El urogallo, la especie cantábrica sometida a la contradictoria política ambiental de la Junta de Castilla y León

Foto: Más que Pájaros

Antonio Vega

El urogallo, una de las dos especies más emblemáticas de los ecosistema cantábricos junto al oso, está en grave crisis. Desde julio de 2017 fue declarada especie en estado “crítico” evidenciando el fracaso del programa Life+ Urogallo 2010-2016, financiado al 50% por la Unión Europea, y que se gastó 5,5 millones de euros para poco, visto su nulo efecto en intentar consolidar la especie.

El proyecto, coordinado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, contaba como socios con la Junta de Castilla y León y las comunidades autónomas de Cantabria y Asturias; además de la participación del Consorcio Interautonómico para la gestión del Parque Nacional de los Picos de Europa; la organización ecologista SEO/BirdLife y las empresas públicas Tragsa y Tragsatec y la Fundación Iberdrola. Los resultados del proyecto los resumían sus impulsores en 10 aspectos, como haber sentado las bases para la conservación de la especie, mejora de su hábitat, reducción de amenazas o generación de empleo vinculado a su conservación, entre otras.

Según la consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, valorando el balance del plan Life+ del urogallo cantábrico, “la ejecución del proyecto era necesaria por la situación en la que se encontraba la especie, habiéndose desarrollado experiencias piloto y demostrativas, rasgos característicos de los proyectos Life, que han permitido profundizar y mejorar en el conocimiento de la especie”; no obsante los resultados son que la especie está hoy peor que antes pero desde la Junta aseguran que se han “sentando las bases para las actuaciones futuras a llevar a cabo para la mejora del estado de conservación del urogallo cantábrico”. Pero hay científicos que afean el resultado del programa para la inversión realizada, incidiendo en la actual situación crítica.

Desde la organización ecologista SEO/Birdlife se ha señalado a ileon.com la necesidad de “más medios, humanos y económicos” pasa salvar a la especie de este momento en que peligra su superviviencia, pidiendo una actuación urgente porque “se está reaccionando tarde”. Su portavoz, Octavio Infante, ha valorado que podría darse la paradoja de que si no se actúa de forma inmediata “cuando quieran darse cuenta se habrá perdido la especie”.

Contrasta mucho el fracaso del Life+ Urogallo con el éxito del programa del Lince Ibérico o del Oso Pardo, que han visto como sí se ha podido al menos consolidar la especie y evitar su pronta desaparición gracias a la inversión pública en estas especies.

La Junta defiende su trabajo por la especie pero mantiene la amenaza eólica

La Junta sostiene que defiende la especie pero ha vuelto a autorizar parques eólicos anulados por la justicia por afectar al urogallo

SEO/Birdlife y la Junta de Castilla y León han participado de la mano en el Plan Life+ Urogallo y a la vez han mantenido un enconado enfrentamiento durante casi dos décadas en los tribunales a raíz, precisamente, de la defensa del urogallo. Las autorizaciones de la Junta de parques eólicos en zonas de urogallos como Omaña, Cepeda o Bierzo Alto han marcado una polémica que se ha alzado con la victoria casi total de los ecologistas, que han tumbado varias licencias en los tribunales.

Parques eólicos de la provincia leonesa como Peña del Gato, La Espina o Valdesamario han sido anulados por el Tribunal Supremo por su afección al urogallo. El nudo de Villameca, donde confluían más de una veintena de parques eólicos, es una zona sensible que la Junta obvió en sus autorizaciones, que decayeron por los recursos de SEO/Birdlife y de otras organizaciones ecologistas. Pero el Gobierno autonómico se ha dedicado en los últimos meses a maniobrar para que los parques eólicos ya construidos puedan seguir funcionando, intentando sortear con una treta administrativa las sentencia judiciales que ha perdido. Esta zona eólica estaba fuera del Plan Life+ y de la Red Natura 2000, pese a las evidencias científicas sobre su importancia para la población de urogallo.

La estrategia de la Junta ha pasado por volver a presentar las Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) de los parques eólicos anulados, sin prácticamente ninguna modificación sustancial, para eludir las sentencias. Según ha podido conocer este periódico SEO/Birdlife ya ha recurrido algunas de ellas al entender que se vuelve al punto de partida que motivó sus recursos iniciales y no se resuelve la afección al urogallo. La organización conservacionista no descarta pedir algún tipo de medida cautelar ya que “se está volviendo a poner en marcha proyecto idénticos a los anulados”, destacando que los fallos judiciales se basaban en las deficientes evaluaciones de los parques eólicos, que vuelven a ser calcadas. Lo que sí parece, dadas las posturas enfrentadas, es que se avecina una nueva batalla judicial entre el urogallo y los parques eólicos, cuando la anterior ha ocupado varios años.

Cabe recordar que pese a que la Junta excluyó en su plan de recuperación del urogallo del 2009 las zonas eólicas de conflicto y que el año pasado apareció muerta un ejemplar hembra a los pies de un molino eólico en Folgoso de la Ribera, evidenciando que pese a los informes de la Junta sí había población en la zona y cantaderos, como han sostenido los expertos. La consejería de Fomento y Medio Ambienta no informó de este hecho hasta que este periódico preguntó por la cuestión, cuando su política habitual con otras especies como los osos es muy diferente.

Nuevo censo

A mediados del pasado mes de diciembre se convocó en León, por la Subdirección General de Medio Natural del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, una reunión del 'Grupo de trabajo de situación crítica del urogallo cantábrico'. Según la Junta, de esa reunión salió el acuerdo de realizar “un censo de urogallo cantábrico mediante análisis genético de muestras (excrementos y plumas) recogidas en campo”. La finalidad última es detallar cuántos ejemplares quedan de la especie, una cuestión que han demandado las organizaciones ecologistas para ponerse a actuar y salvar la especie. La consejería de Medio Ambiente asegura que además seguirá conlas labores de captura y radioseguimiento de ejemplares, así como con el reforzamiento de los trabajos de cría en cautividad.

A petición de este periódico la Junta ha detallado su labor de protección del urogallo durante el 2017 en la provincia de León, realizado a través de personal propio y contratado. En total “se han revisado 75 zonas de ocupación detectándose presencia (de urogallo) en las ZEPA Alto Sil y Omañas. Esto supone una prospección del 76,53 % de las zonas conocidas de la especie”, han explicado en una respuesta escrita.

Detalla además la administración autonómica que se detectó presencia de ejemplares en 39 cantaderos tradicionales y en 4 zonas no catalogadas como cantaderos tradicionales, con un total de 120 visitas a zonas con presencia de la especie, recogiendo 203 muestras (plumas y excrementos) para posteriores análisis genéticos y 10 muestras de excrementos para el análisis del estado sanitario.

Entre medios conservacionistas consultados hay expectación por ver en qué quedan las nuevas medidas de la Junta para proteger al urogallo, y si las polémicas zonas eólicas acaban de aparecer en los mapas oficiales o siguen sin existir como cantaderos y zonas críticas para la especie. De momento los pasos administrativos de la Junta han sido a favor de los parques eólicos. Falta saber si los judiciales vuelven a ser a favor del urogallo, por segunda vez.

Etiquetas
stats