“La única gestión sobre el lobo en Picos de Europa es la gestión de la escopeta”

Un lobo ibérico en cautividad en el Museo de la Fauna Salvaje de Valdehuesa, en León. / Carlos S. Campillo / ICAL

Carlos J. Domínguez

No es tan fiero el lobo como lo pintan. Y lo dicen algunos, no pocos, ganaderos. Si acaso, remarcan desde Ecologistas en Acción, es más dañina la administración que los propios carnívoros. Este es el espíritu de un profundo informe realizado por esta organización conservacionista que analiza y propone sencillas medidas para garantizar la convivencia pacífica con el lobo ibérico, incluso de mutuo beneficio, en uno de los espacios más protegidos de España, el Parque Nacional de Picos de Europa, en el que León tiene la mayor superficie y la más habitada.

La autora del estudio, Carolina Martín, y el representante de Ecologistas en Acción, Enrique Ureta, representante de 'Ecologistas' en el Patronato del Parque Nacional de Picos, explicarán este jueves 13 de junio en León capital las claves para que habitantes, ganaderos y lobos convivan en armonía, con datos basados en tres años de trabajo. Será a las 19.30 horas en la Biblioteca Pública de Santa Nonia, con entrada libre y gratuita.

“Es un aliado. No es un enemigo”. Así resume Martín una de las principales conclusiones de su trabajo (lo añadimos completo bajo este reportaje), partiendo de la base de que se trata del único Parque Nacional español en el que estos animales ya formaban parte del ecosistema cuando se creó hace ya más de un siglo, existiendo pues una convivencia histórica y normalizada que, a su juicio, la gestión a tres bandas de Castilla y León, Asturias y Cantabria ha venido a distorsionar.

Y una de las peores maneras de distorsionarla es matándolos a disparos, a pesar de tratarse a nivel europeo de una especie protegida. Porque la experta lamenta que “la única gestión sobre el lobo en el Parque Nacional de Picos de Europa es la gestión de la escopeta”.

Silencio cómplice del Parque Nacional

Su estudio admite que “no se conoce la mortalidad real de los lobos”. No porque no se sepa sino porque “la dirección del Parque Nacional no nos ha contestado en año y medio que hace que pedimos información”, lamenta. Pero sus propios, y escasos, informes publicados dejan claro que en los años 2015-2016 se contabilizaron 13 lobos muertos, 11 de ellos por disparo (8 legales y 3 por furtivos) y 2 por causas desconocidas. Y aún peor, datos oficiosos indican a 'Ecologistas' que desde 1986 se tiene constancia de la muerte de 169 lobos. El Parque no ha aireado jamás datos de los años más recientes, 2017 y 2018.

También se censura la existencia de “cacerías clandestinas” dentro de Picos, en el sentido de que se ocultan a la opinión pública, en los que “se usan artefactos explosivos, prohibidos explícitamente por las leyes de caza, y se permite la participación de multitud de cazadores locales y vecinos de los pueblos (personal administrativamente no habilitado), superando en ocasiones las 100 personas por cacería y día”, denuncia el informe.

La pregunta es, “¿ha disminuido esto los ataques al ganado y, por ende, la 'mala prensa' del lobo? ”En absoluto, a pesar de la persecución indiscriminada, tanto en cantidad como en calidad“. Carolina Martín resume que ”los controles de población, junto al pago de indemnizaciones, no están impidiendo ni minimizando los ataques ni el conflicto social“. Y a pesar también de que, con las estadísticas oficiales en la mano, esos ataques son relativamente escasos para 'Ecologistas'.

Estadísticas e informes que contradicen la versión oficial

Aparte de que un informe del propio Parque Nacional en 2013 ya desaconsejaba esa caza como solución, como ya publicó iLeon.com, y como reiteradamente se sigue desoyendo, también destacaba que “el porcentaje del ganado afectado es muy bajo en relación con la carga ganadera total”, algo que comparte la ONG.

El propio anuario estadístico de 2015 contabilizaba en Picos de Europa 583 las explotaciones ganaderas y ese año sufrieron en total “la pérdida de 197 cabezas de ganado”. “Prorrateando entre todas las explotaciones, se tendría una perdida media de 0,34 cabezas de ganado por explotación; esto, lógicamente, no es real, ya que sabemos que han sido afectadas un total de 67 explotaciones ganaderas por acciones del lobo”, reza el documento oficial.

