Piden 7 años de cárcel a dos hombres que intentaron acabar con la vida de otro tirándole por la ventana

Alba Mañanes

La Audiencia Provincial de León acoge el próximo 21 de noviembre un juicio contra Domiciano Diez y Gabriel Larralde, ambos acusados de un delito de homicidio en grado de tentativo por intentar acabar con la vida de Diego F.C., de 34 años en el momento de los hechos y nacionalidad colombiana.

Según el escrito de Fiscalía, los hechos ocurrieron durante la madrugada del 1 de noviembre de 2011 cuando los dos procesados se encontraban en una vivienda situada en la calle Torriano de León capital junto a Diego F.C y José Antonio V.D.

En ese lugar, se inició una discusión y los dos acusados propinaron varios puñetazos a José Antonio, que logró huir al exterior. A continuación, agredieron con un palo de 83 centímetros a Diego y lo arrojaron de forma intencionada desde la ventana de la vivienda cayendo a la calle.

Como consecuencia de estos hechos, Diego F.C. sufrió un edema cerebral difuso, hematoma subdural en hemisferio derecho y fractura de la base del cráneo, lesiones por las que padece trastorno metal orgánico y merma de las facultades cognitivas que capacitan al mismo solo para recibir órdenes sencillas y deambular sin ayuda.

La víctima precisó ingreso hospitalario durante 73 días, estando impedido 375 días presentando importantes secuelas como tratamiento farmacológico continuo como consecuencia del traumatismo craneoencefálico severo y de la intervención quirúrgica a la que tuvo que someterse después. La víctima tiene una hija llamada Heidi, de 18 años, que vive en Colombia y una hermana.

Por estos hechos, que la Fiscalía cree que constituyen un delito de homicidio en grado de tentativa pide siete años de prisión para cada uno de los procesados y prohibición de aproximación a menos de 500 metros de la víctima de comunicación con él por cualquier medio durante 10 años.

Solicita también una indemnización conjunta y solidaria a la victima por 22.500 euros por las lesiones y 300.000 por las secuelas.

La defensa de los dos procesados niega los hechos y considera que no han llevado a cabo ningún acto de compulsión o violento sobre la víctima y que no se pueden extraer que las lesiones que presenta Diego hayan sido fruto de lesiones realizadas por sus patrocinados.

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