La plantilla de Everest pide a la dirección y a la Junta que se impliquen para que la empresa tenga futuro

Carlos S. Campillo / ICAL Los comités del grupo Everest y los trabajadores de la empresa se concentran en León para protestar por la situación de la editorial

Elena F. Gordón/Ical

Gritos, silbatos y pancartas son las herramientas que los trabajadores de la editorial leonesa Evereste utilizaron esta tarde para romper el silencio que, denuncian, mantienen tanto la empresa como la Junta. La plantilla se concentró en la plaza de Botines de la capital para reclamar una vez más una solución que garantice el futuro de la compañía.

“La dirección no nos paga y la Comunidad no está haciendo fuerza para que esto salga adelante”, lamentó hoy el presidente del comité de empresa, Enrique Reguero, quien añadió que “parece que a la Junta ya se les ha olvidado el problema y a día de hoy no tenemos ninguna información”. Tanto empresa como Junta, insistió, “tienen que ponerse a trabajar para sacar adelante esta situación”.

Confiados en solventar mañana en Madrid un error de forma en la convocatoria de huelga indefinida en una reunión del Sima (Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje) que obliga a posponer la convocatoria, el paro dará comienzo la próxima semana. Mientras, los empleados acumulan ya cinco nóminas de retraso: los salarios de diciembre, enero y febrero más dos pagas extras y un cuarto.

Los trabajadores están denunciando los impagos en los tribunales y mañana se espera poner en marcha una caja de resistencia para hacer frente a una convocatoria de huelga que prevén larga. “Vemos la situación muy negra”, reconoció Reguero durante el acto de protesta en el que la plantilla de Everest recibió el apoyo de distintos representantes sindicales y políticos, entre ellos, el responsable autonómico de Podemos, Pablo Fernández, los dirigentes provinciales de PSOE e IU, Tino Rodríguez y Santiago Ordóñez, y el candidato socialista a la Alcaldía de León, José Antonio Díez.

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