Pero en concreto en León, la cifra es ridícula, casi inexistente. En la última memoria anual publicada completa, la de 2016, se consigna que de los 137 expedientes de daños solicitados por los ganaderos y atribuidos al lobo, 105 fueron en Asturias (por valor de 51.083 euros); 32 casos más en Cantabria (no llegó a 10.000 euros); y cero casos en León. En 2015 había habido sólo uno, en Posada de Valdeón. Pero a pesar de todo, la Junta de Castilla y León sigue autorizando batidas y se sigue disparando hasta la muerte a estos carnívoros.

Batidas silenciadas e ilegales

Para terminar de 'abatir' la gestión del Parque, incluso el informe destaca otra aberración más: “Se ha comprobado que ni una sola de las autorizaciones administrativas para la realización de controles poblacionales de lobo realizadas en el Parque Nacional de Picos de Europa, en cualquiera de sus modalidades, y en toda su historia, fue publicitada a través de los Boletines Oficiales correspondientes”, lo que significa a las claras que “los lobos en Picos de Europa se matan de forma clandestina, procurando que no se conozcan los procedimientos por el público general”, algo que no sólo bordea la legalidad sino que la pisa de lleno.

Pero Ecologistas en Acción, que lleva tres años de experiencia con su proyecto “Vivir con lobos”, sabe que el conflicto del lobo con el ganado “no es ni mucho menos tan profundo” como se traslada a la opinión pública. Incluso hay ganaderos de zonas loberas que “defienden su presencia”. Y hasta quienes, como un profesional zamorano, ha inventado la forma de buscar un valor añadido a sus quesos de oveja con “un sello propio llamado 'Pastando con lobos'” para competir con otros productos que no tienen el coste añadido de convivir con grandes carnívoros“, relata Carolina Martín.

Recomendaciones y propuestas en positivo

Y aquí viene el apartado de recomendaciones y propuestas “sencillas y lógicas” que hace Ecologistas en Acción, que destaca que se trata de decisiones de bajo coste y mucho valor, porque “sobre todo las administraciones no hacen prácticamente nada para favorecer la coexistencia” que es “posible”.

“Aquí no tenemos leones; el lobo es nuestro predador”

“Aquí no tenemos leones ni cocodrilos; el lobo es nuestro predador apical, y no es el enemigo, ya vivía aquí e incluso es necesario para el equilibrio de los ecosistemas”, defiende la autora del estudio, por ejemplo para “sanear” la fauna aquejada por enfermedades como la sarna o la tuberculosis.

La primera recomendación irrenunciable pensando en implicar a los ganaderos aún reticentes a la convivencia con la especie es que “hay que invertir, poco pero hay que hacerlo”, junto a un “cambio de manejo” de la actividad. Porque Martín destaca lo poco que cuesta “la solución principal de emplear perros mastines” o careas, por cierto, ambos criados principalmente de León, donde son un negocio en crecimiento porque se los reclaman de muchos países del mundo, al contrario que en España, paradójicamente.

Otra medida son los vallados electrificados, fijos y móviles, empleados en escasa medida. Perros y vallas, denuncia, no cuentan con ayudas económicas del Parque Nacional, para los ganaderos. Y las autonomías no se afanan lo más mínimo en pedir subvenciones que Europa sí ofrece, sale más barato seguir cazando aunque no haya demostrado que haga disminuir los ataques.

El dinero que no se gasta ni controla

O sea, resume Martín, “hay fondos pero no se gastan, y tampoco hay control sobre otras líneas que llegan por ejemplo por la PAC, nadie sabe dónde va a parar ese dinero público”.

Otra clave en positivo es regresar al pastoreo tradicional y comenzar, propone 'Ecologistas', en cuestión de vacas, por ejemplo, por incentivar las razas autóctonas perfectamente adaptadas a Picos, como la tudanca cántabra, en vez de especies foráneas, “más grandotas, sí, que dan más carne o más leche” y también son más 'suculentas' para los predadores, al tiempo que afectan peor a los pastos.

El boca a boca entre ganaderos, lo mejor

Y cuando todas estas medidas pudieran dar resultados, nada como el boca a boca para “dar voz a los ganaderos de zonas loberas” y cambiar la imagen negativa del lobo en la opinión pública, que se ha demostrado esencial para demostrar que “el lobo tiene mucho bueno”. “Sabemos”, admite Martín, “que los ganaderos no se creen a las administraciones ni tampoco a los ecologistas, se escuchan entre ellos, y por eso el Parque Nacional debería propiciar ese diálogo entre ellos” sin intermediarios ni distorsiones.

Ecologistas en Acción sabe que no hay fórmulas mágicas. Pero sí que hay fórmulas “desastrosas”, casi todas implementadas en Picos de Europa, en el espacio más natural y protegido casi de España. Y que hay otras sendas para que el camino de los lobos ibéricos y los ganaderos confluya natural e incluso positivo.

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