Sindicatos y patronal tildan de “paripé sin negociación”, “solo imposición”, el Diálogo Social con Vox

Foto de 'familia' de la reunión del Diálogo Social entre sindicatos, patronal y los representantes de Vox en la Junta. // Rubén Cacho / ICAL

Agencia ICAL

“¿Dónde está el principio de buena fe, de lealtad y de confianza?”, se preguntó este viernes el secretario de Políticas Públicas y Diálogo Social de Comisiones Obreras (CCOO) Castilla y León, Saturnino Fernández, tras la reunión de la Comisión Permanente del Diálogo Social, que calificó de “un fracaso y una especie de paripé con buenas intenciones pero sin negociación”, mientras que el secretario de Acción Sindical, Coordinación y Diálogo Social de UGT Castilla y León, Raúl Santa Eufemia, advirtió que “dará un paso a un lado si se quiere desmontar Castilla y León y los sindicatos no están en el Diálogo Social”.

Tras la reunión, en la que también participó el vicepresidente de la Junta de Vox, Juan García-Gallardo, ambos representantes sindicales expusieron los “serios incumplimientos” del Gobierno autonómico, entre los que hicieron alusión al plan de empleo, el de prevención de riesgos laborales, parte del acuerdo de familia, el acuerdo de migraciones o “el famoso decálogo” que dejará por el camino cuestiones como “la violencia de género en lo que toca al Ecyl o planes igualdad en los ayuntamientos”.

También pusieron de relieve la existencia de un gerente del Ecyl en funciones, el incumplimiento de programaciones estatales que se dejará de ejecutar en el ámbito de la formación, la inexistencia de una Consejería de Trabajo o Empleo “como tal” o la falta de interlocución.

Saturnino Fernández denunció que “es obvio” que el partido de extrema derecha “va a por los sindicatos”. “De buena gana nos metería en la cárcel, eso está escrito. Los sindicatos estamos en su punto de mira, cualquiera que represente intereses generales no les interesa. Dicen que les ha votado el pueblo y no tienen por qué tener en cuenta lo que representamos, el peso que tenemos, las normativas”, lamentó el sindicalista, quien calificó la situación de Castilla y León de “una esquizofrenia”.

Un Gobierno autonómico que, por primera vez en la historia, cuenta con dos gobiernos, según consideró Raúl Santa Eufemia, quien lamentó que “hay un presidente de la Junta” también “una consejería de Vox que ensalza el diálogo social y que invita a dialogar pero es imposible”.

En este sentido, expuso que el consejero Veganzones cuenta con un informe en el que se están buscando con servicios jurídicos qué tiene vigencia y qué no, de manera que “si en las reuniones se empieza a hablar de sistema jurídico”, se está “enfocando a los juzgados a los sindicatos”.

Para el secretario de Acción Sindical, Coordinación y Diálogo Social de UGT Castilla y León, Mañueco está dejando que los sindicatos “afronten el choque”, mientras que “deja tiradas a las consejerías por su sillón”, lo que demuestra que “quiere quedarse él como presidente y que suceda lo que suceda, al albur de Vox, un partido que dijo que iba a desmontar Castilla y León, pero al que le está dando la dinamita”.

Su homólogo en CCOO incidió en esta cuestión y afirmó que Alfonso Fernández Mañueco, “no puede estar de perfil”, sino que “tendrá que optar más tarde o más temprano”, ya que “la esquizofrenia existente no se puede mantener mucho tiempo en un Gobierno y en la sociedad”, ante lo que espera que “opte por la participación de patronal y sindicatos”.

Para Fernández, Vox pretende “debilitar las estructuras democráticas para tener un país más autoritario, estilo Hungría, Polonia o Rusia” al tratarse de “un partido de extrema derecha homologables a lo que hay en Italia o Le Pen en Francia”. Así, “o Mañueco toma decisiones importantes o pasará a la historia como quien dio el paso a la extrema derecha o quien apostó por un sistema democrático y participativo”, ya que “o es una democracia plena, real y participativa, o no lo es y es una democracia autoritaria”.

“Vox venía a destruirnos y está siendo su hoja de ruta, pero quién se lo está permitiendo”, se preguntó el representante de UGT, quien exigió que se ejecute el presupuesto aprobado en 2022 y denunció que el Gobierno autonómico “a día de hoy no está construyendo sino destruyendo”. Raúl Santa Eufemia dejó claro que “cuando se progrese vía reforma laboral”, los sindicatos “estarán siempre sumando” para ponerse “a cambiar lo que tanto dicen que van a cambiar”. Sin embargo, “si quieren desmontar Castilla y León y que los sindicato no estemos en el diálogo social, daré un paso a un lado, no atrás, por estas políticas erráticas”, advirtió.

La patronal denuncia la “imposición” de la extrema derecha

La patronal representada por la CEOE Castilla y León, por su parte, reclama al vicepresidente de Junta, Juan García-Gallardo, que reconduzca la posición de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo para que esta se abra al Diálogo Social.

Según afirmó el secretario general de la patronal, David Esteban, tras la reunión del Diálogo Social, desde la CEOE “estamos encantados de sentarnos a negociar cuanto haga falta, pero se debe evitar la posición de la Consejería de Industria, donde solo hay imposición de parte y ninguna negociación”.

