Las familias de los pabellones de Renfe de Astorga reclaman mejoras urbanísticas y sociales para la barriada

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Concejales del PP -entre ellos la edil responsable de Servicios Sociales en la pasada legislatura, Laura Galindo, y el diputado provincial del mismo partido, Francisco Castañón -hoy en la oposición pero que también ha sido el responsable del área cuando el PP ha gobernado la Diputación-, han realizado una visita este viernes a los pabellones de Renfe para denunciar el estado en el que viven las familias gitanas y portuguesas que los habitan. Los moradores de la barriada marginal creada hace 30 años han conocido gobiernos de todos los colores en la Diputación (la administración competente en servicios sociales) y en el Ayuntamiento, sin que ninguno haya sido capaz de erradicar el gueto.

Según el diputado Castañón, la visita de este viernes ha tenido como objetivo hacer una llamada de atención para que no se olvide que en las afueras de Astorga estas personas viven en infraviviendas y con un camino de acceso lleno de polvo y baches, una de las peticiones que los portavoces de los habitantes de la barriada, entre ellos el pastor religioso, Gaspar Filpo, ya ha hecho llegar a los responsables de servicios sociales de la Diputación y el Ayuntamiento en las reuniones mantenidas el 10 y el 30 de noviembre. Reuniones en las que también han participado cuatro representantes de los vecinos de la barriada, Cruz Roja, Cáritas y el Centro de Especialidades.

La concejala de Servicios Sociales, Chayo Roig, ha explicado a Astorga Redacción su compromiso para adecentar el camino de acceso. “Es prioritario. El problema es que al no existir red de evacuación de aguas no podemos asfaltarlo, pero lo que sí vamos a hacer es extender una capa de zahorra y eliminar los baches”. La edil ha destacado la implicación de las familias en la limpieza de los accesos a la zona.

Además, en el aspecto urbanístico, los representantes de las familias también han pedido mejoras en las viviendas, sobre todo, la reforma del último pabellón hoy deshabitado, donde podrían alojarse miembros de familias que viven hacinados en otras partes de la barriada.

También solicitan apoyo para los niños, todos ellos escolarizados y que han recibido clases de apoyo escolar los lunes y miércoles gracias “a la actividad de refuerzo desarrollada por la Diputación”, ha explicado Roig, quien insiste en que “es importante que acudan a las actividades que se organizan en la Biblioteca para los niños y niñas de la ciudad, para que convivan con ellos”. No obstante, el pastor religioso ha subrayado que “necesitamos alfabetización”, así como “acompañamiento a las personas mayores”.

Mientras los representantes del PP achacan falta de interés del actual equipo de Gobierno municipal por quienes habitan en esta barriada marginal “con infraviviendas, mucha suciedad y condiciones de vida que no son óptimas”, Chayo Roig ha asegurado que después de 30 años la solución para integrar a las familias no es una tarea fácil, “lo que no se ha hecho en tanto tiempo es difícil que se resuelva deprisa y corriendo”, en todo caso, ha puesto de relieve la buena disposición de los representantes de las familias para buscar acuerdos en las reuniones que se han celebrado “en un tono relajado y de entendimiento”.

En la visita también ha participado Tomás Valle, quien durante años ha trabajado con el colectivo desde el CEAS de la Diputación. Valle ha señalado que ninguno de los proyectos para erradicar la marginalidad en la viven estas familias ha fraguado, como la constitución de una cooperativa, opciones para el realojo de algunas familias para eliminar el gueto o proyectos de empleo, por lo que ha solicitado que las administraciones se impliquen y no olviden los proyectos en “un cajón”.

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