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De comercial de telemarketing a militar, y de ahí a sacerdote

Vista la crisis de vocaciones que asola a las diócesis españolas, la noticia de la ordenación de un sacerdote católico es bastante inaudita. Pero quizá más ha sido en el caso de Guillermo Álvarez Rodríguez, natural de León, que ayer domingo fue bendecido por el Obispo de León, Julián López, en un acto en la Catedral de León al que la diócesis ha dado considerable relevancia.
La historia es, si cabe, más llamativa cuando se conoce el recorrido vital del nuevo cura leonés, cuyo tradicional 'cantamisas' -su primera celebración eucarística oficial- se celebrará el próximo domingo día 3 de diciembre a las 19.00 horas en la Iglesia de los Padres Capuchinos. Porque Guillermo Álvarez tuvo una vocación tardía y antes de decidirse por vestir la sotana tuvo una vida laboral muy alejada del Seminario.
De hecho, tras sus estudios en el Colegio de La Milagrosa y Las Agustinas, con 18 años comenzó a trabajar en una empresa del sector del telemarketing. Un trabajo en el que permaneció varios años antes de decidir incorporarse como militar a las Fuerzas Armadas en la ciudad de El Ferrol. De modo que no fue hasta contar con 25 años cuando sitió “la llamada de la vocación”, ingresando en el año 2010, con 26 años, en el Seminario Mayor de San Froilán de León.
Durante su formación ha pasado por la Unidad Pastoral de Cistierna y Puebla de Lillo, destino que obtivo desde que en mayo recibió la ordenación diaconal. Allí culminará sus 'prácticas' en espera de un destino definitivo.