La pandemia aumenta los establecimientos y las plazas turísticas

Camping Las Hoces de Vegacervera

ICAL

La pandemia de coronavirus covid-19 ha hecho crecer el número de establecimientos y plazas turísticas en la comunidad a pesar de ser uno de los sectores más castigados por la situación económica derivada de la crisis sanitaria.

A fecha 31 de enero había inscritas en el registro de turismo de Castilla y León, 33.110 actividades relacionadas con el sector, que suman 263 más que hace un año, sobre todo por el crecimiento de las altas de viviendas de uso turístico del verano, según los datos facilitados a la agencia Ical por la Consejería de Cultura y Turismo.

La directora general de Turismo de la Junta, Estrella Torrecilla, constató que es obligatorio que las empresas turísticas se den de alta pero “hay gente que se olvida de darse de baja” y consideró el dato de crecimiento del sector “increíble” para asumir que “puede que no sea real, porque alguna se haya dado de baja y no se nos haya comunicado”.

Los datos desagregados de la Junta sobre la oferta de alojamientos turísticos de Castilla y León, contenidos en el último boletín de coyuntura turística, del mes de diciembre, precisan que Castilla y León cuenta con más establecimientos y plazas que en el mismo mes de 2019. A cierre del año pasado, había en la Comunidad 9.300 establecimientos turísticos, 313 más que un año año, con 187.203 plazas, que suponen 2.632 por encima del dato de 2019. Básicamente el crecimiento se produjo en las viviendas turísticas, que alcanzaron las 2.442, con un avance en 298; con 16.211 plazas, 2.078 más. Asimismo, se incorporaron 25 nuevos apartamentos turísticos con 433 plazas, hasta un total de 398 con 7.238 camas.

Además, se abrieron once casas rurales con 351 plazas, hasta un total de 4.139 con 37.010 camas; junto a tres nuevos camping con otras 620, hasta un global de 120 con 42.627. Los albergues, 321, crecieron en tres, aunque sus plazas cayeron en 104, hasta las 13.143. Cabe destacar que el documento también indica que hay más restaurantes a la espera de abrir, con 5.996, un total de 37 más que hace un año, con 513.524 plazas, lo que eleva la cifra en 3.494.

El caso de los hoteles, hostales y pensiones avanzó en dirección contraria, cerraron el año con 1.880 establecimientos y 780.974 plazas, lo que supone 27 menos con la pérdida de 746 camas. En concreto, se perdieron cuatro hoteles, 14 hostales y nueve pensiones, hasta un total de 649, 842 y 389, respectivamente.

Castilla y León sostiene esa oferta pese a que los viajeros alcanzaron los 2.924.560 en 2020, con un desplome del 67,1 por ciento (8,9 millones el año anterior), con una merma de los extranjeros (383.473) del 81 por ciento; y de los nacionales (2.541.087) del 63,1 por ciento. Asimismo, las pernoctaciones cayeron un 65 por ciento, con 5.325.455; con una bajada del 79,4 por ciento de las de foráneos (623.493), y del 61,4 por ciento de los nacionales (4.701.962). El grado de ocupación se quedó en el 15,9 por ciento, frente al 27,1 de 2019.

Situación terminal

El presidente de la Asociación de Hoteles de Castilla y León, Carlos Díaz, advirtió de que los establecimientos turísticos “tardarán en darse de baja de forma definitiva” porque el sector, al contrario que en los grandes destinos de sol y playa, está integrado por pequeñas y medianas empresas de carácter familiar, y aguantarán como puedan con otros ingresos de sus miembros.

Sin embargo, puso de relieve que esta actividad está en situación “terminal” y “si esto no se abre y empieza a llegar gente, no resistiremos” y el impacto inicial se notará en las estructuras, es decir, en los trabajadores, que se irán a la calle de forma masiva en cuanto se acabe la sujeción de los expedientes de regulación temporal de empleo.

Díez incidió en que “lentamente se verán un montón de cierres” aunque “primero caerá la estructura caerá”, y apuntó a que en su negocio en Zamora, ya se platean suprimir la restauración. “Caerá rápidamente el empleo de cameros, limpiadores...., a pesar de la salvaguarda de seis meses de los ERTE, porque al día siguiente se hará un ERE”.

Diaz indicó que están cerrados, no hay actividad aunque el censo de establecimientos indique esas cifra. “La mitad no estamos operativos y los que quedan abiertos están al diez por ciento”, dijo.

Asimismo, cargó contra “algún torpe” en la Junta que afirma que está se recuperará en cuanto se abra y se supere la pandemia, para sentenciar que “se tardarán diez años en volver a alcanzar los nueve millones de viajeros”. “Si el año pasado perdimos seis millones, en 2021 serán cinco recuperándose algo, porque ya nos hemos cargado la Semana Santa que suponía una cuarta parte de la facturación del año”, comentó.

“Cada vez menos clientes y no se van a recuperar”, insistió, para constatar que lo más grave para el sector es el cierre perimetral, junto al toque de queda y el cierre de establecimientos, porque “ya no viene nadie”. En este sentido, cargó contra un Ejecutivo en el que las decisiones estratégicas las toman en los hospitales funcionarios de la sanidad, que “sólo ven su propio ombligo”. “Si necesitan más UCIS, que pongan más UCIS”, dijo.

En cuanto a su exigencia de ayudas directas para sostenerse, dio por sentado que no llegarán desde la Junta, porque “no tiene presupuesto, ni capacidad ni estructura ni equipo, ni estrategia turística”. “Su única orientación es que se lo pidamos a Madrid, cuando son ellos los que tienen las competencias en turismo. Que las ejerzan”, sentenció.

Datos de viajeros por establecimiento

Los hostales y hoteles recibieron 2.092.865 viajeros en 2020, un 66,8 por ciento menos, con 3.368.178 pernoctaciones, con una pérdida del 66,1 por ciento. La ocupación se quedó en el 22,7 por ciento, frente al 40,8 por ciento de 2019.

Los alojamientos de turismo rural recibieron a 379.429 turistas, con una bajada del 66,8 por ciento; y 884.343 pernoctaciones, un 61,2 por ciento menos. El grado de ocupación fue del 10,8 por ciento, cuando en 2019 alcanzó el 17,2 por ciento.

En cuanto a las pensiones, contaron con 58.023 personas, con una caída del 73,3 por ciento; y 128.944 pernoctaciones, un 69,8 por ciento menos. El grado de ocupación se situó en el 14,9 por ciento, frente al 23,8 del año pasado.

Los camping vieron bajar los turistas un 62 por ciento y las pernoctaciones un 57,7 por ciento, con 118.779 y 321.999, respectivamente. Y un grado de ocupación del 8 por ciento, frente al 9,5 de 2019.

Los albergues sumaron 39.019 turistas y 61.342 pernoctaciones, con mermas del 85,9 y 84,9 por ciento, respectivamente. La ocupación estuvo en el siete por ciento, cuando en 2019 alcanzó el 20,5 por ciento.

Las viviendas de uso turístico vieron bajar sus turistas un 65,5 por ciento, con 141.976; y sus pernoctaciones, un 61,4 por ciento, con 329.096. La ocupación estuvo en el 10,5 por ciento, frente al 19,3 por ciento del año anterior.

Los apartamentos turísticos recibieron 94.469 viajeros en 2020, un 59,7 por ciento menos; con 231.553 pernoctaciones, con una bajada del 58,4 por ciento. La ocupación se quedó en el 14,6 por ciento, frente al 23,5 de 2019.

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