Además, Esteban reconoció que en las consejerías que dependen del PP se avanza adecuadamente, continuando con el trabajo que se venía haciendo, al contrario que ocurre con la Consejería de Industria. No obstante, aseguró que la CEOE está conforme con las 16 mesas planteadas por esta consejería para tratar asuntos de comercio, industria y empleo.

A su vez, Estaban también reclamó que las líneas de ayuda para empresas y para la contratación de determinados colectivos se trataran en el Diálogo Social previamente a su publicación el Bocyl. “Nosotros estamos encantados de sentarnos a negociar cuanto haga falta, pero se debe evitar la posición de la Consejería de Industria”.

Por último, el secretario de CEOE, se mostró esperanzado de que esta situación mejore, ya que el vicepresidente ha dicho que desde septiembre “se tendrá especial cariño” al convocar el Diálogo Social. “Esperamos que se reconduzca la situación, y que haya una reversión de esta situación, dado que cada vez que vamos a una reunión no hay nada que negociar. Parece ser que a partir de hoy esa dinámica cambiará en el futuro”, aseveró.

Vox no ve “imprescindible” pactar con los sindicatos

La postura del vicepresidente de la Junta de Castilla y León y el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, ambos del partido de ultraderecha, es bien distinta. Ambos manifestaron el “apoyo” que el Gobierno de coalición integrado por el PP y Vox brinda al modelo del Diálogo Social. “A partir del 1 de septiembre, o antes si fuere preciso, convocaremos todas las mesas para abordar todas las políticas con el objetivo de preservarlo, potenciarlo y reforzarlo”, señaló, además de sentenciar que estarán “al lado de los más vulnerables, de los trabajadores y de quienes más apoyo precisan de las administraciones públicas”.

Piden a los sindicatos “altura de miras”, y que acudan a las mesas de negociación que convoquen, ya que tienen el objetivo de “pactar con ellos un modelo laboral mejor para Castilla y León”. “Hay predisposición muy negativa de los sindicatos a tener una relación institucional de normalidad con Vox. Intentaremos reconducir esta situación, y que a partir de septiembre sigan acudiendo a esa llamada, como no siempre han hecho”.

Según explicaron, “este Gobierno de coalición no es enemigo de los sindicatos, nada más lejos de la realidad. Deben convertirse en nuestro aliado, pero eso es muy difícil si desde el primer día han legado la legitimidad de este Gobierno de coalición, más concretamente de uno de los dos partidos que lo integran”.

“Deseamos que el modelo del Diálogo Social se desarrolle con normalidad. Como recoge nuestro pacto de gobierno, apostamos por un ahorro en el gasto público superfluo y también por un modelo de Diálogo Social donde los sindicatos tengan un papel protagonista. Por eso, pese a nuestras diferencias de criterio en muchas cuestiones, seguiremos apostando por este modelo, en el cual esperamos que muchas materias, en cuestión por ejemplo de políticas de empleo y formación sean pactadas con los sindicatos. Lo que no haremos es imponernos como requisito pactar todas las políticas que se aprueben en Castilla y León con ellos”, defendió.

En ese sentido, explicaron que desde Vox no consideran “imprescindible” pactar con los sindicatos una política en prevención y extinción de incendios, y aseguró que “si no se hubiera pactado con ellos quizá hoy tendríamos un modelo más eficaz”. En ese sentido, concretó su acusación al señalar que en 2018, en el acuerdo del Diálogo Social los sindicatos frustraron la posibilidad de que los profesionales que durante el verano trabajan en la extinción de incendios, pudieran dedicarse el resto del año a tareas de prevención en los montes de la autonomía. “Tenemos un presupuesto finito y medios escasos, y hay que aprovechar todos los recursos humanos a nuestro alcance”, defendió lamentando que “a veces los sindicatos olvidan los intereses generales”.

“Tenemos un compromiso electoral, cumpliremos las medidas anunciadas, y buscaremos sustituir un modelo que es claramente mejorable por un modelo de ayuda, asistencia, formación y prevención de riesgos laborales mucho mejor que el actual, con más recursos si así lo requiere la situación”, afirmó García-Gallardo.

El vicepresidente reconoció al inicio de su intervención que reconocen el “papel institucional” que tienen las organizaciones sindicales. “Tienen reconocimiento constitucional y en el Estatuto de Autonomía, y ejercen o deberían ejercer un papel muy importante a nivel social”. Sin embargo, acto seguido señaló que “existe una opinión cada vez con más apoyo de que los sindicatos mayoritarios, de clase, no ejercen correctamente todo lo bien que deberían su papel de representación de los trabajadores, ya que están muy escorados a la izquierda y han olvidado las reivindicaciones tradicionales de los trabajadores”, añadió.

En su opinión, “es compatible defender el papel constitucional que tienen los sindicatos, como representantes de los intereses de los trabajadores, con criticar su papel actual”, que en su opinión “no es el mejor que deberían estar haciendo”, puesto que tienen “claras sumisiones y deficiencias”.

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