Operativo especial de la Policía Local de León para impedir hogueras y botellones en la noche de San Juan

Basura tras la celebración de la noche de San Juan prepandemia en León, archivo.

Por segundo año, la pandemia sanitaria provocada por el coronavirus desvirtúa totalmente la noche de San Juan, que se celebra esta madrugada del 24 de junio como una de las dos festividades locales más importantes del calendario de la capital leonesa.

Sin embargo, a pesar de que se ha cancelado todo acto festivo oficial, como ya ocurriera en el año 2020, hay algunas tradiciones arraigadas muy especialmente entre la juventud que preocupan al Ayuntamiento de León, como son las reuniones de grupos de chicos y chicas en determinadas zonas de la ciudad para celebrar San Juan al aire libre San Juan. Reuniones en las que se suelen prender algunas pequeñas hogueras, siguiendo la tradición de la jornada, mientras se consumen bebidas alcohólicas en la vía pública.

En esta noche, es una tradición habitual celebrar este tipo de reuniones en la vera del río Bernesga, aprovechando que otros años era un excelente escenario para disfrutar de la tirada de fuegos artificiales, aunque tampoco este año el Ayuntamiento los ha contratado.

Ante este riesgo, la Policía Local del Ayuntamiento de León anuncia que ha reforzado la vigilancia con cuatro patrullas más de cara a esta madrugada. Es decir, que en total habrá nueve patrullas en la calle realizando labores de control y seguridad en la noche de San Juan leonesa.

En el río y el Casco Histórico

Más en concreto, la fuerza policial leonesa intensificará el control en la zona de los márgenes del río para evitar la celebración de hogueras y botellones, los cuales están prohibidos por ordenanza municipal bajo pena, recuerdan, de multa de 600 euros. También se reforzará la presencia policial en el Casco Histórico, donde se aglutinan la mayor parte de los establecimientos hosteleros nocturnos, tanto en el Barrio Húmedo como en el llamado Barrio Romántico del Cid.

La idea es que este San Juan 2021 es que consiga ser tan tranquilo y seguro como lo fue el 2020, pasada la primera y más letal ola de la pandemia de coronavirus, con un comportamiento mayoritariamente ejemplar. Y también tan barato, dado el enorme gasto que además solía suponer el esfuerzo extra a realizar por los servicios de limpieza para limpiar en la mañana del 24 de junio los cientos de kilos de restos de basura que quedaba depositada en la zona de botellones.

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