Los políticos leoneses y el ente: el colaboracionismo

Rodolfo Martín Villa y el primer presidente de Castilla y León, Demetrio Madrid. // Juan Lázaro / ICAL

Máximo Soto Calvo

No tengo más remedio que empezar con cierta brusquedad, sin intentar ofender, pues no es lo buscado, al aludir principalmente a los políticos que ayudan a nuestro amarre al ente autonómico. Nuestros políticos regionalmente leoneses, son colaboracionistas irredentos del ente autonómico donde comen, o si se prefiere del que viven, y acabo de decir bastante.

Quede claro, lo pretendido es denunciar su modo de actuar. Sin ellos el ente que nos anula a los leoneses no funcionaría. Ése es su gran mérito.

Si hablamos de comportamiento en la generalidad de los actuantes en política, se ha de añadir que hay honrosas excepciones, naturalmente, para ello hemos de irnos a los del ámbito municipal, a los que pido disculpas si se consideran señalados. Aunque buena parte siembren también dudas en cuanto al colaboracionismo. Y de ello hablaremos.

A estos últimos, los hemos visto en la gestión de mociones para una autonomía leonesa, donde, para muchos, aparecía el temor a “no salir en la foto” en las siguientes listas. No todos se han arriesgado a la posible pérdida de estatus. Tal como eran amenazados, si, por honestidad con lo leonés, se salían de la obediencia partidista. Gracias mil, a los que votaron por la defensa de su tierra, libre y autogobernada. Es un primer paso, pero que debe llevar implícito seguir escuchando al pueblo.

Un sentimiento llamado leonesismo

Del movimiento político leonesista, diré que lo veo fuera del rol de partidos al uso. No hay en sus dirigentes, ni en los militantes, una ideología común, sino un sentimiento llamado leonesismo. Entonces es lógico preguntarse, cuál es el papel de estas formaciones que se opusieron a la creación del ente llamado Castilla y León. Pues, consumado éste, y desde de dentro, en función de la mejor praxis, defender nuestros intereses. Sin olvidar la pretensión popular de romper el vínculo autonómico e ir hacia una Comunidad Leonesa. Que en modo alguno es una quimera, es un derecho constitucional.

Su papel en política autonómica debe ser finito. Es mi apreciación, como lo es también su carácter de imprescindible en el entretanto. Si bien pueden evolucionar si se lo proponen y lo corrobora la militancia de sentimiento leonesista. Pero han de elegir una mano política, una determinada ideología de cara a la organización social y la forma de encarar los problemas comunes. Entonces, claro, serán otra cosa.

Colaboracionismo autonomista

Algo así como una conducta o posicionamiento a favor del invasor o anexionista. Con quien ostenta el poder no sin olvido o menosprecio de sus conciudadanos, en nuestro caso el ente autonómico; asemejándose a traición, más o menos grave según que nuestros implicados ostenten poder o sean simples numerarios. En rango menor se sitúan los que no van más allá de ser “la voz de su amo”, a tenor de la obediencia partidista.

En la situaciones descritas, están, ab initio situados, los socialistas y los conservadores regionales leoneses en el ente. A los que hemos de acoplar los Podemos y los Ciudadanos, que llegaron anteayer arrumbados en la misma marcha de negar todo lo leonés.

Sí, sí, lo sé, todos ellos ocupan un lugar político para el que los ciudadanos los hemos votado. ¿Quién peca más, el que mata o el que tira de la pata? Así las cosas de ahí la frase siguiente: “Tenemos lo que merecemos”, cual puro masoquismo, pues se les está reincorporando una y otra vez, aunque nos estén vendiendo. Esto hay que revertirlo, o se hará bueno lo del merecimiento. Fruto de ello el propio desdén del ente y la anulación de lo leonés, que no cesa.

Las Juntas Vecinales de hoy, herederas del sistema concejil, vigente que estuvo en comunidades de aldea, celosas de su patrimonio, sus señas siguen siendo: Democracia sin recovecos. Su forma de actuar directa y a la vista, su estatus, por no decir poder político concejil, ha estado de siempre incardinado en la identidad leonesa. Creo recordar que el ente autonómico está queriendo controlar tal patrimonio, de modo especial los montes, catalogándolos como Montes de Utilidad Pública, siendo la provincia de León, la más importante en extensión, con diferencia. Siempre un bocado goloso para el ente.

Políticos que se 'venden'

Todos nos estamos equivocando, los políticos que se venden y quienes les encaramamos al podio (escaño) una y otra vez, sean o no los mismo en cada nueva lista propuesta por el mandamás del Partido. El daño y los resultados siguen siendo los mismos.

Así y todo, hasta se puede poner en práctica aquello de “pelillos a la mar”, doloroso pero práctico, pues se hace necesario el entendimiento político-ciudadano leonés, para ir hacia la propia autonomía.

Ejemplarizante sería que empezaran a mostrarse activos aquellos ediles proclives a la Autonomía leonesa que votaron favorable las mociones. Estímulo y ayuda necesitan; voto para que sostengan las mociones también. ¡Se lo daremos! Faltaría más.

No supone para ellos dar la espalda al partido, pero sí dejar clara su postura defensiva de lo leonés, respetando la intención mayoritaria del pueblo que los vota. El partido no tiene porque sufrir en sus estructuras, ni lo buscan ni lo desean por ideología estos modernos David, que, con la onda del si, lanzaron la moción no contra nadie, sino a favor de, lo leonés, por supuesto. Que lo asuman los poderosos del aparato cual aguijones del jefe, tiene un hoy de soberbia, pero el mensaje (la moción por autonomía propia) seguirá viajando en el tiempo cual proyectil (apoyo) defensor de la Región Leonesa.

Movilización político-social

Lo piden y hasta llegado el caso lo exigirán, juntos con el pueblo del que forman parte, para que lo leonés tome su verdadera dimensión al hacer uso de sus derechos constitucionales. Si es que de verdad queremos, entre todos, iniciar el proceso hacia el autogobierno de la Región Leonesa, la movilización político-social, bien planteada, definida y con proyección futura debe iniciarse ya. No vamos contra nadie, queremos recuperar las propias libertades.

Imprescindible colocar aquí la figura política del alcalde legionense, José Antonio Díez, que parece haber tomado el relevo de Baldomero Lozano, recuérdese de quien, siendo socialista y leonés de carrera política, se oponía a incrustar a los leoneses en el ente sin escuchar su voz y mandato. No comparo rangos, téngase en cuenta. Aquél tuvo su momento y José Antonio está reactivando, hoy, el derecho constitucional a autonomía propia. Mi personal agradecimiento, uno más en el clamor que ha producido.

Atención al dato, pregunto. ¿Hay otra principal voz cargada de leonesidad tanto en Zamora como en Salamanca? Pues me duele tener que decir que no, y nada me gustaría más que estar equivocado. Luego... empiécese a “mover el manzano” donde hay mano propicia. La cosecha puede ser para todos.

Lo repito en cada escrito, hay un planteamiento técnico y social, bien estudiado, bien medido, contemplando tiempos e instituciones, llamado Iniciativa Autonómica Leonesa, origen principal de mis reflexiones leonesas del momento. En tanto no aparezca otro: ¡Sea el de todos! Veámoslo así.

Quedan dos facetas a tener en cuenta. La asociativa sociocultural, de enorme calado, y el activismo, dinamizador de encuentros reivindicativos. De ambos hablaremos.

¡A por el cambio! ¡A por la Dieciocho! Ayudémonos. Lexit 2021.

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