Elena Senís: “La divulgación científica es fundamental para que la gente no tenga miedo a lo desconocido”

Elena Senís observando unas muestras al microscopio (Imagen de Andrea Topo)

Ángela Bernardo

Asturiana de nacimiento, Elena Senís decidió dejar su tierra natal para iniciar sus estudios universitarios. Tras terminar el instituto, cuenta a ileon.com, “estaba interesada en la medicina y el medio ambiente, por lo que le convenció la carrera de biotecnología por su diversidad y aplicabilidad”. Hace algo menos de una década, llegó a la Universidad de León procedente de Oviedo con la maleta cargada de ilusión.

Esa ilusión pronto se convertiría en una verdadera pasión por la ciencia, de la mano de las que Senís considera como “sus madrinas tanto científica como personalmente en su paso por la ULE”, la Dra. Margarita Marqués y la Dra. Carmen Marín. En su laboratorio la joven asturiana realizaría sus primeras prácticas, y aquella formación sirvió para que pudiera introducirse en el mundo de la investigación. Hoy continúa en ese camino profesional, realizando su tesis doctoral en el prestigioso BioQuant de la Universidad de Heidelberg en Alemania.

Las condiciones laborales en Alemania son incomparables con España

Senís vive en este país desde el año 2010, cuando se fue a la Georg-August-Universität de Goettingen gracias al programa Erasmus. Su enriquecedora experiencia le hizo plantearse hacer el doctorado en Alemania, ya que “las condiciones laborales en este país son incomparables”. Cuando muchos jóvenes científicos luchaban en España por poder cotizar a la Seguridad Social (algo que realizan desde el año pasado), el grupo investigador en el que trabaja Elena Senís decidió ofrecerle un contrato y financiación suficiente para completar su tesis doctoral.

La joven asturiana admite que se fue de España cuando “la crisis no era tan devastadora”, por lo que su marcha fue “elección propia, y no obligada por la situación del país”. Sin embargo, pasado el tiempo, Senís cree que “en España está habiendo una terrible fuga de cerebros, ya que en el extranjero se valora más económica y profesionalmente a los buenos profesionales y los jóvenes con talento”.

A pesar de la crisis económica, Senís aclara “que le gustaría regresar algún día, aunque aún no sabe ni cuándo ni cómo”. En su opinión, “España es un país donde se realiza buena ciencia, en el que hay grupos de investigación con gran prestigio a nivel internacional”. “Lo que nos echa a todos para atrás es la financiación”, aclara, “ya que los salarios son más bajos y el apoyo económico de los proyectos científicos no está asegurado”. Cinco años después del comienzo de la crisis, Senís lo tiene claro: “si siguen recortando en educación, sanidad e investigación, no vamos a volver”.

Participa en un proyecto pionero sobre terapia génica y celular

Desde su laboratorio en el BioQuant, a Senís le brillan los ojos cuando habla de su trabajo. Su investigación se centra en la medicina regenerativa, pues trata de usar la terapia génica y celular en la lucha contra diversas enfermedades. En la actualidad, su proyecto de tesis se centra en dos líneas diferentes. En la primera, trata de obtener células troncales (más conocidas como 'células madre') mediante la reprogramación de células ya especializadas utilizando virus. “Las células troncales son la gran promesa de la medicina, y lo novedoso de mi tesis es que usamos virus en esta conversión”, explica.

En paralelo, Senís está inmersa en un segundo proyecto investigador: utilizar la ingeniería genética para generar células de hígado que fueran resistentes al virus de la hepatitis C. Ambas iniciativas tiene como objetivo emplear las innovadoras terapias génica y celular para frenar diferentes enfermedades.

En Alemania, la joven asturiana no sólo ha visto grandes diferencias respecto a la inversión pública en ciencia. “Los recortes en educación e investigación no se notan tanto como en España”, admite. De hecho, “en el Estado de Baden-Wurttemberg (gobernado por Los Verdes en este momento) la educación universitaria es gratuita, puesto que sólo hay que pagar tasas administrativas (unos 200€ al semestre) y se dedica mucho dinero a la investigación científica”, comenta en la entrevista.

“Los investigadores deben acercar la ciencia a la sociedad”

Dos perspectivas diferentes, dos mundos diametralmente opuestos en un mismo continente. “España, en mi opinión, es un país con una tradición más humanista que científica”, apunta. Por ello, Senís considera fundamental que los propios investigadores apuesten por la divulgación.

La difusión de la ciencia es imprescindible para que la sociedad no tenga miedo a los desconocido. “Parte de nuestra tarea como investigadores consiste en acercar lo que hacemos a la gente”. Sólo así será posible que la I+D sea una prioridad política y social y se pueda construir la famosa “economía del conocimiento”.

Con este objetivo en mente, Senís participa activamente en diversas actividades relacionadas con la divulgación científica. Una tarea que no es novedosa para esta joven investigadora, ya que dio sus primeros pasos en la Universidad de León, coordinando eventos dedicados a la promoción de la I+D, como la I Jornada Mujer y Ciencia, en la que participó la Dra. Margarita Salas (discípula del Premio Nobel Severo Ochoa y pionera de la biología molecular en España) o Carmen Vela, la actual Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación.

Senís recientemente ganó el festival Science Slam de divulgación científica

En su opinión, “la divulgación científica es importantísima, puesto que resulta vital que la gente comprenda y aprecie los adelantos en investigación”. Especialmente “necesitamos que se entienda qué es y para qué sirve lo que estamos haciendo, para evitar el miedo y el rechazo que genera lo desconocido e incomprendido”. Senís continúa en Heidelberg con sus actividades para difundir la investigación, y recientemente ganó el festival Science Slam de divulgación, además de colaborar ocasionalmente con blogs relacionados con la comunicación científica.

Su trabajo en medicina regenerativa y su labor en difusión científica son una buena muestra de que la ciencia y la sociedad, en realidad, deberían caminar de la mano. Sólo gracias a la investigación y la innovación podremos asegurarnos el progreso como sociedad, además de generar una alternativa económica sólida para salir de la crisis. Jóvenes con talento como Elena Senís demuestran que, sin duda, otro mundo es posible.

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