La Junta confía en que pronto “podamos seguir cazando lobos” en la Comunidad

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ICAL

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, defendió en Soria la actividad de la caza en Castilla y León, al ser “imprescindible desde el punto de vista cultural y económico y por contribuir a la regulación de la fauna salvaje y el equilibrio medioambiental y de otras actividades que se desarrollan en el medio rural”.

Asimismo, lamentó algunas declaraciones que llegan desde el Ministerio para la Transición Ecológica en contra de la caza, y recordó que el Parlamento regional impulsó una proposición no de ley de “defensa de la caza”, que obtuvo el respaldo de 82 procuradores de los 83 que componen el hemiciclo.

Por otro lado, destacó que la Junta trabaja para mejorar las compensaciones a los ganaderos por los daños que sufren los animales por los ataques de lobo, sobre todo, al sur del Duero, que no es el caso de León.

Por su parte, también el pasado viernes, el director general del Medio Natural de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, José Ángel Arranz, señaló hoy que “sigue vigente” la suspensión cautelar que prohíbe la caza del lobo al norte del Duero en la Comunidad, si bien la “intención” del gobierno regional es que “en el momento en que el juzgado levante esta paralización cautelar podamos seguir cazando lobos, si es posible esta temporada, que todavía nos quedan unos meses, y por supuesto en las sucesivas”.

“Nuestra intención es acatar y ajustarnos a todas las resoluciones judiciales, pero estamos convencidos de que estamos actuando en el marco de la legalidad, con poblaciones en crecimiento, sanas y estables, que permiten un aprovechamiento de las mismas y además eso nos ayudaría a mantener los daños más controlados”, apuntó.

Un nuevo libro

Solo en el último año, en la provincia de Ávila se han producido mil ataques de lobos, según apuntó en la presentación del libro 'Lobos. Población de Castilla y León, situación en España'. Esas estadísticas señalan que ataques de esta especie al ganado en la provincia sumaron el año pasado menos de 200 por segundo año consecutivo, de los cuales la Junta indemnizó casi 150, según sus propios datos.

Arranz explicó que en estos momentos se han superado ya los “plazos medios habituales en los que se debería haber pronunciado el juzgado”, si bien desde el Gobierno regional no pueden hacer nada más que esperar esa decisión. “Incluso la resolución que ha supuesto la paralización cautelar no existe ya, la Junta la ha anulado. Es decir, ni siquiera es ya objeto de la suspensión, pero el juzgado tiene que pronunciarse”, completó.

El director general realizó estas declaraciones en la presentación de la publicación 'Lobos. Población de Castilla y León, situación en España' (Rimpego), un volumen de más de 200 páginas coordinado por Mario Sáenz de Buruaga (junto a Felipe Canales, Miguel ángel Campos y Nieves Navamuel), que busca “ayudar a conocer mejor al lobo y aportar más datos para gestionar y conservar una especie emblemática, apasionante y a veces conflictiva”, según explicó el biólogo burgalés.

Montes de León y Zamora, la palma

El libro se apoya en el último censo nacional existente de lobos, en el que se empezó a trabajar en 2012 y que se cerró con datos de 2014, según el cual la población en Castilla y León habría aumentado un 20 por ciento en una década (básicamente al sur del Duero), siendo especialmente común en la zona cantábrica, Montes de León y Zamora, aunque en términos relativos el mayor crecimiento se concentraría en las provincias de Ávila y Segovia.

En ese momento existían 297 manadas de lobos en España, de las que potencialmente 191 campaban por Castilla y León, a veces a caballo con otras regiones. De ahí que el trabajo abordado en el censo regional de Castilla y León 2012-2013 permitiera localizar 179 de esas manadas, 152 al norte del río Duero y 27 al sur, mucho menos numerosas pero curiosamente mucho más dañinas.

Sáenz de Buruaga explicó hoy que en la actualidad, cuatro años después, el seguimiento realizado por la Junta de Castilla y León a través del sistema de recogida de datos Infolobo les permite concluir que existen no menos de diez nuevas manadas en la Comunidad, y al menos tres de las que se contabilizaron en 2014 han desaparecido.

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