Endesa promete 600 millones de inversión en proyectos solares y eólicos para 'sustituir' Compostilla

Foto César Sánchez / ICAL

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Endesa se compromete a invertir 600 millones de euros para sustituir la central térmica de Compostilla II, situada en la localidad berciana de Cubillos del Sil, por dos proyectos eólico y solar en los próximos años.

Así se desprende del comunicado emitido este lunes por la empresa, un día antes de que la central deje de estar operativa y cierre us puertas definitivamente después de 60 años de actividad.

Endesa presentó el 19 de diciembre de 2018 la solicitud formal de cierre de la instalación, en tanto en cuanto no iba a acometer las obras necesarias para que la central cumpliese con los criterios de emisión de CO2 marcados por la Unión Europea.

Con el fin de la generación térmica, Endesa asegura que abre una nueva etapa para la continuidad de la compañía en el Bierzo, donde, además de seguir con la Unidad de Producción Hidráulica Noroeste, que desde Montearenas opera 810 megavatios, promoverá ahora 700 megavatios eólicos y fotovoltaicos. De esta potencia, 450 ya tienen confirmada su conexión a la red a través de los parques de Alto Cabrera y Trabadelo y de la planta solar de Villameca. Asimismo, hay otros proyectos con la conexión en trámite que suman 250 megavatios.

La inversión total alcanzaría los 600 millones de euros y Endesa afirma que “la promoción de estas instalaciones supondrá un fuerte revulsivo para el empleo en la zona”, ya que la fase de construcción, entre 2023 y 2025, “movilizará la fuerza de trabajo equivalente a 2.900 puestos en un año”. Una vez en operación, “serán 55 personas las que presten servicio por tiempo indefinido”.

Plan Futur-e

En paralelo al proceso de cierre, Endesa recalca en su comunicado que inició de forma voluntaria un plan de actuaciones, dentro de un contexto de transición justa, para pasar de un modelo de generación térmica a otro renovable “mitigando el impacto del cese de la actividad de la central”, para lo que “además de los referidos proyectos eólicos y solares, entre las acciones se contemplan medidas concretas para promover actividades económicas y generación de empleo en el Bierzo”.

Para ello, la empresa explica que el Plan Futur-e de Compostilla incluye la recolocación de la totalidad de los empleados de la central, “a quienes se les están ofreciendo, de manera personalizada, distintos puestos de trabajo de la compañía, intentando tener en cuenta la proximidad geográfica a su actual entorno laboral”, de modo que “ya son 44 las personas con nueva ocupación”, mientras que también “se considerará su incorporación a los trabajos derivados del cierre de las instalaciones de Cubillos del Sil”.

Por su parte, Endesa también insiste en que da prioridad a la contratación de trabajadores de las actuales empresas auxiliares en las actividades de desmantelamiento, que se prolongarán durante un periodo de unos cuatro años, con alrededor de 130 empleos, con puntas de hasta 200. A este colectivo y a vecinos de Cubillos del Sil, Ponferrada y Cabañas Raras, “se les da la oportunidad de realizar cursos de formación, tanto para sumarse a estas tareas como para ser contratados en los proyectos de renovables que la empresa desarrollará en la zona”.

Seis décadas de actividad

La central térmica de Compostilla II contaba con tres grupos operativos, con una potencia total de 1.050 MW. Por su parte, otros dos grupos, que sumaban 480 megavatios, ya habían sido dados de baja por obsolescencia y actualmente se encuentran en proceso de desmantelamiento.

La construcción de Compostilla II se inició a finales de los años 50 para producir energía eléctrica con carbón de las minas del Bierzo y Laciana, que en los últimos años era mezclado con combustible de importación para mejorar la eficiencia ambiental. Las minas de la zona fueron clausuradas en 2018, de acuerdo con el Plan de Cierre del Reino de España para la minería de carbón no competitiva.

Durante sus seis décadas de actividad, la central produjo 2.847.747.281 megavarios horas, para lo que consumió 124 millones de toneladas de carbón local y diez millones de toneladas de combustible importado. Su tiempo de funcionamiento efectivo supera los 1,2 millones de horas.

La central ya no pudo operar durante 2019 y 2020, debido “a la profunda modificación de las condiciones de mercado, con un incremento sustancial en el coste de los derechos de CO2 y una caída significativa del precio del gas, que sumió a Compostilla II en una grave falta de competitividad”.

Además, Endesa pone de relieve que “la fuerte penetración de las energías renovables, derivada de la entrada de 9.000 megavatios eólicos y solares que se fueron poniendo en explotación durante el año pasado, redujeron drásticamente el denominado hueco térmico”. En este contexto, la última vez que fue requerida por el operador del sistema eléctrico para generar energía fue el 6 de diciembre de 2018.

Los terrenos que actualmente ocupa la central de Compostilla II están siendo puestos por Endesa a disposición de promotores empresariales que deseen instalarse en el lugar para generar empleo y riqueza. Para la selección de proyectos, la compañía tiene el apoyo de expertos de la Universidad de León, que ya han estudiado una treintena de propuestas iniciales, que afectan a diversos ámbitos de la actividad económica. Mañana, 30 de junio, termina el plazo para que los aspirantes presenten sus ofertas vinculantes, que serán previsiblemente 12.

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