La modificación del semáforo covid 'salva' a León de la vuelta de las restricciones

Una terraza recogida en la Plaza del Grano.

ileon.com

La Comisión de Salud Pública aprobó hoy el documento en el que se recoge la modificación de los indicadores de riesgo del semáforo Covid pero no se incluyen nuevas medidas restrictivas.

La provincia de León se libra del riesgo alto, ya que ayer se encontraba con una incidencia a 14 días de 166,29 casos por 100.000 habitantes en catorce días de evolución, cuando el paso del medio al alto era hasta ayer de 150. Pero la decisión de cambiar el semáforo covid, tomando en cuenta los escasos ingresos hospitalarios, devolvió en pocas horas a la provincia al riesgo medio, ya que a partir de ahora se considerará alto riesgo a partir de los 300 casos.

Los nuevos niveles de riesgo no contemplan medidas asociadas a cada nivel, con lo que no se ha fijado todavía la nueva estrategia para restricciones o cierres del interior de la hostelería y los comercios a las once de la noche, si se encuentra en un territorio en riesgo medio y con alta presión hospitalaria –que en la provincia está en niveles mínimos aunque hoy se haya informado de dos muertes por la coronavirosis–; o cerrar el ocio nocturno a las una de la noche.

Los nuevos umbrales de incidencia son, respecto a la incidencia acumulada a 14 días (casos por cada 100.000 habitantes) soon mucho más laxos, como ya publicó elDiario.es. El nivel de alerta 1 (riesgo bajo) tiene un nuevo techo: se eleva de 50 a 100 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días (50 como máximo en siete). El riesgo medio (nivel de alerta 2) se alcanza en caso de superar los 100; el alto (nivel de alerta 3) se sitúa por encima de los 300 y al extremo (nivel de alerta 4) se llegaría con una IA que rebase los 500.

El documento mantiene la especial atención a la transmisión entre los mayores de 65 años porque el grupo con más riesgo de morir si no están vacunados, tienen comorbilidades (otras enfermedades que los hacen más vulnerables) y en general responden peor a la inmunización porque su organismo está más débil. El nivel 1 se alcanza si la IA de este grupo etario supera los 25 casos; el 2, con 50; el 3, con 150 y el 4 si es superior a 250.

La modificación de estos techos tiene sentido porque con la vacunación, a igual número de contagios que en el pasado, enferma de gravedad y muere muchas menos personas, de manera que el sistema sanitario se puede permitir, dicho coloquialmente, un nivel superior de contagios pues estos no ponen en peligro -al pasar la enfermedad de manera leve gracias al efecto del suero- el funcionamiento de los hospitales. En resumen, los niveles de riesgo se han revisado al alza ante una menor presión hospitalaria.

El impacto asistencial no varía

La presión que generan los pacientes COVID-19 en los hospitales (tanto en camas de planta como en UCI) ha sido el indicador que ha motivado la toma de las decisiones más severas durante la pandemia. El antiguo semáforo daba la situación por controlada si menos de un 2% de las camas de los hospitales estaban ocupadas por pacientes infectados y por debajo del 5% de las UCI. Estos porcentajes no cambian en la actualización. Sin embargo, se agregan dos indicadores más relacionados con la situación hospitalaria que determinarán los niveles de alerta: el número de ingresos en planta y en UCI en 7 días. Si son superiores a cinco y uno, respectivamente, el territorio entra en riesgo bajo (nivel de alerta 1).

De “nueva normalidad” a “circulación controlada”. La revisión de los niveles de riesgo es importante también a nivel terminológico. El documento ya no habla de “nueva normalidad” como el mejor escenario sino de “circulación controlada”. Frente a lo que se consideraba antes, a estas alturas de la pandemia está relativamente claro, dicen los expertos, que no es posible alcanzar la inmunidad de grupo. Al menos con el efecto de las vacunas actuales puesto que el virus se puede seguir transmitiendo -en menor medida- entre inmunizados.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, indicó –según un teletipo de la Agencia ICAL– que esta modificación se produce como consecuencia de la evolución de la situación de la pandemia en España, de manera que “la incidencia tiene menos peso”, ya que la alta cobertura vacunal provoca que “la traducción en la gravedad” de este indicador no sea el mismo que en las olas anteriores.

De este modo, se flexibilizarán algunos indicadores, como que el parámetro de peligro bajo de transmisión subirá de los 50 a los 100 casos por 100.000 habitantes, pero también habrá otros indicadores que permanecerán estables, como el porcentaje de ocupación hospitalaria y de camas en UCI.

Darias remarcó que esta modificación supone “contextualizar los niveles a la situación actual”, y explicó que no incluye medidas, aunque la Comisión de Salud Pública “está trabajando en ellas”.

La ministra también confirmó que el Gobierno y las Comunidades acordaron ampliar la administración de una dosis de recuerdo tanto a las personas entre los 60 y los 69 años como al personal sanitario. Respecto a la vacunación de este último sector, Darias expuso: “No solo les protegemos de manera individual, sino también colectivamente debido a los entornos en los que trabajan”.

La secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, explicó que Sanidad comenzará a incluir tablas con los datos de incidencia acumulada, hospitalizaciones y ocupación de camas UCI disgregados entre las personas vacunadas y las que no lo estén. Con ello, se pretende ayudar a convencer de los beneficios de la vacunación basados en la evidencia científica y en la ciencia.

Cazón aseguró que en las últimas semanas se ha observado que hay cambios muy notables en la incidencia entre la personas inmunizadas y las que no lo están. “Es especialmente llamativo el caso de las personas entre 60 y 80 años donde el riesgo de infección disminuye ocho veces en los inmunizados y donde las personas que no se han vacunado tienen un riesgo de hospitalización 18 veces mayor y un riesgo de fallecimiento 25 veces mayor”, comentó.

La secretaria de Estado de Sanidad indicó que, a pesar de que llevamos un mes con un ligero ascenso de la incidencia acumulada, “no es tan acelerado como en las anteriores olas”. Además, el reflejo de este ascenso en al hospitalización no se parece al de las anteriores olas, ya que se registran menos ingresos y “no se producen esas situaciones de sobrecarga”.

Los expertos de Sanidad querían volver a las restricciones

La última propuesta de los expertos de Sanidad fue introducir un cierre temprano de la hostelería y el ocio nocturno en el nivel medio de alerta mientras las comunidades están optando mayoritariamente por el pasaporte covid omo herramienta para evitar restringir el funcionamiento de los bares, siempre que los jueces lo autoricen. En territorios como el País Vasco, la intención se ha ahogado en los tribunales. Son dos modelos enfrentados que están dificultando que salga adelante la nueva versión del semáforo covid, cuyo objetivo es adaptar los indicadores y las restricciones a la nueva realidad (el 80% de la población está vacunada).

Muchos gobiernos autonómicos no están dispuestos, al menos de momento y con las fiestas navideñas asomando, a acotar la actividad de la hostelería, ya sea con horarios o con aforos, informa sobre ello elDiario.es.

De hecho, Castilla y León apuesta por el 'pasaporte covid'. La propia consejera de Sanidad, Verónica Casado, anunció ayer en su visita a Valderas y a La Cabrera en la provincia de León que la Junta está esperando a completar un informe para imponerlo.

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