Sanidad impone un supervisor de equipos de protección del ébola y diseña “minisimulacro” en urgencias

Ical

La Consejería de Sanidad ha decidido ya adoptar una serie de medidas para reforzar el protocolo de actuación ante un caso sospecho del virus del ébola, aunque está previsto que el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud apruebe hoy su actualización. De esta forma, designará un supervisor que revise el manejo de los equipos de protección, ha programado “minisimulacros” en los servicios de urgencias, estudia la distribución de termómetros de infrarrojos para evitar contactos y continuará con la formación de trabajadores.

El titular de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, abordó hoy con los responsables de organizaciones sindicales el protocolo de actuación ante el brote de ébola. Durante el encuentro, les informó de la actuaciones puestas en marcha y recabó sus propuestas para generar un “mayo consenso” en el abordaje de esta crisis sanitaria, generada en España al producirse el primer contagio fuera de África, en una técnico de enfermería que atendió al religioso fallecido Manuel García Viejo.

En ese sentido, Sáez Aguado expuso que las autoridades sanitarias están en una situación de alerta, no de alarma, que a su juicio obliga a movilizar todos los medios organizativos y materiales disponibles, así como a facilitar la formación necesaria para afrontar los “riesgos posibles”, que insistió son “bajos” tanto en Castilla y León, como en el conjunto del país, por razones epidemiológicas. Sin embargo, destacó que desde que el 7 de abril se declaró la situación de epidemia en Guinea Conakri su departamento distribuyó informó a centros sanitarios y aplicó el protocolo fijado por el Ministerio.

Asimismo, el consejero expuso que se han realizado al menos 134 cursos -con formación teórica y práctica-, que acreditan la formación de 1.270 trabajadores de centros hospitalarios en el manejo de los equipos de protección. De ellos, 700 aprendieron a utilizarlo adecuadamente. Además, señaló que se han celebrado charlas informativas y otras actividades colectivas. En paralelo, la Consejería ha distribuido 5.293 equipos, al margen de los existentes en hospitales y servicios de emergencias, para que dispongan de ellos también los centros de salud.

Más formación

Sobre la formación, el consejero reconoció que los sindicatos han reclamado en el encuentro que se incremente la formación a los trabajadores que pueden intervenir en un caso de ébola. Sáez Aguado reconoció que Sanidad ha dirigido estas actividades a las unidades que tendrían que intervenir en los cuatro hospitales de referencia -Burgos, León, Salamanca y Valladolid-, los servicios hospitalarios de urgencias y emergencias. El consejero admitió que el personal de Atención Primaria no ha recibido formación práctica, aunque defendió que estos profesionales deben tener una intervención “limitada”.

No obstante, aseguró que a partir de ahora se iniciarán actividades de formación en este nivel asistencial, para lo que se definirá a un responsable por centro. Además, aseguró que algunas gerencias han comenzado a impartir estos cursos teóricos. Sobre el manejo de los equipos antiébola, Sáez Aguado avanzó que la supervisión se incluirá en el protocolo que se aprobará esta tarde. No obstante, explicó que en algunos hospitales de Castilla y León ya se había determinado la necesidad de esta figura. Ahora, aseguró que se establecerá en todos ellos y aseguró que algunos profesionales han ensayado de forma “repetida” su colocación y retirada.

Otra de las demandas sindicales, que Sanidad se ha comprometido a estudiar, es la distribución de termómetro de infrarrojos en los servicios de triaje de las urgencias hospitalarias para que si llega un paciente con ébola se minimicen los contactos con el enfermo. Además, el nuevo protocolo matiza el criterio de la fiebre (38,6) ya que la ingesta de antitérmicos puede no revelar el valor indicado, por lo que el facultativo tendrá que tener en cuenta otros criterios clínicos. También, se han modificado los contactos de riesgo -alto o bajo-.

Finalmente, el consejero adelantó que se realizarán minisimulacros en los servicios de urgencias hospitalarias de toda la Comunidad para que ensayen su actuación con un caso “simulado”. De esta forma, aseguró que se refuerza la formación práctica de todos los equipos para evitar que alguno de los profesionales pueda enfrentarse a un posible paciente infectado sin saber de forma adecuada cómo debe actuar.

Contacto, aislamiento y protección

El consejero aprovechó su comparecencia para desgranar los ejes del protocolo de actuación. Insistió en que se debe “reducir al mínimo” los contactos con un posible caso por lo que sostuvo que “no es conveniente” que intervenga los equipos de Atención Priamria. Además, señaló que de debe aislar al paciente en un hospital de referencia al no existir un tratamiento específico y proteger a los trabajadores.

Sáez Aguado recordó que ante un caso sospechoso se debe llamar al Servicio de Emergencia 112 de Castilla y León puesto que a partir de ese momento la organización sanitaria articula la respuesta. Sanidad ha determinado que el paciente sea trasladado en una ambulancia preparada a las urgencias de un hospital para que se verifiquen los datos recabados y si se considera se traslade a un centro de referencia. Las pruebas se analizarán en el Centro Nacional de Microbiología, ubicado en Majadahonda, perteneciente al Instituto de Salud Carlos III.

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