Ponferrada advierte del “grave riesgo para el vecindario” que supondría preservar los árboles del barrio de la Minero

Árboles de la calle José Válgoma Suárez de Ponferrada

El Ayuntamiento de Ponferrada advirtió hoy del “grave riesgo para el vecindario” que supondría la preservación de los árboles de la calle José Válgoma Suárez, en el barrio de la Minero, después del malestar expresado por algunos vecinos ante la tala de una veintena de tilos que se está llevando a cabo en la zona para permitir la puesta en marcha de las obras de accesibilidad del barrio del Temple. Los responsables del Consistorio destacaron que esta medida no es una decisión “caprichosa” sino que tiene que ver con las consecuencias de la apertura de zanjas en las raíces de los árboles y las consecuentes afectaciones a la estabilidad de los mismos. “Su preservación impediría de forma radical la ejecución de las obras de renovación de abastecimiento y saneamiento, que alcanzarán una profundidad que con certeza comprometería la estabilidad y la salud de estos árboles, que pasarían a constituir un riesgo evidente para el vecindario”, subrayaron.

En ese sentido, fuentes del Consistorio recalcaron que la tala de estos árboles viene contemplada en el proyecto de ejecución de la obra y está justificada por sendos informes técnicos de los servicios municipales de ingeniería y de mantenimiento de parques y jardines. En el primero, se precisa que “la zona de seguridad necesaria para garantizar la estabilidad del árbolado es de tres metros, la cual es imposible de garantizar cuando se comience la renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento”.

En esa línea, el documento apunta que “con la apertura de las zanjas necesarias se verán afectadas las raíces del arbolado con el consiguiente riesgo para la ciudadanía por fractura o caída del árbol. Además es imposible garantizar el futuro del arbolado”, riesgo que también recoge el informe del servicio de parques y jardines que señala que “esta alineación de árboles, quedará expuesta a un riesgo extremo de caída de ejemplares, debido a los daños que se ocasionarán en su sistema radicular, debilitando la sustentación de cada árbol que puede no resistir los golpes de aire, ante fuertes rachas de viento”.

Además, los informes apuntan también que debido a la escasa distancia entre el eje del árbol y las fachadas, inferior a los dos metros, las ramas alcanzan las viviendas y ocasionan múltiples incidencias, por falta de luz y por plagas de insectos ocasionales, unos problemas que se ven agravados considerablemente por la estrechez de esta calle. Por otro lado, los documentos técnicos especifican que “existe un gran riesgo de daños en aceras y acometidas a consecuencia del crecimiento de las raíces de estos ejemplares”, daños que no son generalizados pero que, en algún caso, apuntaron las mismas fuentes, ya se han producido.

Renovación del arbolado

Los árboles talados en los últimos días son tilos, una especie que puede alcanzar entre 20 y 40 metros de altura y con una copa de grandes dimensiones. Los responsables del Consistorio avanzaron que estos tilos se sustituirán por otros árboles “con envergadura apropiada a las circunstancias de los edificios y de la calle afectada” conforme avancen los trabajos de renovación de redes y pavimentos.

Respecto a la supervivencia de los ejemplares talados, los responsables municipales apuntaron que antes de iniciarse las obras se planteó sacar los árboles de su ubicación actual y trasplantarlos a otro lugar. Sin embargo, la operación se descartó por su complejidad técnica, dadas las dimensiones de algunos de los ejemplares, por los enormes daños que podía causar al tejido urbano, conducciones y canalizaciones, así como a las viviendas adyacentes.

En ese sentido, los técnicos señalaron que la cimentación de algunos inmuebles podría verse dañada por el proceso de extracción del extenso sistema de raíces del árbol. Además, cabía la posibilidad de que la operación de extracción y replantado resultara inútil, puesto que el deterioro que se causa a las raíces aboca a los árboles a secarse en su nueva ubicación.

La tala de los tilos en el barrio de la Minero también despertó el interés de Ecologistas en Acción, que exigió hoy la paralización de los trabajos. La organización consideró “totalmente desmesurada” la eliminación de estos árboles de más de 30 años de antigüedad que, a su juicio, “merecen un respeto como parte del paisaje urbano” y apostó por las podas selectivas.

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