Vecinos de Santovenia de la Valdoncina presentan alegaciones contra la macrogranja de pollos

Vecinos presentan alegaciones a la macrogranja de pollos en Santovenia de la Valdoncina.

Vecinos del municipio de Santovenia de la Valdoncina han presentado alegaciones en contra del proyecto para la implantación de una macrogranja de 124.000 pollos en las proximidades de la urbanización Santo Tirso, en la localidad de Villanueva del Carnero. Y no han escondido su “malestar” ante el Ayuntamiento y el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta proponiendo como alternativa una apuesta por la ganadería extensiva tradicional.

“Estamos convencidos de que la Junta de Castilla y León favorecería una irresponsable política de expansión de la ganadería industrial si permitiera la ampliación de la granja en contra del bienestar de los vecinos y del medio ambiente”, señalan los vecinos este lunes, fecha en la que expira el plazo para presentar alegaciones al proyecto, un trámite que ya había cubierto con anterioridad Izquierda Unida local de León.

Los vecinos exponen su preocupación al sugerir la posibilidad de que “el agua del pozo que surte a la urbanización se contamine debido a filtraciones procedentes de la explotación” o que se queden sin suministro de agua por el aumento en la captación de aguas subterráneas. “El Ayuntamiento de Santovenia de la Valdoncina no instala un sistema de saneamiento en esta zona, lo que aumenta el riesgo de contaminación del suelo y de acuíferos que puede afectar a poblaciones mucho más alejadas como Ribaseca, Onzonilla, Viloria de la Jurisdicción o Antimio de Abajo”, añaden.

“El hacinamiento de animales es, además, una bomba de relojería para la aparición de nuevas enfermedades que pueden afectar gravemente a la fauna local o mutar y afectar a los seres humanos, como la reciente gripe aviar o la actual pandemia de covid. Su riesgo se multiplica exponencialmente cuanto mayor sea la explotación. No queremos ni imaginar lo que supondrán un total de 124.000 pollos”, advierten a renglón seguido.

En las alegaciones también hacen notar otras circunstancias como el hecho de que “en algunas ocasiones los extractores no filtran completamente el aire que expulsan de las naves de cría y se pueden observar restos de plumón de los pollos depositados sobre las superficies de todo lo que queda en el exterior”, lo cual avisan de que “no solo es incómodo sino también peligroso para la salud, ya que respirar estas partículas puede provocar problemas pulmonares, en especial en personas alérgicas y/o con problemas respiratorios”.

Los vecinos sostienen que la explotación “no cumple la normativa ya que limita a una distancia de unos 80 metros con viviendas habitadas, cuando la distancia mínima para este tipo de explotaciones debe ser de 100 metros”. “Según el proyecto de la explotación avícola en su solicitud”, agrega, “la construcción más cercana a las casas va a estar destinada a almacén de estiércol, con todas las consecuencias perjudiciales que eso puede acarrear para nosotros”.

Además, advierten del “deterioro” del camino vecinal que les sirve como habitantes de la urbanización al no disponer la granja avícola de una vía de acceso propia y cargan contra “las reiteradas negativas del Ayuntamiento” para acometer reparaciones en el vial. “Somos los vecinos de la urbanización”, concluyen, “ los que regularmente realizamos aportaciones económicas para el mantenimiento del camino de acceso a las viviendas”.

Al mismo tiempo que dicen ser conscientes de que “la ganadería intensiva es una actividad industrial insostenible que provoca severos impactos ambientales, sociales y sanitarios”, proponen una alternativa: “La ganadería extensiva tradicional utiliza de manera eficiente recursos, no depende ni de piensos importados, ni de los combustibles fósiles y se complementa con una agricultura local. En la provincia de León, más del 60% del territorio es apropiado para uso ganadero basado en razas autóctonas”. “Queremos vivir en el mundo rural, no nos lo impidan”, sentencian.

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