El “reencuentro con la sexualidad” tras sufrir un daño cerebral centra el debate en las jornadas de Aspaym en Cubillos del Sil

César Sánchez / Ical. Foto de familia de los asistentes a las Jornadas sobre discapacidad y sexualidad ‘Placeres, peligros y permisos tras un daño cerebral’, organizadas por Aspaym Castilla y León y Asepeyo en Cubillos del Sil.

D. Álvarez / Ical

El “reencuentro con la sexualidad” de las personas que han sufrido un daño cerebral fue el principal tema de debate de las jornadas sobre sexualidad y discapacidad, impulsadas por Aspaym y Asepeyo en el complejo El Bosque de los Sueños, en el municipio de Cubillos del Sil (León) y que suponen una experiencia pionera en la comunidad. Quince personas con un grado alto de dependencia, acompañados de sus respectivas parejas, debatieron ante un equipo de expertos comandados por la sexóloga Rosa Montaña sobre sus experiencias a la hora de recuperar una parte de sus vidas que, en muchas ocasiones queda relegada por tabúes y prejuicios. “Es necesario entender que no eres sólo un cuidador, sigues siendo su pareja”, explicó Montaña, en relación a los cambios que se producen en la relación después de que uno de los componentes sufra un daño de este tipo.

“La vida me ha cambiado por completo”, explicó Ezequiel Fernández, uno de los participantes en las jornadas. Ezequiel sufrió un accidente en 2014 que lo dejó postrado en una silla de ruedas. “En la relación de pareja ves las cosas de otra manera, pero ella me ayuda mucho y poco a poco aprendemos a mejorar”, explicó al inicio de las jornadas. “Cada pareja es un mundo y cuando pasa algo así, cambia la erótica. Por eso es muy importante reconocerse y aprender a reencontrarse con la sexualidad”, explicó la sexóloga que dirige el equipo de especialistas que atiende las jornadas. En este sentido, Montaña recordó que, tras una lesión cerebral, “los afectados no siempre recuerdan a sus parejas ni sus historias”.

Ese fue el caso de Martina de la Torre, otra de las participantes de las jornadas 'Placeres, peligros y permisos tras un daño cerebral'. Su marido sufrió un accidente de tráfico en 2007, que le provocó un traumatismo craneoencefálico. “Es como tener otra vida, te has casado con una persona y luego tienes a otra persona diferente en casa”, explicó. Las frustraciones, los miedos y los tabúes son los principales obstáculos a superar en un caso como ese. “Él siente la necesidad de actuar por mí y eso le provoca frustración, pero aprendemos a mejorar con el trabajo en pareja y con la familia”, resumió De la Torre.

Los objetivos de las jornadas

El objetivo de los talleres, que se desarrollarán durante tres días, es romper los miedos respecto a la intimidad de las personas con daño cerebral adquirido y del trato de su sexualidad por parte de su entorno. Para que esto deje de ser un tabú, el equipo multidisciplinar de especialistas promueve coloquios para que los propios participantes sean los que expliquen sus problemas y propongan soluciones.

En este sentido, las jornadas buscan la aceptación de la sexualidad con independencia de la diversidad funcional que se sufra. Los talleres también persiguen la aceptación de la propia figura corporal y de sus límites y posibilidades, así como el reconocimiento de las necesidades afectivas y sexuales.

Diez años como referente de la discapacidad

La inauguración de las jornadas ha contado con la presencia del alcalde de Cubillos del Sil, Antonio Cuellas, quien destacó la “gran satisfacción” que supone para el municipio el hecho de que el campamento se celebre en El Bosque de los Sueños, “unas instalaciones que llevan diez años siendo un referente en el servicio y apoyo al mundo de la discapacidad”.

Por su parte, el director de Asepeyo en Castilla y León, Francisco Javier Toca, valoró el “éxito” que supusieron las jornadas organizadas el año pasado, relacionadas con las lesiones medulares. “Este año colaboramos con las personas que han sufrido un daño cerebral adquirido, siguiendo con la política de asistencia extrareglamentaria a personas que se están recuperando de una lesión”.

En este sentido, el programa de ayudas sociales de Asepeyo destinó más de 180.000 euros a 44 ayudas sociales concedidas a trabajadores protegidos en Ponferrada en el 2015. Estas ayudas se han destinado a sufragar aspectos como la compensación económica por pérdida de ingresos de los trabajadores accidentados, a la adaptación de viviendas y vehículos, los gastos de desplazamiento por parte de los familiares del accidentado durante su tratamiento o a la realización de cursos ocupacionales o de formación para la mejora profesional.

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