Nace la Asociación Perruna de León, por los derechos y los deberes de los perros en la ciudad
Gente que lucha por la integración de los perros en León. Dueños hartos de que sus mascotas sean objeto de malas miradas. La Asociación Perruna de León surgió por la gente que se reunía en los parques para que sus perros jugasen. “Hablando nos dimos cuenta de que la situación de los perros no es la más deseable en la ciudad. Pensamos qué hacer, y como no existía ninguna asociación como tal en León, decidimos que la mejor opción era constituir una, que siempre tiene un mayor respaldo legal y se consiguen más cosas que con otros sistemas. La misma gente que nos juntábamos en el parque nos organizamos, se prepararon los estatutos, se firmó y adelante” explica el presidente, Igor Robles.
Los fundadores fueron, principalmente, los dueños de la zona de El Egido, pero al grupo enseguida se unió gente de los alrededores, de la Palomera, y José Aguado. Además, el carácter de la Asociación Perruna de León es provincial, y las puertas están abiertas a toda la ciudadanía. “Los mismos problemas que tenemos aquí en la ciudad los tenemos en San Andrés, en La Bañeza, en Astorga, por eso en estas localidades también hay gente interesada”, añade Igor.
La imagen y la legislación
Los principales problemas que existen hoy en día en contra de las mascotas en la vía urbana son la imagen que se proyecta de los perros en la calle, y la legislación vigente.
“La imagen que se tiene en León de los perros y de sus propietarios es entre mala y muy mala. En muchos casos esta situación está provocada por la falta de civismo de algunos dueños, aunque es cierto que la mayoría somos gente responsable y concienciada, que procuramos que el perro no moleste y recoger siempre los excrementos”, sentencia Inma Flórez, secretaria de la asociación.
“La gente identifica al perro con un animal que ensucia, que muerde, que molesta. No lo quieren en ninguna parte, y te cuesta trabajo entrar en muchos sitios, jugar con él, incluso mucha gente se aparta cuando pasa por tu lado. La idea de la asociación también surgió para obtener un respaldo, ya que, como dueño individual no se puede hacer nada, al estar unidos un grupo tenemos más peso”, añaden los portavoces de la Asociación Perruna de León.
Según explican los representantes, en León, depende de donde resida el propietario, no puede soltar a su mascota; “o se desplaza con el coche, se mueve, o nada”. “Existen municipios pequeños que no tienen ninguna zona de esparcimiento”.
Por este motivo, desde la asociación se pretende cambiar esa imagen preestablecida de los perros, “no son bichos que molestan”. “Hay perros de rescate, perros de terapia, perros lazarillo, incluso perros compañía, que cumplen su función, siempre que el dueño sea una persona responsable y cumpla con la normativa, no tiene por que haber problemas de convivencia. No somos solo la gente que deja la caca en el suelo, somos mucho más que eso”.
Por otro lado, “la legislación actual está bastante atrasada en relación con otras provincias, hace mucho que no se ha retocado y dista bastante de la legalidad de otras”, comenta Inma.
En un primer repaso de la legislación vigente, que data del año 87, el grupo comparó aspectos que les parecían carentes en confrontación con la legislación de otras provincias -como Palencia, Barcelona, Ávila y Madrid- y presentaron al Ayuntamiento de León un documento de las comparativas para que pudieran tener un ejemplo a la hora de actualizar la leonesa. “Elegimos el artículo que se podría mejorar y detallamos cómo es en otras ciudades. En la exposición de motivos, la ley dice que el hombre tiene la obligación moral de respetar todas las criaturas vivientes, guardando el espíritu de los lazos entre el hombre y los animales de compañía, y su valor para la sociedad”.
Otra de las conclusiones de la Asociación Perruna de León apunta que en la normativa se contemplan más los perjuicios que pueden ocasionar los animales, que los beneficios. “Se presentó a la concejala de Sanidad, que es la responsable del área, de la normativa de los perros. Lo están valorando porque, incluso antes de que hablásemos, según nos comentaron fuentes municipales, ya estaban pensando en actualizar la ley. El proceso será largo pero, al menos, desde el Ayuntamiento hay intención”, confiesa el presidente.
Pero desde la asociación no sólo piden modificaciones en beneficio de los perros, sino también para que se hagan cumplir sus responsabilidades, como la obligatoriedad del chip y la aplicación de multas por la no recogida de los excrementos. “También deben controlarse otras situaciones como las de gente que tiene su pero en terraza, situaciones de abandono, perros que permanecen atados todo el día. Que se apliquen las sanciones oportunas, en beneficio del resto de la sociedad, para que sea una integración real en la ciudad”, desea Inma.
La Asociación, sus actividades y sus objetivos
Por el momento, la Asociación Perruna de León, constituida en marzo de 2013, está compuesta por 15 miembros. “Entendemos que no es el mejor momento para que la gente se socia, a pesar de que la cuota es muy pequeña, de 12 euros al año. Pero hay gente que colabora, que da ideas”, reconocen Igor e Inma.
Algunas de las iniciativas del grupo es la organización de actividades, seminarios y charlas informativas, siempre enfocadas a aspectos veterinarios o de mejora de la vida e integración del perro en la ciudad. “Los socios se benefician con precios más reducidos, en las que no son gratuitas, y también queremos conseguir otra serie de ventajas con clínicas veterinarias, tiendas de animales, y salones de belleza”, comentan los portavoces.
La Asociación Perruna de León tienen muchos proyectos, uno de ellos consiste en la organización de unas Jornadas Caninas con varias zonas: una para exhibiciones caninas, de perros de rescate, de la Policía; otra de conciertos; otra con carpas de protectoras de animales, y de tiendas. “Todo relacionado con el mundo del perro, para limpiar su imagen. Queremos implicarnos con los colegios para que desde pequeños se les inculque la función y la imagen positiva de los perros, y con la ULE, ya que intentamos cambiar la mentalidad del futuro”, argumenta Igor.
Una de sus colaboraciones se extiende hasta el Albergue de La Bañeza. “Se trata de un proyecto, pero ya existe la asociación. Queremos ayudar a todas las protectoras de la provincia, pero nos hemos centrado en ese porque no existe físicamente, y es el que más urgencia tiene. Todas las actividades que organicemos, si reportan beneficios, siempre se destinarán para albergues o protectoras, o para algún caso extremo”, explican.
“Un perro no es un juguete, es un ser vivo, tiene sentimientos. Nosotros colaboramos con cualquier asociación o plataforma que esté en León, tenemos un objetivo común”, sentencia Inma.