La Junta baraja un toque de queda 'a la valenciana' que afectaría a todos los municipios de León de más de 5.000 habitantes

Agentes vigilando el cumplimiento del toque de queda cuando estaba en vigor en León capital.

La Junta de Castilla y León baraja pedir un toque de queda 'a la valenciana', es decir, por municipios de alta incidencia de coronavirus y no a nivel provincial, que de adoptarse afectaría a todos los municipios de León de más de 5.000 habitantes o, lo que es lo mismo, al 67% de la población de la provincia.

Un toque de queda, hay que recordar, que en Valencia supone la obligación de regresar a los hogares particulares a la una de la madrugada, y hasta las 6.00 horas, así como una nueva limitación de reuniones interpersonales fuera del núcleo habitual de convivencia con el máximo puesto en 10 personas.

Así lo ha aclarado este martes la consejera de Sanidad autonómica, Verónica Casado, que sin embargo quiso ser cauta a la hora de valorar este tipo de nuevas medidas restrictivas sobre todo de la movilidad que adoptará la Junta, en todo caso, en la reunion del Gobierno autonómico de este próximo jueves y que se anunciará de manera formal ese día.

Pero Casado sí dejó caer que la restricción como la que aprueba la Comunidad Valenciana, y que además cuenta con el respaldo judicial del TSJ de aquella autonomía, sería la de mayor utilidad en Castilla y León para frenar el aumento de los contagios y por lo tanto de la incidencia de la covid-19.

De aplicarse, teniendo en cuenta la incidencia, los municipios de más de 5.000 habitantes en la provincia León que podría tener medidas como en la Comunidad Valenciana por estar en riesgo “muy alto” serían: San Andrés del Rabanedo (IA14 días de 1.133), Valverde de la Virgen (1.098), Villablino (959), León (947), Sariegos (885), Villaquilambre (883), Bembibre (698), La Bañeza (573), Valencia de Don Juan (512), Ponferrada (464) y Astorga (419).

Recordar que el riesgo muy alto es cuando la incidencia acumulada (IA) a dos semanas o 14 días se sitúa por encima de los 400 casos, algo que como se ve a día de hoy cumplen todos estos municipios leoneses.

En caso de determinarlo así el Ejecutivo que preside Alfonso Fernández Mañueco, la medida se enfrentaría al visto bueno judicial posterior por parte del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León, del cual dependería la 'legalización' de las restricciones. Algo que ha sido admitido en Valencia pero, en cambio, tumbado en otras como Aragón o Cataluña.

En principio, Casado no se mostró partidaria de cierres perimetrales como en otros momentos, ya que consideró que “prefiero ver a los policías vigilando más para que no se produzcan botellones que vigilando las carreteras”, ya que en el consumo no controlado y sin medidas de seguridad es donde sitúa la explosiva quinta curva en la Comunidad.

Posible cierre total de ocio nocturno

Verónica Casado indicó que también se analiza un posible del cierre del ocio nocturno, pero recalcó que ha pasado poco tiempo desde que el viernes pasado se implantara una reducción del horario hasta las dos de la madrugada. Insistió en que es pronto para evaluar el impacto de esta medida y dejó la puerta abierta a profundizar en las restricciones.

Además, la consejera indicó que el próximo jueves se revisará la posibilidad de que algunas provincias retrocedan al nivel dos de alerta sanitaria por el riesgo generado por la covid-19. Entre ellas, afectará a Burgos y Zamora, dos de las que tienen más incidencia acumulada. Además, Verónica Casado indicó que se reforzarán algunas restricciones y de ampliarán otras, como el consumo en terraza que podría llegar al 100 por 100.

La titular de Sanidad descarto que toda la Comunidad regrese al nivel dos, porque reiteró que se penalizan a sectores que no son el foco de los contagios ya que en su opinión la quinta ola tuvo su inicio en el ocio nocturno regulado así como en el irregular, como se refirió a las celebraciones, fiestas y botellones.

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