicia, Asturias y Salamanca, además de miembros de la Brigada Arriera, dieron dado color al acto, ataviados con sus uniformes de época. Al mediodía eran recibidos en el Ayuntamiento de Santa Colomba, donde el alcalde José Miguel Nieto les dio la bienvenida señalando que “hoy venimos a recordar algo que teníamos olvidado”. Nieto quiso destacar la presencia de los mandos de los Cuerpos y Fuerzas del Estado para brindarles un reconocimiento por “ser los garantes de la libertad. Es un acto de patriotismo reconocer vuestra labor”, manifestó el regidor maragato.
Una vez concluido el recibimiento, los recreadores recorrieron a pie los escasos dos kilómetros entre Santa Colomba y Turienzo, donde en la Plaza del Prado se descubrió el monolito con la placa, en la que se recuerda cómo el 2 de enero de 1809 “a pesar de hallarse en retirada, agotados, hambrientos y azotados por el tifus”, los regimientos españoles de la 1ª División del Ejército de la Izquierda, al mando del brigadier Rengel, combatieron entre Turienzo de los Caballeros y Foncebadón, protegiendo la retirada del ejército del marqués de la Romana y de la Brigada Ligera Británica del general Crawford contra la Caballería Imperial Francesa del general Franceschi.
La batalla transcurrió con Napoleón en Astorga, a donde había llegado el 1 de enero de 1809, para hacer frente en Astorga y en León al ejército británico del general John Moore aliado de los españoles. Ante la imposibilidad de detener el avance de las tropas napoleónicas, Moore y el marqués de la Romana decidieron retirarse de Astorga el 31 de diciembre hacia Galicia para salvar sus tropas. Moore tomó el camino hacia La Coruña por los puertos de Manzanal y Piedrafita, mientras que el marqués de La Romana y sus tropas trataron de dirigirse hacia Orense a través de Foncebadón y Ponferrada haciendo frente a la caballería francesa en Turienzo de los Caballeros, donde fueron sacrificados numerosos de soldados. “Las debilitadas tropas españolas combatieron para abrirse paso hacia Foncebadón y para ganar tiempo para que el resto del ejército pudiera escapar hacia Molinaseca. Con su sacrificio, estas tropas españolas lograron su objetivo, a pesar de sus bajas y de un elevado número de prisioneros”, recordó el historiador y alcalde de Astorga, Arsenio García Fuertes.
“Este monolito es de ustedes y a partir de hoy forma parte” de la historia de España y Europa, una Europa que 200 años después del intento de Napoleón de unirla por la fuerza, “hemos aprendido a vivir en paz”, puso de relieve García Fuertes al pie del monolito. En el acto también estuvo presente Esteban Álvarez Castañón, en representación de los marqueses de Astorga.