El burro zamorano-leonés, arma contra los ataques de lobos a los rebaños

J. L. Leal/Ical. asnos zamorano-leoneses

Juanma de Saá/Ical

La Asociación Nacional de Criadores de la Raza Asnal Zamorana-Leonesa (Aszal) desarrollará un proyecto respaldado por la Diputación Provincial de Zamora con el que se pretende comprobar la eficacia de los burros como método para reducir los ataques del lobo a rebaños de ovejas, cabras y vacas y preservar ese ganado de forma sostenible.

Se da la circunstancia de que el asno zamorano-leonés tiene su presencia más destacada en la provincia de Zamora y de que, de acuerdo con el programa de conservación de esa raza, es “imprescindible” buscar nuevos usos para que “siga cumpliendo funciones” al lado del ser humano y ello “garantice” su futuro.

“Es un proyecto piloto que nos ha ilusionado mucho, aprovechando que tenemos una raza emblemática y querida en la provincia de Zamora como el asno zamorano-leonés y con un gran reconocimiento y que llevamos veinte años apoyando desde la Diputación”, afirmó el presidente de la institución provincial, Fernando Martínez-Maíllo. “Hay que seguir dando pasos. El uso agrícola que tenía antes se ha ido perdiendo y había que mirar otros usos vinculados para garantizar su futuro. En este caso, usar el burro zamorano-leonés para reducir los ataques del lobo”, añadió.

La provincia de Zamora sufre casi el 25 por ciento de los ataques de lobos registrados en Castilla y León, según las estadísticas de los últimos años, lo que aporta un argumento más para sacar adelante el proyecto, que se desarrollará en una docena de explotaciones de la provincia. “Queremos proteger a los ganaderos y tratamos de hacer todo lo posible desde la Diputación por colaborar con las asociaciones y los propios ganaderos en reducir esos daños. Hay algunas iniciativas en el ámbito nacional de cómo influyen los burros en la prevención de los ataques de lobos”, apuntó Maíllo.

El presidente de la Diputación de Zamora hizo estas declaraciones en la Finca Experimental y Núcleo de Conservación de Razas Autóctonas, en Madridanos, donde se presentó el proyecto. “Se trata de un proyecto técnicamente muy serio, que va a durar dos años, con un coste de 20.000 euros dividido en dos anualidades. Aszal se encargará de desarrollarlo y contaremos con hasta doce explotaciones ganaderas para participar en el proyecto piloto y comprobar el comportamiento del burro zamorano-leonés dentro de un rebaño ante los ataques de lobos”, precisó. “Si sirve para ese fin se extendería en una segunda fase a los ganaderos que quieran participar en toda la provincia”, puntualizó.

El proyecto, que contará con la colaboración y coordinación del servicio agropecuario de la Diputación de Zamora mediante el contacto con técnicos que conozcan la actualidad de los ataques del lobo, que definirán las zonas de la provincia más adecuadas para desarrollarlo. En este contexto, los ganaderos colaboradores contarán con apoyo en todo momento ante posibles accidentes que se puedan producir así como en el manejo del rebaño.

“Disponemos de suficientes machos, sobre todo castrados, para esta acción. El burro es especialmente agresivo contra los cánidos, puede repeler ataques y avisar de ellos y queremos sacar un protocolo en el que se pueda saber qué grado de protección se puede esperar y cómo actuar”, explicó el secretario técnico de Aszal, Jesús de Gabriel. “Es fundamental apoyar la ganadería extensiva. La sociedad admite que es fundamental para el desarrollo de una región, para conservar la biodiversidad y los productos singulares y la identidad de una tierra”, según detalló el presidente de Aszal, Víctor Casas.

“Zamora destaca en España y en Europa en cuanto a razas autóctonas y ganadería extensiva y tenemos que conservar este modelo, que es fundamental y cada día más apreciado. La ONU acaba de sacar un informe en el que valora el apoyo de los gobiernos a estas ganaderías como vital para el futuro”, concluyó.

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