Fuertes y con algún problema de salud, así cumplen los mineros encerrados su primera semana bajo tierra
Fuertes, aunque con un algún problema de salud. Así cumplen los mineros encerrados en el Pozo Aurelio, ubicado en Santa Lucía de Gordón, su primera semana bajo tierra para exigir al Gobierno de España las ayudas económicas destinadas al plan de cierre ordenado de las instalaciones, aprobado por la Dirección General de Minas y la Junta, pero sin financiación hasta el momento.
Durante estos siete días no ha habido ningún tipo de relevo y la cosa “se complica cada día”, ha explicado el presidente del comité de empresa de La Hullera Vasco-Leonesa, Julio Gómez, que ha detallado que el médico tiene que bajar al pozo un día sí y otro también porque los encerrados empiezan a presentar los primeros problemas de salud asociados a la humedad y el polvo que existe bajo tierra. Dolores y ardores de estómago, así como llagas y rozaduras en la piel son los 'achaques' consecuencia de esta protesta.
Los mineros también precisan asistencia psicológica que están recibiendo por parte del médico de cabecera. Pese a estos inconvenientes, están “muy fuertes y con mucho ánimo”, ha agregado Gómez, y no pretenden abandonar el encierro hasta que logren arrancar un “compromiso firme” del Gobierno de España para dotar de los fondos necesarios al plan de cierre de las instalaciones de la Hullera Vasco-Leonesa.
Ante la situación actual, a menos de una semana de la celebración de las elecciones generales del 26-J, el presidente del comité de empresa se ha mostrado esperanzado ante los “movimientos” de la Junta para intentar resolver esta situación y buscar una solución “cuanto antes” para los trabajadores de la Hullera.
