El nuevo ERE de La Vasco podría reducir la plantilla a un centenar de trabajadores

ICAL Los niños de Ciñera envían su apoyo a los mineros encerrados en Santa Lucía de Gordón en un trabajo escolar.

S.Gallo/ ICAL

Representantes del comité de empresa de La Vasco mantuvieron este jueves una primera reunión con el administrador concursal para la tramitación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo para toda la plantilla -unos 250 trabajadores- que previsiblemente se aplicará a la finalización del actual Expediente de Regulación Temporal (ERTE) que finaliza el próximo 31 de julio.

Según el planteamiento inicial que se ha puesto sobre la mesa, la plantilla de la empresa podría reducirse a algo menos de un centenar de trabajadores para adaptarse al actual escenario en el caso de que no lleguen las ayudas al cierre ordenado de la minería.

Además de los trabajadores que se verían abocados al ERE, habría que sumar los que ya han pedido acogerse a la baja incentivada y aquellos que podrían dar el visto bueno a una prejubilación, con lo que la plantilla se reduciría a unas 95 personas aproximadamente. Por el momento ésta es una posibilidad inicial y está previsto que en los próximos siete días se presente la comisión negociadora, antes de iniciar el periodo de consultas y la reunión de cierre de la negociación, que se calcula que tendrá lugar a mediados de este mismo mes.

Desde el comité de empresa se explica que “el límite” está a finales del próximo mes de julio porque se está viviendo una situación “de presión máxima” por parte de los acreedores y las administraciones “y no es posible seguir generando deuda”. En el caso de que llegaran las ayudas, el administrador concursal ha ratificado que “prácticamente no habría despido alguno” pero, de no llegar estas subvenciones, habría que quedarse “con los puestos críticos” y, en lugar de acometer un cierre ordenado, hacerlo “de otra manera”.

De cualquier manera, se continúa pendiente de las negociaciones para que se puedan adelantar los fondos de las ayudas del plan de cierre de la minería, algo que ahora mismo constituye la mejor opción y que no solo aliviaría la situación actual de los trabajadores de esta compañía minera, además de que permitiría poner fin de forma inmediata al encierro que cuatro mineros mantienen desde hace casi 20 días en el pozo Aurelio, y que el pasado martes decidieron iniciar una huelga de hambre.

Estos mineros reciben actualmente a diario la visita del médico, quien está haciendo especial incidencia en el aspecto psicológico de los encerrados, que en las últimas horas han mostrado más sensación de sueño. “Ellos siguen en sus trece” y quieren ver “hasta dónde se puede llegar”, reconocen desde el comité.

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