El INE cifra en 3.620 personas más la población real en la provincia de León respecto a la cifra oficial del padrón
En la provincia de León hay unas tres mil seiscientas personas que viven habitualmente en ella, pero que no cuentan para la cifra oficial de población. Esto es lo que se desprende de los datos provisionales de cifras de población residente con estadística de migraciones a 1 de enero de 2021 que ha sacado hoy a la luz el Instituto Nacional de Estadística.
En concreto, esta nueva tabla asegura que en la provincia leonesa se encontraban en esa fecha unas 455.056 personas, que serían 3.652 más que las que estaban empadronadas: 451.436. Esta última es la cifra oficial de población, la que sirve para que las administraciones calculen cuánto dinero público debe recibir de base y cuál es el número de sus representantes políticos en la Diputación Provincial y las elecciones generales y autonómicas.
El saldo migratorio indica que en el último año de pandemia la provincia de León atrajo de España más personas que las que se fueron. Lo cual fue la primera vez que ocurría en veinte años. Los datos oficiales indican que el saldo en movimiento interior de España fue de 208 personas a favor. Del extranjero vinieron otras mil.
De todas maneras la cuestión es que la diferencia entre el 1 de enero de 2021 y el de 2020 fue de 4.170 personas menos en la población real. Mientras que, según el número de empadronados, de un año a otro la población disminuyó en 5.003 habitantes.
La tendencia de bajada de población real es, de media, unos cuatro mil al año, ya que desde el 1 de enero de 2016, hace un lustro cuando había 474.896 personas en la provincia, ha disminuido su número en 19.830. En la tabla de población real se observa cómo en los seis primeros meses del año se pierde más población (2.500 personas de media) que en el segundo semestre.
Por provincias
Según la Agencia ICAL, por provincias en Castilla y León, el saldo exterior arroja buenos resultados para todas. Valladolid y León lideran este hecho, con un saldo positivo de habitantes de 1.306 y 1.000 personas, respectivamente. Les siguen Burgos, con 990, Ávila, con 599, Segovia, con 572, Soria, con 367, Palencia, con 282, Salamanca, con 126, y Zamora, con 78
Sin embargo, en las migraciones interiores, solo Valladolid perdió habitantes en relación con el resto de provincias españoles, con 51 menos. Por contra, aumentó la población en 1.334 residentes en Ávila; 879 más en Segovia, 420 en Burgos; 209 en Zamora; 208 más en León que procedían de otras provincias; 199 en Salamanca; 146 en Soria; y 59 en Palencia.
Saldo migratorio autonómico
La llegada de residentes desde el extranjero y desde otras comunidades autónomas atenúo en parte la pérdida de población de Castilla y León en 2020, que cayó como consecuencia del saldo vegetativo negativo. Así, las cifras publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), recogidas por a Agencia ICAL, constatan que el saldo migratorio exterior de la Comunidad en el año más duro de la pandemia fue positivo en 5.320 personas, mientras que otras 3.403 lo hicieron desde otras comunidades autónomas.
En total, 8.723 nuevos residentes en la Comunidad que no pueden compensar, sin embargo, el saldo vegetativo negativo de 22.543 habitantes (más fallecimientos que nacimientos), el más importante registrado el pasado año en España.
Así, en su conjunto, Castilla y León llegó al 1 de enero de 2021, con una población residente de 2.387.370 habitantes, lo que supone un descenso del 0,58 por ciento respecto al año anterior, el segundo mayor retroceso entre las autonomías españolas, solo por detrás de la Ciudad Autónoma de Ceuta, con 0,69 por ciento. En el conjunto nacional, el número de habitantes crece un 0,13 por ciento, hasta los 47.394.223, con 61.609 residentes más. El saldo migratorio positivo de 216.244 personas compensó el saldo vegetativo negativo de 153.167. Con este crecimiento, positivo por quinto año consecutivo, se alcanza un nuevo máximo histórico desde el comienzo de la serie.
Durante el año pasado, la población creció en 12 comunidades autónomas y se redujo en las cinco restantes, entre ellas Castilla y León. Los mayores incrementos en términos relativos se dieron en Islas Baleares (0,72 por ciento), Murcia (0,55) y Canarias (0,33 por ciento). En el otro extremo, además de Castilla y León, Asturias también acusó un 0,58 por ciento negativo, seguidas de Extremadura, con el 0,37.
Castilla y León fue la sexta autonomía por la cola, al igual que en 2019, en recibir población desde el extranjero, muy alejada de las autonomías a las que llegan más personas desde otros países: Cataluña (46.241) y Madrid (41.429), regiones que recibieron, a causa de la pandemia, la mitad de las cifras que el año anterior. Asimismo, por debajo, La Rioja, Extremadura y Cantabria fueron las que menos atrajeron, con 1.333, 1.463 y 1.986, respectivamente.
Madrid y la pandemia de covid
Si se analizan los movimientos de la población entre comunidades se observa una modificación en relación a los años precedentes, probablemente a causa de la pandemia. Los mayores saldos migratorios en este sentido se produjeron en 2020 en Castilla-La Mancha (8.752 entradas netas), Valencia (5.043), Galicia (4.593) y Andalucía (4.004). La siguiente, Castilla y León, con 3.403. En todas ellas, junto a Asturias, Cantabria y Galicia, el saldo interautonómico aumentó notablemente respecto a años anteriores e incluso cambió de signo en alguna de ellas, como es el caso de la Comunidad.
Este hecho rompe una tendencia, a causa de la covid, que pone el foco en la vuelta al medio rural de numerosos ciudadanos. Es decir, una parte importante de la población decidió moverse a los pueblos, dado que las cuatro regiones que más pierden en beneficio de otras son de carácter urbano: Madrid (20.836), seguramente una parte importante a Castilla y León; Cataluña (6.701), Baleares (2.106) y País Vasco (1.481 personas menos por este motivo). De hecho, en la Comunidad de Madrid y el archipiélago balear el saldo migratorio con el resto de España fue negativo por primera vez desde 2011.
Hasta ahora, los análisis ponían de relieve que en el saldo migratorio entre autonomías, Castilla y León siempre se dejaba habitantes, sobre todo a favor de Madrid. En 2020 se ha producido un giro. La Comunidad ha ganado 2.954 personas en relación con la madrileña, lo que representa el 86 por ciento del total de los que llegaron de otras autonomías (9.284 que vinieron frente a 6.330 que se fueron). Les siguen País Vasco, con un saldo positivo en beneficio de Castilla y León de 829 personas residentes (2.137 frente a 1.308) y Cataluña, con 183 (1.867 que llegaron desde la región catalana y 1.684 que se fueron).
Por lo que respecta a los que vinieron desde el extranjero, la cifra de 5.320 que ganó la Comunidad se concluye que 915 procedían de Marruecos, 1.071 de países de Centro América y Caribe y 3.798 de Sudamérica, con un peso importante de la nacionalidad colombiana (1.673); y de la salida de 748 españoles de Castilla y León rumbo al extranjero y otros 681 del resto de países de la UE que residían en la comunidad autonómica de las regiones de León y Castilla.